Allanaron locales en el Barrio Chino por comercializar comida en mal estado: vendían tiburones y moluscos

El fiscal Carlos Rolero Santurian imputó a los responsables de los establecimientos por ejercicio ilegal de la actividad

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Uno de los allanamientos
Uno de los allanamientos

Cinco locales gastronómicos fueron allanados hoy en el barrio chino de la ciudad de Buenos Aires por vender alimentos en mal estado. Comercializaban pescados que no estaban aprobados por el Código Alimentario Argentino, como distintos tipos de tiburón y de almejas.

Los locales fueron allanados por personal de Unidad Fiscal especializada en materia ambiental (Ufema) porteña, en conjunto con la Ofician de Coordinación Operativa del CIJ, tras la clausura de un local en el barrio de Mataderos que funcionaba como depósito y comercio clandestino de sustancias alimenticias no aptas para el consumo humano y que vertía fluidos contaminantes al exterior.

Se comercializaban productos exóticos en su gran mayoría de procedencia oriental, principalmente especies y alimentos de origen agrícolas y malacológicos, que se encuentran siendo clasificados. Por otra parte se determinó el arrojo indebido de efluentes líquidos conteniendo material orgánico sin su debido tratamiento”, detallaron las fuentes del caso.

En el lugar se encontraron peces como tiburones (protegido por disposiciones nacionales), meros, saracas, lenguados entre otras y moluscos como almejas, caracoles, sepias no contempladas en el código alimentario argentino, todos en mal estado de conservación.

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También había moluscos bivalvos, los que debido a su potencial toxicidad, deben ser extraídos, manipulados y comercializados acorde a la normativa vigente que rige su regulación, dispuestos en el Código Alimentario Argentino (CAA) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Los responsables del operativo advirtieron además que “muchos de los peces se encuentran en peligro de extinción” y destacaron que los comercios “carecían de documentación del retiro y disposición final de los alimentos que comercializaban”.

La investigación comenzó en agosto pasado con el allanamiento de un local gastronómico ubicado en Lisandro de la Torre al 1000, en el barrio de Mataderos, donde los vecinos denunciaron olores nauseabundos y vertidos tóxicos a la vía pública.

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En ese local se comprobó una errónea manipulación de residuos y el arrojo al sistema cloacal de líquidos con grasas y aceites sin tratamiento junto a alimentos no perecederos vencidos, distintos tipos de carnes rojas y blancas en estado de putrefacción.

Además se secuestraron cueros y cuernos de Ciervos Axis Axis, siendo esta una especie protegida por la Ley de Conservación de Fauna Silvestre, como así también cajas con almejas en peligro de extinción.

El fiscal a cargo del operativo Carlos Rolero Santurian, dijo en declaraciones al canal TN que “más allá de la calidad del producto, que pueda estar en condiciones bromatológicas o no para su venta, que en este caso se comprobó que algunos alimentos no estaban en esas condiciones, los productos deben tener un origen determinado, un origen legal y ese origen tiene que ser constatable”.

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El fiscal imputó a los responsables de los establecimientos por ejercicio ilegal de una actividad al comprobarse la afectación ambiental y sanitaria por los arrojos directos a la red pluvial, y por los olores generados.

Además por incluir como actividad habilitada a productos de fauna que no están incluidos en el Código Alimentario, ya sea por el producto en sí mismo, o por las condiciones del mismo por no pasar el control bromatológico.

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