Gobernar es servir

“Gracias por su carta. Me impresionó ver el sentido del gobierno como servicio. Muchas gracias por su testimonio” (de la contestación del Papa Francisco a la vicegobernadora Scaglia quien en nombre del nuevo gobierno le transmitió los esfuerzos de este, en los primeros y futuros días de su mandato).

El Papa Francisco al pueblo rosarino:

“Es necesario fortalecer la comunidad. El pueblo de Rosario no habría podido llegar a la grave situación que vive hoy sin la complicidad de algunos sectores dentro poder político, judicial, policial, económico y financiero.” De allí su llamado a “rehabilitar la política”: apelar al diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social.

En particular (recomienda) políticas de prevención y asistencia (de las adicciones).

Francisco, concluye su mensaje manifestando su “cercanía y la de la Iglesia a los familiares de las victimas que han perdido su vida a causa de la violencia, a los enfermos, a quienes viven el flagelo de las adicciones, a quienes están presos, a quienes viven en situaciones de vulnerabilidad extrema.

Desde el año 2015 a 2019 fue gobernador de la provincia Miguel Lifschitz del PS al que sucedió Omar Perotti (2019 a 2013) del PJ, a quien le sucede el actual gobernador Maximiliano Pullaro de la UCR-JxC.

En los últimos años la ciudad de Rosario fue noticia no por su música ni por el proverbial talento de sus artistas plásticos, tampoco por la exuberante costanera sobre el río Paraná ni el venerado y bello Monumento a la Bandera. Ni por la actividad agropecuaria o portuaria. Lo fue y lo es por el nivel de homicidios que superó la media de las demás provincias de la República. Pero no se trata de homicidios por conflictos interpersonales ni ocurridos en ocasión de robo o por accidentes de tránsito sino ejecuciones bien dirigidas o muertes causadas en medio de balaceras callejeras. Estos últimos crímenes elevaron el índice anual cada 100.000 habitantes a la cifra más alta comparada con el resto de los estados provinciales y el estado de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué?

Sin dudas, ese estado de violencia inusual obedeció al incremento del comercio y consumo de estupefacientes, sin embargo el narcomenudeo y la demanda de drogas se extienden en todo el país con lo cual tiene que haber otra causa de este fenómeno.

La realidad es que en Rosario se han relevado “15 jefes o agrupaciones” que van desde las diversas facciones de Los Monos, liderada por Guille Cantero; su padre Ariel «El Viejo» y la de su sobrino «Lucho» (hijo del Pájaro); su enemigo Esteban Lindor Alvarado y competidores como «El Peruano» Rodríguez Granthon, René Ungaro, el clan Funes, Olga Tata Medina, y en un segundo orden bandas barriales como “Los Cavernícolas”, “La Banda de la Crema” y “Los Picudos”. Entre todos ellos se disputan el territorio aunque la preeminencia de Los Monos es indiscutible. Las dos bandas principales, la de los Cantero y la de los Maldonado, manejaban el narcomenudeo pero a medida que sus miembros fueron cayendo tras las rejas, surgieron otros grupos, que, si bien su avance fue frenado desde la cárcel por los monos subsisten. Digamos que, además de su poder de fuego, los monos efectuaron un reordenamiento de su poder territorial mediante “el franquiciado”. Estas luchas acompañadas por las extorsiones y las ejecuciones aumentaron la impresión de que el narcotráfico se había apoderado de la ciudad.

El actual gobernador que conoce las fuerzas y los funcionarios civiles por haberse desempeñado como Ministro de Seguridad del anteúltimo gobierno desmiente una supuesta connivencia del poder público con las bandas y atribuye esta escalada histórica al miedo de los funcionarios.

Infobae le preguntó a Maxi Pullaro cuál es la causa por la que se ha agravado esta situación de violencia en Rosario. “La causa -nos dijo- no es otra que el miedo de mis predecesores… el miedo condujo a la inacción y la inacción a la impunidad…”

“Fíjese que con las primeras medidas adoptadas en los días siguientes a nuestra asunción, en el tiempo que va del año 2024 tuvimos en Rosario un total de 31 homicidios mientras que en el mismo período del año 2023 hubo 84 homicidios, es decir bajamos 53 homicidios”, agregó.

