¿Qué le pasa al cuerpo cuando se come picante?

La sensación característica al ingerir este tipo de alimentos está dada por la capsaicina, un compuesto químico presente en algunas especies de ajíes, chiles o pimientos. ¿Hay contraindicaciones para su consumo? Qué opinan los expertos

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Comer picante puede producir diversas reacciones fisiológicas, por ejemplo, hormigueo en la lengua y los labios, o sudoración (Getty)
Comer picante puede producir diversas reacciones fisiológicas, por ejemplo, hormigueo en la lengua y los labios, o sudoración (Getty)

Por gusto personal o tradición, muchas personas a lo largo y ancho del mundo comen a diario alimentos picantes. El sabor característico de los ajíes, chiles y pimientos, así como de los condimentos derivados de éstos proviene de la capsaicina, un compuesto químico presente en estas especies vegetales.

Sin embargo, por más que se trate de alimentos naturales, y si bien hay quienes les adjudican algunos beneficios a la salud ingerir este tipo de alimentos, los especialistas aseguran que comerlo en exceso puede ser perjudicial.

¿Qué provoca el picante en el cuerpo?

El fisiólogo estadounidense David Julius ganó el Premio Nobel de Medicina por hallar el mecanismo que desencadena en el cuerpo el consumo de picante (Imagen Ilustrativa Infobae)
El fisiólogo estadounidense David Julius ganó el Premio Nobel de Medicina por hallar el mecanismo que desencadena en el cuerpo el consumo de picante (Imagen Ilustrativa Infobae)

David Julius es fisiólogo de la Universidad de California, en San Francisco, y reconoció que “comer picante puede producir diversas reacciones fisiológicas, por ejemplo, hormigueo en la lengua y los labios, o sudoración”.

“A todos nos gustan las experiencias sensoriales; la comida picante hace la vida más interesante”, señaló Julius a The New Times, para quien “no todas las reacciones posibles son bienvenidas, ni siquiera para quienes disfrutan su sabor”.

Básicamente, lo que sucede cuando la capsaicina presente en estos alimentos llega a la boca, es que activa los receptores de potencial transitorio V1 (TRPV1 por sus siglas en inglés), unas proteínas que forman parte del sistema nervioso y cuya función en la boca es detectar la sensación de dolor cuando algo está muy caliente.

Y debido a que la capsaicina encaja perfectamente con esos receptores es que provoca la sensación de que se quema la boca.

Esta respuesta innata, destinada a proteger al organismo de alimentos o bebidas calientes, pone en marcha una serie de reacciones en cadena, que incluyen desde la producción de saliva hasta el enrojecimiento de la piel y la transpiración, pasando por la dilatación de los vasos sanguíneos para liberar calor.

¿Qué provoca el picante en el cerebro?

La unión de la capsaicina con los receptores TRPV1 envía una señalal cerebro para que el cuerpo se deshaga del calor (Imagen Ilustrativa Infobae)
La unión de la capsaicina con los receptores TRPV1 envía una señalal cerebro para que el cuerpo se deshaga del calor (Imagen Ilustrativa Infobae)

Julius, el experto estadounidense antes citado, fue quien descubrió este mecanismo por el que la capsaicina se une a esos receptores cuando se comen alimentos picantes y envía una señal de dolor al cerebro. El hallazgo le valió el Premio Nobel de Medicina en 2021.

Y según le explicó al diario The New York Times, “la capsaicina engaña al cuerpo haciéndole creer que la temperatura ha subido, por lo que el cerebro piensa que debe deshacerse del calor”. Y eso en los seres humanos, sucede “sobre todo a través del sudor”, señaló.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de comer picante?

En el marco de una alimentación equilibrada, comer picantes mejora la composición de la microbiota (Europa Press)
En el marco de una alimentación equilibrada, comer picantes mejora la composición de la microbiota (Europa Press)

En una nota con Infobae, la médica especialista en Medicina Interna y Nutrición e integrante del Grupo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Marianela Aguirre Ackermann (MN 151.867) reconoció que “los picantes, ajíes o chiles picantes tienen beneficios. Pero también hay riesgos y por eso hay que tomar precauciones y consumirlos con cuidado”.

Y en ese sentido, enumeró algunos de los beneficios conocidos:

  • Mejoran el metabolismo y ayudan a controlar el peso
  • Dan saciedad
  • Regulan el colesterol
  • Mantienen controlada la presión arterial
  • Controlan la diabetes tipo 2
  • Mejoran la composición de la microbiota intestinal
  • Tienen propiedades antiinflamatorias

Sin embargo, la experta advirtió que “el consumo de picantes con capsaicina debe hacerse en el marco de un plan de alimentación con equilibrio y un estilo de vida saludable”.

Asimismo, un estudio publicado en la revista Hypertension reveló que el consumo de chile, ajíes o pimientos estaba relacionado con una reducción de la acumulación de calcio en las paredes de las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón.

¿Hay contraindicaciones para el consumo del picante?

Las personas que padecen úlcera gastroduodenal son algunas de las que deben evitar el consumo de picantes (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las personas que padecen úlcera gastroduodenal son algunas de las que deben evitar el consumo de picantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá de los beneficios vistos, comer picantes en exceso puede implicar riesgos que se deberían tener en cuenta, según diferentes expertos en nutrición.

Según una publicación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), “en personas sanas, el consumo excesivo de alimentos picantes puede perjudicar la mucosa del tracto gastrointestinal propiciando náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras, diarreas y hemorroides”.

En ese sentido, algunos estudios relacionaron el abuso a largo plazo de la capsaicina con el cáncer de estómago.

Por lo que los expertos recomiendan que deben evitar el consumo de picante las personas que sufren:

  • Úlcera gastroduodenal
  • Gastritis
  • Síndrome de intestino irritable
  • Reflujo gastroesofágico
  • Hemorroides
  • Problemas hepáticos
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia
  • Niños menores de seis años
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