En Avellaneda y Nazca “lotean” las veredas y se las alquilan a los manteros

Una nueva modalidad se impone en la zona comercial de Flores: demarcan con cintas los lugares que alquilan a los vendedores ilegales. Los comerciantes están cansados y aterrados porque reciben amenazas. Y temen que para las época de Navidad, la situación se descontrole

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Las zonas marcadas por las organizaciones que controlan la venta ilegal. A la derecha, un argentino que las integra huye ante el escrache de un vecino
Las zonas marcadas por las organizaciones que controlan la venta ilegal. A la derecha, un argentino que las integra huye ante el escrache de un vecino

Se aproximan las fiestas y la zona comercial de Flores promete convertirse en un infierno. Los vecinos de Avellaneda y Nazca, que pensaban que ya lo habían visto todo, el martes alrededor de las 9 de la mañana, una hora antes que abrieran los comercios, asistieron a una escena increíble: el loteo de las veredas. Ocurrió en Aranguren entre Helguera y Argerich. Estela salía del PH que alquila para tomar el colectivo e ir a trabajar y encontró a un vendedor senegalés con una cinta aisladora blanca delimitando con cuadrados y rectángulos el espacio que cada mantero podía ocupar. “Un poco más tarde apareció un argentino, pinta de barrabrava con un tatuaje en la pierna y un senegalés al que le decía en qué lugar podía ofrecer la mercadería”, contó Oscar, otro vecino de la cuadra a Infobae. “Es evidente que estaban alquilando la vereda, por eso la fraccionaban”, agregó un comerciante que se dedica a la venta de ropa de hombre. Parecía la imagen de un loteo de un predio cuando el arquitecto demarca los terrenos para vender”.

“Todo ocurrió delante de la policía y no hicieron nada, ninguno movió un dedo”, denunció el comerciante aterrado, al mismo tiempo que clamó que no se revele su nombre. “Se toman venganza por nada, pasan con la moto, te tiran una piedra, te rompen la vidriera y son 150 mil pesos que tengo que poner de mi bolsillo”, graficó. “A medida que nos acercamos a las fiestas el metro cuadrado de vereda cotiza más alto en esta zona por eso delimitan cada espacio” agregó con bronca el hombre. “Las grescas son cada vez peores, y sobre todo entre los inmigrantes sudamericanos, que también quieren su espacio. El truco es siempre el mismo: arman el cuadrado entre dos comercios y cuando les vas a reclamar te dicen: el negocio del lado me autorizó, cosa que no es así pero no queremos peleas”.

En la zona comercial de Flores la modalidad de delimitar las veredas y alquilarlas a manteros se incrementa

La escena indignó tanto a los vecinos que uno de ellos llamó al 911 y a media mañana llegaron un grupo de inspectores de la Agencia Gubernamental de Control a sacar las cintas. “Tipo 11, después que apareciera un grupo más grande marcando como si fuera un barrio cerrado donde se fraccionan lotes para vender, aparecieron los de chaleco amarillo del Gobierno de la Ciudad echando a los manteros que se habían puesto en la vereda par y los mandaron a la vereda del frente, pero no los echaron del todo”, agregó un comerciante de la cuadra.

“Esta vez se zarparon”, dice el hombre indignado. “Nos quejamos con la policía pero no hacen nada. Ellos dicen que tienen la orden de desalojar solamente la esquina de Avellaneda y Nazca por un tema visual. El tema es que se fueron a las calles paralelas como Bacacay o Aranguren. Esto es como cuando toman un terreno, si tenés una casilla es fácil de sacar, si te armaron cincuenta es un problema y acá pasa lo mismo”, sentencia.

A pesar de las promesas oficiales, la venta en las veredas continúa

Según el estudio realizado por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires, FECOBA en estos momentos hay aproximadamente 450 manteros en la zona. Pero temen que con la llegada de la Navidad vuelva a haber 5000 como ocurrió el año pasado.

“Lo que está pasando es que quieren ocupar por la fuerza la calle Aranguren”, explicó a Infobae Emiliano Iglesias, Presidente de la Asociación de Comerciantes de la Av Avellaneda (ACOMA). “Esto comenzó el lunes, se aproximan las fiestas y ellos quieren trabajar sí o sí ilegalmente, ocupando el espacio público. El año pasado cuando llegó diciembre también delimitaban los espacios con cintas sobre la calle Bogotá. Ahora el problema es Bacacay que está plagada de manteros y van por Aranguren”, añadió el empresario textil.

Con cinta, uno de los "lotes" reservados para un mantero
Con cinta, uno de los "lotes" reservados para un mantero

“Nosotros le fuimos a plantear al Ministro de Justicia y Seguridad Marcelo Dalessandro que no queremos que suceda lo del año pasado” contó Iglesias. “Me acuerdo que estábamos desesperados porque por la cuarentena habíamos tenido los negocios cerrados, pedimos que se peatonalice Bogotá antes de las compras navideñas para que la gente tenga mayor circulación y directamente los manteros coparon las calles. La hicieron peatonal los vendedores ilegales. Tuvieron mas fuerza que nosotros que somos los que pagamos nuestros impuestos. Nosotros le dejamos algo al país, ellos no le dejan nada”, sentenció.

Infobae recorrió toda la zona y es difícil que un comerciante quiera hablar. Están todos amenazados. La contextura física de los manteros los amedrenta y no confían en la policía que mandan al lugar.

“Si no hay voluntad política, es muy difícil tratar con estos muchachos”, afirma Iglesias. “Nosotros no queremos dejar sin trabajo a nadie, pero tampoco podemos dejar que ocupen ilegalmente la calle”, agregó muy angustiado.

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