¿Qué hacer ante una explosión nuclear?

Ante la posibilidad de que algún grupo terrorista detone una bomba atómica en una gran ciudad, el Gobierno de los EEUU revisa sus estrategias y prepara a sus ciudadanos

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Para sorpresa de muchos, se aconseja que ante una explosión nuclear lo mejor no es seguir el primer instinto de huir, sino refugiarse en cualquier edificio estable y no salir de allí hasta que las autoridades declaren que ya es seguro. Unas pocas horas de protección pueden incrementar las posibilidades de supervivencia.

"Hay más posibilidades de sobrevivir de lo que la gente cree", declaró un funcionario de la administración estadounidense que participa en la planificación de la respuesta civil a un ataque, según publicó The New York Times. "La clave es evitar la lluvia radiactiva", dijo la fuente.

"Tenemos que superar el bloqueo mental de que es algo demasiado terrible para pensar en ello", aseguró al diario neoyorquino W. Craig Fugate, administrador de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias. "Tenemos que estar preparados para manejarlo", y enseñar a la gente "a protegerse a sí mismos lo mejor posible".

Washington busca instruir a los ciudadanos, y es por ello que en junio pasado, el Gobierno envió a los responsables de emergencia en todo el país una guía sobre cómo reaccionar ante un ataque nuclear. "Refúgiate donde estés. Ese es el mensaje", reitera Jonathan Fielding, director de Salud del Condado de Los Ángeles, citado por USA Today.

"Es la mejor forma de salvar vidas y de prevenir enfermedades relacionadas con la radiación. Va en contra de tu instinto básico de irte y reunirte con tu familia. Pero si los niños están en el colegio o en la guardería, ahí es donde deben quedarse", agregó.

La guía explica que la gente debe permanecer en el refugio encontrado entre 12 y 24 horas, tiempo durante el cual la intensidad de la radiación irá bajando de forma significativa. "Incluso en zonas donde no se advierte la lluvia radiactiva, es aconsejable refugiarse hasta que se conozcan claramente las áreas afectadas. De lo contrario, los evacuados pueden verse atrapados en el exterior cuando llegue la lluvia radiactiva o salir sin darse cuenta de un área no afectada y entrar en una afectada".

La capacidad de protección de un refugio dependerá de la cercanía de la zona cero (la parte de tierra o suelo inmediatamente debajo de una explosión) y del material usado en su construcción. Los más recomendables incluyen hormigón, ladrillo y piedra, mientras que la madera o las planchas metálicas proporcionan una protección mínima.

Otro de los consejos que pueden leerse en la guía sostiene que refugiarse en el lugar más cercano va "contra el instinto natural de huir del peligro". "La comunicación dirigida a las familias y a aquellos que quieran irse será crítica para contener a las personas adentro con éxito. Después de una detonación nuclear, la gente necesitará entender por qué ellos y sus familias están más seguras al permanecer refugiados", explica.

Según el experto en protección radiológica, Brooke Buddemeier, del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (California), el mayor peligro de la lluvia radiactiva pasa entre las seis y las 24 horas tras la explosión. "No puedes correr más que una nube radiactiva", sostiene el experto, quien afirma que las muertes por ese motivo son "100 por 100 evitables". En caso de una explosión, si los habitantes de Los Ángeles que están a una milla o más de la zona cero no se refugiaran, unas 285 mil morirían o caerían enfermos, calcula.