La penetración e ingreso del veneno de la cocaína y de la marihuana, producido en países vecinos, no es exclusivo de una ciudad como Rosario. Es un común denominador, en todas las provincias argentinas, en ascenso en los últimos cincuenta años. Por vía terrestre los camiones transportan drogas prohibidas, sea para el mercado interno o para el contrabando internacional de norte a sur, mezclado con mercancías legales u oculto a través de las más diversas técnicas arteras. Por vía aérea en aviones pequeños efectúan sin obstáculos el transporte ilegal desde Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil o Paraguay, aterrizan y/o descargan en los campos o countries de nuestro territorio. Desde la última década del siglo pasado, se sumó la hidrovía Paraná-Paraguay y 31 puertos privados que, más el puerto de Rosario, al mismo tiempo que sirven de carga y descarga del 85% de las exportaciones argentinas, también son una infraestructura que agiliza el contrabando de cereales y el tráfico ilegal de estupefacientes con destino a Europa, África y Oceanía por la ausencia de controles.

En ese marco, la existencia de bandas criminales en Rosario y su relación con narcotraficantes del exterior fue un hecho que en el caso de los colombianos de Oliveros se conoce de manera fortuita. ¿Existen otros análogos? El milagro fue que un accidente mortal de quienes, en automóviles acompañaban la ruta de una avioneta, permitió abrir una investigación que dio con una banda integrada por al menos 23 entre argentinos y colombianos, octubre del año pasado “dedicada a transportar cocaína y marihuana por medio de aviones que guardaban en un hangar privado ubicado en inmediaciones del country Campo Timbó, de la localidad de Oliveros, Provincia de Santa Fe. La misma operaba por medio de aviones, sobrevolaban campos santafesinos y desde las alturas arrojaban los paquetes que tenían dos destinos principales: el tráfico interno y la exportación a partir de la Hidrovía; investigación encabezada por los fiscales federales Adriana Sacone, Diego Iglesias y Juan Agustín Argibay por infracción a las leyes 23.737, de estupefacientes, y la 25.246, por lavado de activos.

En la entrevista telefónica que le concedió a Infobae el licenciado en Ciencias Políticas Maxi Pullaro ofreció una explicación de las medidas que ya se adoptaron en materia de Seguridad y frente a la violencia existente en la Santa Fe que hoy le toca gobernar. Nos dijo:

“Renovamos la cúpula de los jefes policiales; las primeras medidas que tomamos fueron sacar la policía a la calle para lo cual suspendimos por 90 días las cuestiones meramente administrativas; estamos interviniendo doce barriadas conflictivas, donde hay una violencia estructural y donde se asienta el narcomenudeo de las ciudades de Rosario, Santa Fe y Rafaela; estamos realizando una tarea de integración de la inteligencia penitenciaria y la inteligencia de la policía provincial; aumentamos significativamente la cantidad de patrulleros en la ciudades de Santa Fe y Rosario donde hoy contamos con 180 móviles operativos y 500 en toda la provincia; pedimos y contamos con el apoyo de Policía federal argentina, Gendarmería nacional y Prefectura Naval.”

“El narcomenudeo, las extorsiones, el lavado de activos no son producto de la casualidad”, afirma el nuevo gobernador.

“El avance de la criminalidad con sus diferentes modalidades como el narcomenudeo, las extorsiones, el lavado de activos, no son producto de la casualidad, sino la consecuencia de problemas institucionales y de gestión que ya estamos abordando con medidas de las cuales esperamos resultados de manera inmediata”.x

“Para agilizar y darle forma a un nuevo sistema de justicia penal enviaremos a la legislatura un proyecto de juicio por jurados para delitos graves. En los casos de que las fuerzas de seguridad sean acusadas de excederse en el uso del cumplimiento de la fuerza en sus funciones, se podrá requerir la valoración de un jurado integrado por ciudadanos para que analice la conducta del agente policial. Debemos terminar con el debate exclusivamente técnico y que sea la propia sociedad quien juzgue los hechos que sufren todos los días” esto claro está sin perjuicio de las dificultades que atraviesa la provincia para la implementación del sistema acusatorio”.

Miles de causas en su mayoría por aplicación de la ley de estupefacientes, probablemente merecedoras de condenas, esperan sentencia, lo que habla a las claras de las deficiencias existentes en el funcionamiento de la justicia federal.

Asimismo, “a pesar de las restricciones financieras que nos impone la actual circunstancia del gobierno nacional y apelando a la colaboración de las organizaciones intermedias sin fines de lucro estamos convocando a voluntarios e implementando un programa de prevención de las adicciones, de formación de líderes y de asistencia a los adictos y sus familiares.”

Que en estas pascuas -dice este cronista -Dios ayude a los que luchan “por la salud y por la vida y en contra de las drogas”.