El Congreso de la República tenía previsto iniciar a las 15:00 horas de este jueves 4 de septiembre la sesión extraordinaria en la que el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, y el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez-Reyes, sustentarían el proyecto de Ley de Presupuesto 2026. Sin embargo, la cita se vio retrasada por la llegada tardía de un número considerable de parlamentarios, lo que impidió alcanzar el quórum necesario para dar inicio a la jornada.
Tanto Arana como Pérez-Reyes se encontraban puntualmente en la sala de embajadores antes de la hora señalada, listos para exponer ante el Pleno los detalles del presupuesto del próximo año, que asciende a S/ 257.562 millones. No obstante, la ausencia de más de la mitad de legisladores obligó a extender la espera, generando malestar en algunos congresistas y en la propia Mesa Directiva.
Retraso por falta de quórum
El hemiciclo presentaba un panorama inusual: extensas filas de escaños vacíos y una lenta llegada de representantes. Según el reglamento, de los 130 congresistas electos, al menos 66 debían estar presentes para iniciar la sesión, pero hacia los primeros minutos de la tarde apenas se contabilizaban alrededor de 50. La situación llevó a que desde la Mesa Directiva se evaluara la posibilidad de suspender momentáneamente la sesión y continuar la convocatoria a los ausentes.
Aunque algunos parlamentarios llegaron puntuales, como los integrantes de Fuerza Popular Martha Moyano, Alejandro Aguinaga, Juan Carlos Flores, Arturo Alegría y Jorge Bustamante, se trataba de solo cinco de los casi veinte que conforman la bancada. En el caso de Avanza País y Renovación Popular, se registró la asistencia de Alejandro Muñante y Diana González. El presidente de la Comisión de Presupuesto, Alejandro Soto, también estuvo presente, dado que su grupo de trabajo será el encargado de revisar a detalle el proyecto remitido por el Ejecutivo.
Un presupuesto mayor al de 2025
El proyecto de presupuesto para el año fiscal 2026 asciende a S/ 257.562 millones, lo que representa un incremento de 2,2% respecto al monto aprobado para el 2025. El documento fue aprobado en Consejo de Ministros el pasado 27 de agosto y presentado oficialmente al Parlamento el sábado 30 del mismo mes junto con las iniciativas de Equilibrio Financiero y Endeudamiento del Sector Público.
De acuerdo con el Ejecutivo, la propuesta se elaboró bajo criterios de descentralización y sostenibilidad fiscal, con una meta de déficit equivalente al 1,8% del PBI. En esa línea, los recursos destinados a los gobiernos regionales aumentan en 8,6% y los de los gobiernos locales en 3,0%, incluyendo el fortalecimiento del Fondo de Compensación Municipal (Foncomun).
Sectores priorizados
Entre las principales partidas destaca educación, con S/ 19.658 millones para remuneraciones docentes y S/ 423 millones para culminar el Proyecto Escuelas Bicentenario. En salud se asignan S/ 2.229 millones para modernizar hospitales y S/ 2.535 millones para asegurar la continuidad del aseguramiento universal.
En transporte, el presupuesto contempla S/ 2.695 millones para la ejecución de las Líneas 1 y 2 del Metro de Lima y Callao, además del inicio de las Líneas 3 y 4 y la construcción del Ferrocarril Lima-Ica. Para reforzar la seguridad ciudadana, se destinan S/ 5.140 millones a intervenciones policiales y S/ 1.009 millones a investigación criminalística y equipamiento especializado.
Próximos pasos en el Congreso
Tras la exposición del premier y del ministro de Economía, el proyecto será remitido a la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República, presidida por Alejandro Soto Reyes. Este grupo de trabajo tendrá la tarea de analizar, debatir y elaborar un dictamen que posteriormente será discutido en el Pleno para su eventual aprobación hacia fines de noviembre.
El retraso en la sesión de este jueves puso en evidencia las dificultades para lograr la asistencia presencial de los legisladores, muchos de los cuales suelen seguir las actividades de manera virtual. La expectativa ahora recae en el inicio formal del debate, donde el Ejecutivo deberá defender la viabilidad de su propuesta frente a un Parlamento que se muestra dividido y con bancadas que ya adelantan observaciones al reparto de recursos.