El futuro de los chicos no se resuelve con marchas, escupitajos, trompadas y paros

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Un país no puede avanzar así. Vemos un espectáculo patético, mientras la sociedad mira triste, atónita, cansada de escuchar agresiones, denuncias, descalificaciones y peleas.

No podemos seguir dándole a los más chicos el mensaje de que su futuro se resuelve con marchas y contramarchas, escupitajos, trompadas, piquetes y paros.

No podemos seguir con los alumnos y las escuelas rehenes de una pelea de facciones políticas que buscan mostrar quién ES MAS PODEROSO.

Es tiempo de bajar la violencia y buscar el diálogo VERDADERO.

De sentarse a una mesa Gobierno, sindicatos, oposición, empresas y padres, y ponerse a construir la educación del siglo 21.

Es tiempo de hablar francamente del presentismo, de los salarios, del estado de las escuelas, de la tecnología como nuevo actor en el proceso educativo y de acordar cuatro puntos centrales:

1-Inversión en porcentaje del producto en Educación.
2- Modelo educativo para el siglo 21.
3- Capacitación docente.
4- Nueva relación de la comunidad educativa: padres, alumnos y docentes.

Esa mesa debe empezar ya, ayer, en el Congreso, donde se encuentran todas las visiones e ideas de la Argentina.

La educación es el único instrumento que genera igualdad de oportunidades. Cada día que pasa y que perdemos, el país le roba futuro a nuestros hijos.

El Gobierno Nacional tiene que dejar de hacer política con el conflicto.

Tenemos que terminar de una vez por todas con esta pelea que tiene a los chicos de rehenes.

Terminemos con la Argentina de las chicanas, de la división, de la extorsión y de los paros.

Empecemos a resolver los problemas de hoy, para construir la Argentina del siglo 21.

 

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