El joven cordobés que logró un Récord Guinness en el Aconcagua: los detalles de su hazaña a 6.000 metros de altura

Agustín Raffo, de 30 años, es DJ y realizó su set en la montaña más alta de América del Sur. Cuáles fueron sus sensaciones y cómo se enteró de la noticia

Guardar
Es cordobés, tiene 30 años y logró un Récord Guinness en el Aconcagua, a 6.000 metros de altura

La noticia le llegó el 15 de junio, en plena madrugada, al día siguiente de haber asistido a un recital de Hernán Cattáneo, en Córdoba. Entre los primeros rayos de sol y el eco de la música de la noche anterior, Agustín Raffo se despertó y encontró en su teléfono celular un aluvión de mensajes. Aunque todavía no había chequeado los mails, se imaginó que todas esas felicitaciones de su grupo de trabajo se debían a un solo motivo: había logrado ingresar al Guinness World Records.

“Al final, más allá del certificado y la aventura, lo que te queda este premio es el respeto y la posibilidad de que más gente conozca tu trabajo”, aseguró a Agustín. Este productor musical cordobés batió el Récord Guinness al realizar su set de DJ en el lugar más alto del mundo. Fue a los 6.000 metros sobre el nivel del mar en el Aconcagua.

Esta hazaña se produjo en un momento donde se conmemoran los 70 años del origen de los récords Guinness. De la lista forman parte varios argentinos famosos, pero también gente poco conocida, como este joven de 30 años oriundo de Villa Allende, Córdoba.

Este productor musical, oriundo de Villa Allende. batió el Récord Guinness al DJ set más alto del mundo
Este productor musical, oriundo de Villa Allende. batió el Récord Guinness al DJ set más alto del mundo

Si bien el desafío empezó a gestarse en diciembre de 2023, casi como una broma, una ocurrencia lanzada al aire en medio de una reunión para un proyecto audiovisual, terminó de materializarse en febrero de este año. Agustín había sido contratado para musicalizar un documental sobre dos atletas que intentarían un ascenso de velocidad en el Aconcagua, sin advertir que esa imponente montaña sería el escenario de su estrellato mundial.

“La idea era que yo entendiera el ‘mood’ de la montaña, para poder capturarlo en la música - recordó el joven. Me pidieron que estuviera los 20 días con ellos en el campamento base Plaza de Mulas. Y así conocer de primera mano el entorno”, agregó.

Mientras buscaban ideas en internet, descubrieron que los DJs británicos Genix e Ian Kerr habían realizado una sesión a 5.590 metros de altura en el Himalaya. “¿Y si aprovechamos y batimos ese récord también?”, le propusieron a Agustín sus compañeros entre risas y miradas cómplices, sabiendo que el reto era enorme.

La hazaña se gestó mientras Agustín y sus compañeros grababan un documental sobre dos atletas que hicieron un asecenso de velocidad en el Aconcagua
La hazaña se gestó mientras Agustín y sus compañeros grababan un documental sobre dos atletas que hicieron un asecenso de velocidad en el Aconcagua

“No era solo ponerme los auriculares y darle play. Yo no estaba físicamente preparado para escalar tantos metros así que me puse a entrenar a contrarreloj y a andar en bicicleta para soportar las extremas condiciones de altura”, explicó.

El 10 de febrero, Agustín y su equipo empezaron el ascenso. Fue una travesía de 20 días. Con él viajaban deportistas, porteadores, camarógrafos y los guías, hasta alcanzar el campamento Cólera, el último antes de la cumbre del Aconcagua. “Dormir ahí es durísimo, casi imposible, con temperaturas que llegan a 20 grados bajo cero. No importa cuánto te esfuerces, la altitud te pasa factura. Pero ahí estábamos, a seis mil metros, rodeados de montañas y listos para el desafío”, dijo al revivir la mezcla de emoción y temor que lo invadía.

Luego de pasar tres días en ese campamento, llegó el momento de registrar ese hito. El set debía durar al menos quince minutos, pero en su mente rondaba otra preocupación: la hipoxia. A esa altitud, el cerebro recibe menos oxígeno y cualquier esfuerzo extra, incluso mental, puede causar un agotamiento que él describió como “sentir que no estabas al cien, como si el cuerpo reaccionara con segundos de atraso”.

