La higiene bucal es fundamental para mantener dientes y encías saludables en todas las etapas de la vida. El Ministerio de Salud (Minsa) señala que más del ochenta por ciento de peruanos presenta caries dental en algún momento, una enfermedad que puede prevenirse con buenos hábitos de limpieza. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recuerda que una adecuada salud bucal no solo evita el mal aliento y la pérdida de piezas dentales, sino que también reduce el riesgo de infecciones que pueden afectar otras partes del cuerpo.
Aunque el cepillado y el uso de hilo dental son esenciales, no son suficientes por sí solos. Para una correcta prevención, es necesario realizar una limpieza dental profesional de manera regular. Esta práctica elimina la placa y el sarro que no se pueden retirar en casa y previene enfermedades como la gingivitis y la periodontitis.
Cada cuánto tiempo se debe hacer una limpieza dental
La frecuencia ideal para una limpieza dental varía según las necesidades de cada persona, pero en general se recomienda acudir al dentista cada seis meses. Esta periodicidad permite mantener los dientes libres de acumulación de sarro y facilita detectar problemas en etapas tempranas. En personas con buena higiene oral y bajo riesgo de caries o enfermedades de encías, el odontólogo puede sugerir una limpieza anual.
Sin embargo, quienes presentan mayor riesgo dental deben realizarse limpiezas con más frecuencia. Entre estos factores se encuentran el consumo frecuente de azúcar, fumar, padecer enfermedades de encías, tener antecedentes de caries recurrentes o producir poca saliva. En estos casos, la limpieza puede recomendarse cada tres o cuatro meses para evitar complicaciones. El criterio profesional es clave, ya que el dentista evalúa la condición de la boca y determina el intervalo más adecuado.
La limpieza dental
La limpieza dental profesional, también conocida como profilaxis, es un procedimiento que elimina la placa bacteriana y el sarro que se acumulan en dientes y encías. A diferencia del cepillado diario, esta limpieza permite alcanzar zonas profundas donde el cepillo no llega.
El procedimiento suele comenzar con una evaluación general de la boca. Posteriormente, el odontólogo usa instrumentos especiales para desprender el sarro adherido a los dientes, tanto por encima como por debajo de la línea de las encías. El uso de ultrasonido es común, ya que facilita retirar el cálculo sin dañar el esmalte.
Después de esta fase, se realiza un pulido dental con una pasta especial que elimina manchas superficiales y deja la superficie de los dientes más lisa, lo que dificulta la adherencia de nueva placa bacteriana. Algunos dentistas aplican también flúor para reforzar el esmalte y disminuir el riesgo de caries.
La limpieza dental es un procedimiento rápido, generalmente indoloro y no requiere tiempo de recuperación. Además de mejorar la apariencia de los dientes, reduce la inflamación de las encías, previene infecciones y ayuda a mantener un aliento fresco.
Limpieza dental cuando tienes brackets
Las personas que usan brackets tienen un riesgo mayor de acumular placa y sarro debido a que los aparatos ortodónticos dificultan el cepillado. Los restos de comida pueden quedarse atrapados entre los brackets y los arcos, lo que aumenta la probabilidad de caries, inflamación de encías y manchas.
Debido a esto, los especialistas recomiendan que quienes usan brackets se realicen una limpieza dental profesional cada tres meses. Esta frecuencia permite remover la acumulación que es difícil de retirar en casa y mantener las encías saludables durante el tratamiento ortodóntico. En algunos pacientes con inflamación frecuente o riesgo elevado, el dentista podría sugerir limpiezas aún más frecuentes.
Además de las limpiezas profesionales, es importante que las personas con brackets lleven una rutina de higiene más estricta. Esto incluye el uso de cepillos interproximales, hilo dental especial para ortodoncia y enjuagues antibacterianos.