La guerra y la Iglesia de Francisco que la prensa no ve

El Papa ha realizado titánicos los esfuerzos para obtener el cese del fuego en Ucrania y construir un camino hacia la paz

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El Papa Francisco saluda a personas con una bandera de Ucrania en su audiencia general
El Papa Francisco saluda a personas con una bandera de Ucrania en su audiencia general

“Ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos no hay razones estratégicas que valgan: lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada, antes de que reduzcan las ciudades a cementerios” - Palabras del Santo Padre el domingo último tras el Ángelus en la plaza de San Pedro

Queda claro -como le dijo Monseñor Oscar Ojea a Infobae en Luján y reprodujimos en nuestra nota del domingo pasado- que son “titánicos los esfuerzos del Papa Francisco para obtener el cese del fuego y construir un camino hacia la paz”. En efecto, Ojea enumeró algunos hechos como las invitaciones -hechas al inicio de esta etapa del conflicto- de Monseñor Parolín a una mediación papal, la visita personal de S.S. a la Embajada de Rusia, su comunicación telefónica con el presidente Zelensky, su aceptación de la invitación de este a mediar en el conflicto, el envío de sus colaboradores más estrechos con fines humanitarios -los cardenales Michael Czerny y el Limosnero Konrad Krajewski- la ayuda de Cáritas Internacional, la colaboración de la Comunidad de San Egidio de Roma en Ucrania, las incesantes exhortaciones a la paz y la consagración de ambas naciones al Corazón de María durante la Misa Mundial de hoy”.

“Acciones concretas, prácticas y de gran importancia en la toma de conciencia universal de la necesidad del sostenimiento de la paz”. Y también dijimos que, como dice el jesuita Antonio Spadaro frente a una eventual visita papal a Kiev: cuando el Papa va, va a servir, para que su presencia ayude a la reconciliación…no hace “pasarela”. En criollo, “no va para la foto”.

El posible viaje del Papa a Kiev

Cuando ayer sábado 2 de abril, momentos antes de llegar a Malta, un periodista le preguntó al Papa si tomaba en consideración la invitación a ir a Kiev, Francisco respondió: “Sí, está sobre la mesa”.

Como ya hemos anunciado el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski y el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, invitaron al pontífice a viajar hasta ese país para mostrar su proximidad al pueblo ucraniano en una guerra que el Papa reiteradamente condenó.

La ayuda humanitaria para los pueblos de Ucrania

Como el Vaticano no tiene un “Ministerio de Propaganda” el lector no tiene por qué saber, pero creemos oportuno que sepa, que ya en el año 2016 Francisco lanzó en todas las parroquias y centros católicos europeos “la colecta del 24 de abril” destinada a la ayuda humanitaria para Ucrania. Que al cabo de la misma Su Santidad envió casi 6 millones de euros para hacer frente a la crisis humanitaria que el conflicto en el este de Ucrania había generado y lo hizo a través del Consejo Cor Unum, oficina dedicada a las obras de caridad del pontífice.

El dinero llegó a más de 2 millones de beneficiarios sin distinción de religión, confesión o pertenencia étnica, en particular en las regiones de Donetsk y Lugansk, Zaporizhia, Kharkiv y Dnepropetr. Que Cáritas desde el año 1992 se ocupa de los pobres y los desplazados en Ucrania. Que la Comunidad de Sant´Egidio asentó sus oficinas en Leópolis, capital cultural de Ucrania, cercana a la frontera con Polonia y se expandió a otras ciudades ucranianas en medio del conflicto, que miles de voluntarios participan de esas tareas en forma gratuita.

“Nadie, como Francisco, se acordó de nosotros durante los 8 años de la guerra en Donbass y nadie, como él, intercede por nosotros ahora”, afirmó el obispo auxiliar de Kharkiv-Zaporizhia (Ucrania).

Las entidades católicas mencionadas están en casi todo el mundo, aman a su pastor el Papa Francisco que vive en Roma y para ellos y ellas la ayuda es una pasión y hacen y comprueban todos los días que hacen que la calamidad de las guerras sea en buena medida superada por el prójimo gracias al amor. Y nos demuestran que la piedad y la acción solidaria valen mucho más que todas las armas del planeta. A propósito, ayer sábado 2 Francisco habló del desarme en la República de Malta.

Cáritas Internacional

Cáritas es una organización del pueblo católico inspirado en el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia católica, que hacen suyo el compromiso con el otro con preferencia hacia las personas que viven en la pobreza.

Están en América del Norte, en Canadá y EU, en Medio Oriente y Norte de África, en América Latina y El Caribe, 49 organizaciones de Cáritas hay en Europa, 24 en Asia, 46 en África.