Agustín se enteró que ingresó al Libro de los Guinness en el mes de junio, cuando recibió un mail de la organización
Agustín se enteró que ingresó al Libro de los Guinness en el mes de junio, cuando recibió un mail de la organización

El día se prestó y el sol los acompañó durante la jornada de grabación. Mientras los camarógrafos filmaban cada segundo en una toma continúa, el director del documental operaba la cámara sin perder detalle. Además, otra cámara cubría la toma desde un ángulo diferente, y todos trabajaban en conjunto para capturar el esfuerzo de un DJ batallando contra la montaña.

“Empecé con Deep House y temas progresivos, pero como la altura no perdona y tuve que ir cambiando la música según lo que me permitía la cabeza. No fue un set perfecto, pero ahí, en el techo de América, era suficiente”, explicó Agustín, con la satisfacción de quien sabe que lo dio todo.

“Este logro fue de todo el equipo, no solamente mío Sin ellos hubiese sido imposible hacer lo que nos habíamos propuesto. Los mismos técnicos que participaron del documental fueron los que grabaron mi set”, enfatizó.

Ese mismo día, el equipo comenzó el descenso con una marcha lenta y cuidadosa que parecía eterna. “Si te caes o te golpeas a esa altura, las posibilidades de que el rescate llegue a tiempo son mínimas”, comentó Agustín, reconociendo que la adrenalina del momento lo mantuvo alerta hasta que finalmente alcanzaron el campamento base. Pero todavía faltaba que Guinness aprobara oficialmente la hazaña, y con ello, el inicio de una espera de cuatro meses que pondría a prueba su paciencia.

Agustín mostró el certificado del Guinness en sus redes sociales @daag.music
Agustín mostró el certificado del Guinness en sus redes sociales @daag.music

“Para lograr el récord, hay que cumplir un protocolo riguroso que incluía llevar un altímetro certificado, registrar cada segundo en una toma de video ininterrumpida y contar con al menos diez testigos en el lugar”, especificó.

Más allá de lo que muchos creen, el título de récord Guinness no vino acompañado de recompensas ni de un cheque de reconocimiento. Sin embargo, el certificado enmarcado y el nombre estampado en el registro oficial significan una huella imborrable en su carrera.

Sus redes sociales comenzaron a llenarse de comentarios y reacciones, y su familia y amigos no tardaron en compartir el video de YouTube en el que se documenta su hazaña. El boca a boca hizo su trabajo, y pronto, Agustín empezó a recibir mensajes de jóvenes DJs y productores que le expresaban su admiración.

“Me llegaron mensajes de chicos de todos lados, incluso de otros países. Creo que es el primer récord Guinness que alguien logra en este ámbito desde Argentina y en una disciplina tan loca como esta. Nunca pensé que hacer esto podría motivar a otros a buscar su propio récord, o al menos a intentar algo fuera de lo común”, comenta Raffo, como quien se sorprende ante la trascendencia de su récord.

"Highest altitude DJ set on land - Guinnes Wordl Records", así figura en la página oficial la hazaña de Agustín

Con el certificado colgado en la pared, Agustín ya empezó a reflexionar sobre la permanencia de su logro. Sabe que romper récords es una competencia sin fin y que siempre puede aparecer alguien dispuesto a desafiarlo. “Podría durar año o ser roto la siguiente temporada de escalada. Quizá llegue otro DJ más entrenado, o un atleta que mezcle música y deportes extremos, y lo intente. Pero sé que lo que logramos como equipo fue único y no es algo tan sencillo de concretar”, se esperanzó.

“Fueron 20 días helados en la montaña hostil, celebrando la música, el deporte, el trabajo en equipo y la majestuosidad de nuestra tierra. Nos divertimos mucho en esta aventura de altura, y se le dedicamos este récord a la gente que sigue su instinto de soñar y hacer”, remarcó Agustín, quien se convirtió en un referente para quienes buscan romper esquemas y mezclar disciplinas aparentemente irreconciliables.

Con más de una década de trayectoria, Agustín es conocido en el ambiente de la música electrónica como Daag. Arrancó como bateristas y luego se volcó a la composición, hasta llegar a tejer paisajes sonoros intrincados que desafían los géneros establecidos. En 2014, Agustín recibió el apoyo de Moby, quien seleccionó su remix para formar parte de su álbum. Esta colaboración subrayó aún más su habilidad y talento.

“Mis sesiones no son simples actuaciones. Son experiencias inmersivas meticulosamente diseñadas para contar historias a través del sonido. Evito los límites convencionales de género, profundizo en el ámbito del estado de ánimo y la emoción, llevando a los oyentes a viajes transformadores”, concluyó Agustín sobre su trabajo mientras invita al público en general a disfrutar de su Récord Guinnes a través de sus redes @DAAGmusic.

Guardar