La presencia de Samuel Ordóñez en el despacho de la congresista Magaly Santistevan ha generado denuncias de acoso y abuso de autoridad. Trabajadores y asesores han relatado que Ordóñez, sin ser parlamentario, tomó decisiones administrativas y laborales dentro del despacho, afectando la dinámica y el clima laboral.
Según testimonios y documentos revisados por el dominical Panorama, el esposo de la legisladora utilizó su cercanía con la congresista para imponer control sobre el personal, generar conflictos y despedir a empleados. Los relatos señalan que estas acciones se prolongaron durante meses, dejando un ambiente de temor y presión constante.
Hostigamiento y abuso de autoridad
Roxana Dióces, exasesora del despacho de Santistevan, relató que Ordóñez exigía información sobre la ubicación y actividades de los trabajadores y supervisaba sus acciones como si fuera el jefe del despacho. “Nos llamaba y nos decía que necesitábamos lealtad y transparencia, pero bajo amenazas de prensa”, indicó. Los testimonios confirman que el control que ejercía sobre el personal incluía presiones directas, difamación y amenazas.
Otra trabajadora, Edith Lorenzo, envió una carta notarial a Ordóñez exigiendo el cese de hostigamiento y violencia psicológica. La misiva, revisada por el programa dominical mencionado, detalla episodios de agresión y acoso, así como la colocación de carteles difamatorios en la vía pública.
Despidos y temor entre el personal
Los testimonios indican que Ordóñez tomó decisiones sobre la continuidad de los empleados en el despacho. Rolando Tamani, extrabajador, fue uno de los afectados, según relataron colegas. Las fuentes sostienen que los despidos respondían tanto a celos como a la percepción de Ordóñez sobre el desempeño de los trabajadores.
Varios empleados consultados por Panorama señalaron que la presión del esposo de la congresista generaba miedo constante y que, ante su influencia, muchos optaron por renunciar. Los documentos internos y conversaciones revisadas refuerzan la acusación de que Ordóñez operaba como autoridad dentro del despacho.
Congresista Santistevan niega intervención
La congresista Magaly Santistevan, consultada por Panorama, negó que su esposo haya tomado decisiones en su despacho. “Las decisiones de mi oficina las tomo personalmente. No hay terceras personas que influyan”, indicó. Ante la evidencia de cartas notariales y testimonios, Santistevan reafirmó que los asuntos administrativos son responsabilidad exclusiva de su personal.
No obstante, fuentes del Congreso señalaron al medio que, pese a la negación de la legisladora, las acciones de Ordóñez habrían sido suficientemente visibles para los trabajadores y afectarían directamente el funcionamiento de la oficina parlamentaria.
Medidas judiciales y protección
El Poder Judicial, siguiendo recomendaciones de programas especializados, ya ordenó medidas de protección para algunos trabajadores y para la propia congresista, según confirmaron fuentes a Panorama. Los documentos revisados detallan múltiples episodios de hostigamiento y amenazas cometidos por Ordóñez, involucrando tanto a empleados como a la parlamentaria.
Panorama constató que Ordóñez permanece con prohibición de acercarse al Congreso y a su esposa. Fuentes internas agregaron que este tipo de situaciones no es la primera vez que ocurre, y que existen antecedentes de personas que, a la sombra de sus parejas congresistas, ejercen influencia indebida sobre personal y decisiones administrativas.