En nuestro país -que integra la región de América Latina y el Caribe- la organización cuenta con 40.000 voluntarios y 3.500 equipos de trabajo, desde hace 8 años está presidida por el Obispo de Quilmes Monseñor Carlos José Tissera, a quien todos llaman “el cordobés”.

Cáritas de Ucrania

Caritas Ucrania fue iniciada en 1992 por las comunidades greco-católicas para distribuir ayuda humanitaria después de la declaración de la independencia. Desde entonces lleva a cabo un intenso trabajo creándose Caritas Ucrania en 1994. Provee ayuda humanitaria como ropa, calzado y otros artículos necesarios a cientos de personas por semana. En el pasado invierno les brindó ayuda además distribuyendo ropa y combustible. Cuenta con miles de comedores, centros de rehabilitación para personas con problemas de abuso de drogas, asistencia para la reintegración de migrantes ucranianos, asistencia directa y seminarios para prevenir la trata de personas, ayuda a personas encarceladas y cuidado para ancianos y personas con VIH/sida. A través de 5 centros sociales atiende a casi 5000 niños y adolescentes de familias en crisis, ayuda económica a los hijos de migrantes y aseguran que los pacientes oncológicos pediátricos reciban tratamiento. Realizan eventos benéficos durante todo el año (vela navideña, bolsón escolar, cesta de pascua, visitas de San Nicolás a los huérfanos) y los ingresos de dichos eventos se distribuyen entre cientos de personas desfavorecidas. La oficina nacional de Caritas Ucrania en Lviv cuenta con casi 500 empleados y cerca de 1000 voluntarios. El Secretariado dirige las actividades de casi 20 sucursales regionales.

La Comunidad de Santo Egidio en más de 70 países: “La guerra es la madre de todas las pobrezas”

Sant’Egidio es una comunidad cristiana que nació en 1968, apenas finaliza el Concilio Vaticano II, por iniciativa de Andrea Riccardi. Está integrada por laicos y también clérigos, una iglesia sinodal, en salida, dedicada en especial atención a las periferias. Una suerte de anticipación al pensamiento y la acción del Papa Francisco. Grupos de hombres y mujeres de distintas edades y extracciones unidas por un lazo de fraternidad basado prestan su trabajo voluntario y gratuito en 70 países.

Este cronista estuvo en el año 2017 en la Parroquia Santa María del Trastévere y en ese mismo cuartiere recorrió las instalaciones de un ex hospital destinado -poco tiempo después de la llegada de Bergoglio al papado -a la gente de la calle de Roma y a peregrinos pobres en tránsito. No como morada sino como espacio de encuentro, de esparcimiento, alimentación, lavadero, arreglo y planchado de la ropa y aseo personal. Un ejemplo de organización y limpieza. Cientos son recibidos y acogidos con una sonrisa todos los días del año. En sus pasillos se respira un aire de solidaridad y amor que nos habla de otra ciudad católica: la del Evangelio vivido. La oración, los pobres y la paz son sus referentes fundamentales. La amistad con los necesitados –ancianos, personas sin hogar, migrantes, discapacitados, presos, niños de la calle y de las periferias– es su rasgo distintivo.

La guerra es la madre de todas las pobrezas -se lee en una pizarra de esta ciudad. Por eso la Comunidad trabaja por la paz, para protegerla allí donde está amenazada y para ayudar a reconstruirla facilitando el diálogo allí donde se ha perdido.

Sant´Egidio en Ucrania

La Comunidad de Sant’Egidio abrió una nueva sede en el centro de Ucrania. Para los pobres y los refugiados del país y de otras regiones pasó a ser una importante referencia. Hoy por hoy está casi totalmente abocada a los que huyen de la guerra y buscan refugio interno o están en su éxodo hacia Polonia.

También es el centro de coordinación de la acción humanitaria de Sant’Egidio en toda Ucrania. De hecho, estos días las ayudas que llegan de Italia se entregan en Leópolis y desde allí se distribuyen a las zonas del país donde más se necesita: Kiev, donde los miembros de Sant’Egidio multiplican sus esfuerzos para apoyar a los más débiles (ancianos, personas sin hogar, discapacitados, niños), pero incluso en Kharkiv y en otras partes del este del país que se vieron gravemente afectadas por el conflicto. Ahí está Sant ´Egidio. En marzo se inauguró una nueva sede de la Comunidad en Ivano-Frankivsk, para apoyar el compromiso de estar cerca de quienes más sufren las consecuencias de la guerra.

La actual guerra en Ucrania no sólo no interrumpió el trabajo de la Comunidad de Sant’Egidio, la impulsó y resiste a la guerra y la resistencia es mayor cuanto mayor es el cuidado que demandan los más frágiles ante las amenazas de la violencia.

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