El gobierno bonaerense tiene su propio protocolo para los adultos mayores: las diferencias con la ciudad de Buenos Aires

La medida fue anticipada por Axel Kicillof y se publicó en el Boletín Oficial. En el marco de las políticas para evitar la propagación del coronavirus, son recomendaciones generales para las personas mayores de 60 años

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El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Salud, Daniel Gollán
El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Salud, Daniel Gollán

El gobierno bonaerense elaboró un protocolo para los adultos mayores que, a diferencia de lo dispuesto por la ciudad de Buenos Aires, no será restrictivo ni establece la necesidad de comunicarse a un número para notificar una salida a la calle. La medida fue anticipada hoy por Axel Kicillof durante una conferencia de prensa, se publicó en el Boletín Oficial y, en el marco de las políticas para evitar la propagación del coronavirus, son recomendaciones generales para la prevención y el control.

En primer lugar, en el ámbito porteño, la resolución que agravó el aislamiento rige para los mayores de 70 años, mientras que el nuevo protocolo de Buenos Aires baja 10 años esa franja y propone acciones para los personas mayores de 60 años, quienes “forman parte de la población de mayor riesgo de presentar formas graves, complicaciones y muertes por COVID-19, y a esto se agrega la presencia de comorbilidades que aumentan este riesgo y diferentes condiciones de movilidad que podrían afectar su adecuado desplazamiento y autonomía”, según se estableció en los fundamentos de la medida.

En cuanto a las recomendaciones, las autoridades bonaerenses solicitan que permanezcan en el domicilio la mayor parte del tiempo y minimizar el contacto social; evitar contacto con personas con síntomas respiratorios o personas que volvieron de zonas afectadas en los últimos 14 días; no asistir a actividades sociales, lugares de alto tránsito y aglomeración de personas; lavado frecuente de manos; ventilación frecuente de espacios; y limpieza frecuente de ambientes y superficies.

Por otro lado, a pesar de la críticas, y con modificaciones con relación al anuncio de la semana pasada, el gobierno porteño puso en vigencia la resolución que obliga a los mayores de 70 años a comunicarse con el servicio de atención ciudadana (número 147) antes de salir de sus casas, aviso que tendrá una vigencia de 48 horas.

En la provincia de Buenos Aires, además, se recomienda el uso de la receta electrónica como instrumento que facilita el acceso y continuidad de los tratamientos de pacientes crónicos, y que la vacunación de este grupo de riesgo sea casa por casa, utilizando bases de datos disponibles de programas sanitarios, centros de jubilados, direcciones de tercera edad, entre otros.

Con relación a los geriátricos, el nuevo protocolo dispone un paquete de medidas para poder funcionar medio de la pandemia, como la recomendación de prohibir el ingreso y egreso a toda persona que no trabaje en el lugar, y que los residentes mantengan contacto con sus familiares a través de videollamadas o llamadas telefónicas.

También que se tome la temperatura corporal al personal que ingrese, que deberá usar todos los elementos de protección personal. “Dentro de lo posible (se recomienda) clausurar las zonas comunes para disminuir al máximo la interacción entre los residentes, pudiendo plantearse como alternativa la organización de turnos que permitan mantener una distancia de seguridad entre los residentes de al menos 1 metro y con una limpieza oportuna al finalizar cada turno”.

Ante la posibilidad de la detección de un caso positivo dentro de un geriátrico, no se recomienda el cierre preventivo del establecimiento, sino que establece una serie de pautas a seguir.

La polémica en torno al cuidado de los adultos mayores comenzó la semana pasada, cuando el gobierno porteño anunció el polémico Permiso de Circulación obligatorio y específico para los mayores de 70 años. La intención era que esa herramienta los disuadiera de salir a la calle y garantizara el distanciamiento preventivo ante posibles contagios, y se establecería el cobro de multas si la persona era detenida en la vía publica sin aquel certificado.

No bien se conoció la noticia, el arco de críticas fue amplio, desde el defensor de la tercera edad, Eugenio Semino, hasta actrices y un nutrido grupo de intelectuales, quienes se refirieron a la medida como "discriminación y maltrato”.

Por este motivo, el gobierno porteño resolvió flexibilizar la medida y aclaró que no habrá multas ni sanciones. “No los vamos a multar ni a controlar: los estamos cuidando. Y los estamos acompañando, brindándoles ayuda para que no les falte nada”, explicaron funcionarios de la Ciudad durante el fin de semana.

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