Por qué los adultos que viven con niños son más propensos a fumar cigarrillos electrónicos

Si bien se conocen los riesgos de exponer a los chicos al humo del cigarrillo tradicional, todavía se ignoran aquellos que rodean a los electrónicos. Los niños que viven con un adulto que "vapea" podrían estar expuestos a "una amalgama de compuestos con consecuencias desconocidas para la salud"

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Las cifras fueron mayores para los que viven con niños que padecen asma (Shutterstock)
Las cifras fueron mayores para los que viven con niños que padecen asma (Shutterstock)

El uso de los cigarrillos electrónicos se extendió cada vez más y el dispositivo dejó de ser una alternativa para quien busca dejar de fumar. Hoy son muchos los individuos que se inician en el consumo de nicotina envueltos en "el boom del vapeo".

El también conocido como vaporizador o vapeador consta de una batería y un atomizador. Este último es el recipiente de cristal o plástico transparente en donde se almacena el líquido que luego se transformará en vapor a su paso por una resistencia, y que inhalará el consumidor desde la boquilla del aparato. El líquido contiene sustancias aromatizantes, agua, alcohol, propilenglicol, glicerina vegetal y diferentes concentraciones de nicotina.

Por su parte, los niños que viven con un adulto que "vapea" podrían estar expuestos a aerosoles de segunda mano, que los investigadores describen como "una amalgama de compuestos con consecuencias de salud aún desconocidas".

Según una carta de investigación publicada en la revista norteamericana JAMA Pediatrics, el 4,9% de los estadounidenses que viven con una persona menor de 18 años "vapean", en comparación con el 4,2% de los adultos que viven sin hijos. El 5,6% de los primeros, además, viven con niños que sufren de asma.

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard que encontró que algunos e los cartuchos -encendedores y líquidos de vape están contaminados con bacterias y hongos que pueden causar infecciones pulmonares y asma (Shutterstock)
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard que encontró que algunos e los cartuchos -encendedores y líquidos de vape están contaminados con bacterias y hongos que pueden causar infecciones pulmonares y asma (Shutterstock)

Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard encontró que algunos e los cartuchos -encendedores y líquidos de vape están contaminados con bacterias y hongos que pueden causar infecciones pulmonares y asma.

"Existe un falso preconcepto que establece que los cigarrillos electrónicos no son perjudiciales. Se cree que su consumo no produce daño para los "vapeadores pasivos" y por eso se utilizan en presencia de niños y a puertas cerradas. Sin embargo, está demostrado que produce daños para el vapeador activo y para el pasivo", explicó en diálogo con Infobae Francisco Toscano, médico cardiólogo (MN 95.358), miembro de la Fundación Cardiólogica Argentina.

La autora principal del estudio, Jenny Carwile, del Centro Médico de Maine en Portland, sostuvo que los usuarios de cigarrillos electrónicos comúnmente perciben los aerosoles como "vapores de agua" inofensivos y es por eso es poco probable que tengan reglas que rijan el uso de cigarrillos electrónicos en hogares y vehículos.

"La Academia Americana de Pediatría recomienda que los padres no estos cigarrillos cerca de los niños, especialmente en vehículos y viviendas
y que las leyes libres de humo se expandan a los cigarrillos electrónicos", agregó la especialista.

“Un estudio español observó un aumento en las consultas de niños en los centros de toxicología por cigarrillos electrónicos. El 70% de las que se registraban eran por ingesta del líquido y el 30% restante por inhalación, lo cual habla del riesgo y la peligrosidad de este producto” (Shutterstock)
“Un estudio español observó un aumento en las consultas de niños en los centros de toxicología por cigarrillos electrónicos. El 70% de las que se registraban eran por ingesta del líquido y el 30% restante por inhalación, lo cual habla del riesgo y la peligrosidad de este producto” (Shutterstock)

"La Academia Americana de Pediatría recomienda que lo jóvenes recién puedan tener contacto con los llamados 'vapes' a partir de los 21 años. Esto habla de que el desarrollo neurológico y del centro del placer o de aquel que podría regular las adicciones recién está lo suficientemente maduro a esa edad. Por eso las normas en EEUU para el consumo de alcohol son muy estrictas y prohíben el consumo hasta esa edad", aseguró el experto.

Según aseveró Toscano, la exhalación de propilenglicol y dietilenglicol, más allá de la nicotina y nitrosamina, puede producir o desencadenar episodios asmáticos en los más chicos. "Estos compuestos presentes en el vapor -añadió- pueden, entre otras cosas, desarrollar cáncer en el peor de los casos y por supuesto irritación de la vía aérea y de los ojos".

“Dentro de los posibles daños se conocen casos descritos de explosión de los aparatos que pueden producir daños por quemadura, además de la intoxicación por nicotina ingerida que produce mareos, vómitos y dificultades para respirar”.

A pesar de los posibles riesgos, los funcionarios de salud pública norteamericana están haciendo campaña para alentar a los fumadores a hacer la transición de los cigarrillos a los cigarrillos electrónicos, que dicen que son un 95% más seguros.

En diciembre de 2018, Public Health England (PHE, por sus siglas en inglés) lanzó una campaña para hacerlo. En ese momento, el director de mejora de la salud de PHE, el profesor John Newton dijo que sería "trágico" si los fumadores dejaran de fumar debido a los "falsos temores sobre la seguridad" de los cigarrillos electrónicos. "Queremos animar a más fumadores a que intenten dejar de fumar por completo con la ayuda de un cigarrillo electrónico, o mediante el uso de otros sustitutos de la nicotina, como parches o chicles, ya que esto mejorará significativamente sus posibilidades de éxito", manifestaba.

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