2018: el año que Ricardo Darín jamás olvidará

El actor quedó muy dolido por las fuertes acusaciones en su contra que realizó Valeria Bertuccelli. Tuvo que salir a defenderse y se refugió en el cariño de su familia. ¿Cómo afectó a su carrera este escándalo mediático?

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Ricardo Darín volvió a ser noticia esta semana después de dar una entrevista intimista en España: "Mi mujer me ha salvado la vida", dijo en referencia a Florencia Bas, su compañera de décadas, madre de sus hijos Chino y Clara. La familia del actor estuvo espalda con espalda en defensa de su reputación después de las denuncias contra él por parte de Valeria Bertuccelli.

A los ídolos no se los cuestiona: una frase que ya no aplica demasiado. Se cuestiona a todos, y aunque algunos salen más o menos indemnes, a ciertas cuestiones mediáticas, nadie se salva. El 2018 será el año que Ricardo Darín recuerde como aquél en el que su pátina intachable tuvo un punto negro, un cuestionamiento severo no de una; de dos compañeras de trabajo, en coincidencia a tiempos de integración, igualdad para las mujeres y condena social al machismo, maltratos o casos de acoso.

Pero ¿lo sucedido manchó o no la reputación social del actor en el contacto y la consideración popular? La película El amor menos pensado que protagonizó con Mercedes Morán fue la segunda argentina más vista del año después de El ángel, con casi 800 mil espectadores. La gente lo siguió eligiendo.

“El amor menos pensado” fue un éxito de taquilla
“El amor menos pensado” fue un éxito de taquilla

Darín se refirió al escarnio mediático que sufrió y a una condena más de la prensa que de la gente. El actor no ve lo sucedido con su compañera de la obra de teatro Escenas de la vida conyugal de la misma manera que ella. Piensa que debió hacerle saber su descontento en su momento, y no siente haberla maltratado.

Solo una vez, en el pasado, Darín fue vinculado a una investigación judicial de la que fue sobreseído con los años, por la importación de un automóvil para discapacitados. A la hora de recordar el episodio, contó que al día de hoy algunas personas lo acusan de todos modos de ser "trucho", aunque se haya demostrado su inocencia.

Con el tiempo, el actor podrá mensurar la totalidad de las esquirlas del caso. Pasó meses muy complicados, anímicamente bajoneado, y es verdad que su mujer fue el gran sostén familiar y de la pareja para sostener el trago amargo. Sin cuestionar aquí los dichos de las damnificadas -ellas así lo sintieron y no es analizable en tanto sus términos hayan sido genuinos- lo cierto es que por primera vez en años el nombre de Darín estuvo ligado a un escándalo de proporciones.

El escándalo con Bertuccelli lo afectó anímicamente
El escándalo con Bertuccelli lo afectó anímicamente

El intérprete popular por antonomasia, el que más identifica al porteño, al argentino medio, el que sale en pijama de su casa en Palermo para ir al quiosco, el que recorre el mundo con sus películas, que llena los cines, que eligen los directores más prestigiosos, que tiene en su haber parte de los mayores sucesos del cine nacional; fue acusado de maltratador con una mujer. Y aunque el tema merme en los medios, hizo en él la mella de un dolor que no cesa.

Pidió perdón públicamente -Bertuccelli se lo exigió- y después dijo haberse arrepentido, ya que al tratarse de un hecho privado, las disculpas debieron suceder en ese ámbito. Sin embargo, descarta por ahora un encuentro con la ex compañera y amiga que iba a hacer yoga a su casa en familia. El 2019 lo encontrará frente a otro estreno, la película basada en el libro La noche de la usina, de Eduardo Sacheri -autor de El secreto de sus ojos– y más trabajo.

Sin embargo, seguirá buscando explicaciones, interpretaciones y lecturas a un episodio que marcó este tiempo de su vida. Que sirvió para la introspección y la unión familiar que siempre estuvo pero que aquí se refrendó, que dividió a colegas a favor y en contra, que quizás cambió alguna percepción popular y lo puso en los escándalos de la prensa. Nada que él haya imaginado y que demuestra una vez más que no hay intocables y que, incluso a los más queridos, hay un sector que los espera para patearles la cabeza en el piso aunque hayan ganado hasta el mismísimo Oscar.

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