La polémica exposición antivacunas encabezada semanas atrás por la diputada del PRO, Marilú Quiróz, en el Congreso de la Nación, sigue dando que hablar. A diez días de la cuestionada intervención, la biotecnóloga Lorena Diblasi -que participó con un discurso sobre el supuesto “magnetismo” que generaban las dosis contra el Coronavirus en la gente- se contactó con Infobae para referirse al estudio del Conicet publicado por este medio que contradecía sus dichos y que ella misma había tenido en sus manos.
El análisis había sido solicitado por ella y un grupo de investigadores en 2022 para determinar si las ampollas de Sputnik, Módena y Pfizer contenían químicos como el óxido de grafeno, que presuntamente provoca el fenómeno de “imantación” en quienes se inocularon.
El informe determinó que no había, pero sus resultados no fueron incluidos en la extensa exposición que protagonizó Diblasi el pasado 27 de noviembre. En diálogo con Infobae, la mujer aclaró que esto se debió a que no confiaba en el procedimiento utilizado en ese caso y porque, tanto a ella como al resto de sus colegas, “les pareció raro” que no se detectara ningún componente atípico, como ellos esperaban.
“Yo contacté a Leonel Silva -el investigador a cargo del análisis- para que sea perito de parte en una denuncia por lesa humanidad que radiqué contra el Ministerio de Salud de Neuquén en 2021 por las consecuencias de las vacunas. Él hizo el estudio y los resultados se los mandó a mi compañero Martín Monteverde. Él fue el que me dijo que no confiaba en los resultados”, dijo la biotecnóloga.
Según supo este medio, ese análisis del Conicet se realizó con micro-espectroscopía Raman, una técnica científica estándar internacional para la identificación de nanomateriales como grafito, grafeno y óxido de grafeno. El procedimiento consistió en depositar gotas de la solución de las vacunas sobre portaobjetos de vidrio y analizar las partículas presentes. Dio negativo para los componentes buscados.
No obstante eso, para Diblasi existe una presunta conspiración para no dar a conocer la realidad que ella plantea sobre las vacunas. “Yo hablé con Silva tras los resultados y después me dijo que no llamé más porque no quería saber nada con el tema. Eso es grave, ¿entendés? Si una persona me dice así es porque tuvo una bajada de línea", dijo para cuestionar el informe.
En este sentido, la mujer sostiene que tiene otros cuatro estudios realizados posteriormente que le dan la razón sobre la presencia de químicos en las vacunas contra el Coronavirus y que por eso desestima el del Conicet, que además le inició un sumario por irregularidades en sus investigaciones a mediados de este año. “Forma parte de un proceso de persecución y censura”, asegura.
Sobre los informes que la respaldan, ella misma aclara que no están publicados en las revistas científicas de medicina más prestigiosas como The Lancet. “Es porque hay miedo, son cómplices de todo”, justifica la biotecnóloga al respecto, en la misma línea en la que dio su discurso frente a legisladores del Congreso.
En esa misma exposición, mostró cómo a un hombre se le pegaban imanes en el cuerpo producto de la supuesta magnetización de las vacunas. Se trata de José Daniel Fabián, de quien luego circuló que años antes de la pandemia -cuando no se debatía sobre la contundente efectividad de la vacunación para radicar enfermedades- había ido a programas de televisión a mostrar su particular “talento”.
Diblasi desmiente que sea la misma persona, aunque aseguró que ese hombre también debería hacerse un chequeo médico para saber por qué padece esa anomalía. “De mi exposición lo único que mostraban era cuando yo estaba con el pobre de José Daniel Fabián, que todos se burlaron. A nadie le importa que es un ser humano. No tienen amor, no tienen valores, no tienen respeto, se están burlando de un paciente. Eso le pasa a un montón de gente y viene acompañado de daño neuronal”, dijo indignada.
La biotecnóloga insiste en que tiene diversos estudios que demuestran que las vacunas que se aplicó la ciudadanía para combatir al Coronavirus contienen “elementos tóxicos que provocan daños”. Todas estas investigaciones las realizó con médicos y científicos que integran con ella el Movimiento La Resistencia, dedicado a analizar los componentes de las ampollas aplicadas y tóxicos en anestesias y otras vacunas.