La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) condenó de manera enérgica el atentado armado perpetrado contra Anthony Rumiche, periodista del Callao, ocurrido tras la publicación de investigaciones periodísticas sobre presunta corrupción y cuestionamientos a la gestión del gobernador regional Ciro Castillo, actualmente prófugo de la justicia. Para la ANP, este ataque representa una grave amenaza a la libertad de prensa y confirma el alto riesgo al que están expuestos los comunicadores que fiscalizan el ejercicio del poder en el país.
La organización gremial alertó que lo sucedido a Rumiche “no constituye un hecho aislado”, sino parte de una preocupante escalada de violencia contra la prensa peruana en los últimos meses. Remarcó que episodios como este deben ser asumidos por las autoridades como atentados directos al derecho de la ciudadanía a estar informada y como señales inequívocas de la fragilidad de la democracia peruana. Desde la ANP subrayan que la respuesta estatal debe estar a la altura de la gravedad de la situación.
La ANP resaltó la valentía y compromiso de Anthony Rumiche con la función periodística, al tiempo que exigió garantías efectivas para su integridad física y el cese de represalias contra periodistas que abordan casos de corrupción o crimen organizado. “El periodismo de investigación cumple una función social esencial y no puede ser objeto de represalias violentas”, precisó la organización en su comunicado. Asimismo, reiteró que velar por la seguridad de los comunicadores constituye un deber ineludible para el Estado.
Finalmente, la institución hizo un llamado de solidaridad con Rumiche y todos los periodistas agredidos en el país, instando a ciudadanos, organizaciones y medios a no permitir la normalización de la violencia contra la prensa. El gremio subrayó que sólo una condena firme y acciones coordinadas podrán evitar que la impunidad continúe alimentando ataques de esta naturaleza.
Atentado contra Anthony Rumiche
El atentado contra Anthony Rumiche Rodríguez, de Prensa Callao TV, ocurrió la noche del 19 de diciembre en la cuadra tres del Jirón Marañón, Callao. El periodista relató que se encontraba en su vivienda cuando tres sujetos a bordo de motocicletas, apoyados por un automóvil rojo que merodeó la zona previamente, dispararon 20 veces contra su vehículo estacionado frente a la casa. El ataque fue registrado por cámaras de seguridad, que revelan que los agresores “aguardaron que la zona estuviese libre de efectivos policiales para ejecutar su acto”.
Horas antes del atentado, Rumiche halló su auto con las cuatro llantas reventadas en el frontis de una institución, luego de cubrir una conferencia de prensa sobre temas vinculados a la gestión regional. Allí cuestionó la metodología de las preguntas y la idoneidad de funcionarios investigados, lo que incrementó el ambiente de hostilidad en su contra.
“Hoy día se hizo la publicación. Horas después me atacan de esa forma. Entonces, yo sí sospecho que ese ataque viene por parte personal del Gobierno Regional del Callao”, declaró.
El periodista vinculó estos ataques con sus recientes investigaciones sobre el presunto uso irregular de fondos públicos en campañas políticas y la denuncia de una supuesta organización criminal encabezada por autoridades regionales. Ante el peligro, Rumiche formalizó la denuncia ante la comisaría local y el Ministerio Público, y solicitó garantías personales para su protección. No es la primera vez que enfrenta represalias por ejercer el periodismo de investigación en la zona.
La ANP reclama diligencia y justicia ante la violencia contra la prensa
Frente a este grave atentado, la ANP exigió a la Policía Nacional del Perú y al Ministerio Público actuar “con la máxima diligencia y celeridad” para identificar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales. Según la ANP, debe priorizarse la línea de investigación vinculada a la labor periodística de Rumiche, por considerarla el principal móvil del ataque: “La impunidad frente a estos hechos solo profundiza el clima de violencia y vulnera gravemente la libertad de prensa y el derecho de la ciudadanía a estar informada”.
“Este grave hecho no es aislado. Ocurre en un contexto alarmante de escalada de violencia contra la prensa, en un mismo mes en el que un periodista fue asesinado en Pacasmayo y otro permanece en estado crítico tras un atentado armado en Aguaytía, evidenciando el alto riesgo que enfrenta hoy el ejercicio del periodismo en el país”, indica el pronunciamiento.
El ataque contra Rumiche ocurre en un contexto alarmante: durante el último año, el Perú ha registrado agresiones y asesinatos de varios periodistas en distintas regiones. El caso de Juan Fernando Núñez Guevara en Pacasmayo, el atentado contra Mitzar Castillejos en Aguaytía y los crímenes en Ica e Iquitos configuran un patrón de violencia selectiva, especialmente contra comunicadores que investigan corrupción y crimen organizado. Organizaciones periodísticas y de derechos humanos advierten sobre la creciente indefensión y los graves riesgos para la prensa regional.
La ANP situó el caso Rumiche dentro de una “escalada sostenida de atentados”, donde actuaciones como la del periodista chalaco resultan incómodas para estructuras de poder y organizaciones criminales. Insistió en que el esclarecimiento de estos hechos y la sanción de los responsables deben ser una prioridad para el sistema judicial y policial, evitando así que continúe el ciclo de hostigamiento y represión contra quienes fiscalizan lo público.
ANP exige acciones para garantizar la seguridad y libertad informativa
En su pronunciamiento, la Asociación Nacional de Periodistas advirtió que la impunidad frente a la violencia contra reporteros contribuye a incrementar el clima de inseguridad y amenaza tanto la libertad de prensa como el derecho fundamental de la sociedad a la información. “Advertimos que hechos como este constituyen no solo una amenaza al periodista Rumiche, sino a todo el periodismo regional y nacional, así como al derecho ciudadano a estar informado”, resaltó la organización.
La ANP aseguró que la continuidad y falta de respuesta ante estos hechos alienta la repetición de ataques y el crecimiento de la autocensura, debilitando el papel de la prensa como herramienta de fiscalización y transparencia. Insistió en que “la libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia” y que “el ejercicio periodístico no puede desarrollarse en un ambiente de hostilidad e impunidad”.
Finalmente, la organización gremial renovó su respaldo al trabajo de Anthony Rumiche y todos los comunicadores en situaciones de riesgo, e instó a la ciudadanía y las instituciones nacionales e internacionales a rechazar cualquier manifestación de violencia contra la prensa. “El acceso pleno y seguro a la información es esencial para la sociedad. El Estado tiene la obligación de proteger a quienes, con su labor, resguardan el debate público y la democracia”, concluyó la ANP en su comunicado.