La expectativa de vida de los gatos se podría duplicar gracias a esta vacuna

La vacuna para gatos nace del descubrimiento de la proteína sanguínea conocida como AIM (Inhibidor de la Apoptosis de Macrófagos), que ayuda a limpiar los desechos en sangre

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Una vacuna para alargar la vida de los gatos (Imagen ilustrativa Infobae)
Una vacuna para alargar la vida de los gatos (Imagen ilustrativa Infobae)

Las mascotas se convirtieron en parte fundamental de miles de hogares alrededor del mundo, si bien su presencia suele ser motivo de alegría, siempre existe el miedo de perder a un animal de compañía y alargar su expectativa de vida es algo que sus “padres” han pensado en más de una ocasión.

De acuerdo con la marca de alimentos para mascotas Purina, la expectativa de vida de los gatos es de entre 7 y 15 años, no obstante, existen excepciones a la regla y dentro de la historia han existido casos como el de Creme Puff, un felino que nació en 1967 y falleció en 2005: poco más de 38 años.

Y aunque el caso de Creme Puff fue algo excepcional, la idea de que las mascotas, en específico los gatos, vivan durante muchos años más estaría cerca de hacerse realidad gracias a las investigaciones del científico japonés Toru Miyazaki.

El funcionamiento de la vacuna

La AIM ayuda a limpiar los riñones de desechos. (Imagen ilustrativa Infobae)
La AIM ayuda a limpiar los riñones de desechos. (Imagen ilustrativa Infobae)

De acuerdo con información disponible en el sitio web del Institute for AIM Medicine, organización sin fines de lucro fundada por Miyazaki, el Inhibidor de la Apoptosis de Macrófagos (AIM, por sus siglas en inglés) es una proteína sanguínea que en condiciones normales de salud se encuentra unida a un tipo de anticuerpo conocido como inmunoglobulina M (IgM) y no representa un riesgo a la salud.

Sin embargo, al generarse varios residuos como desechos celulares, proteínas dañadas o moléculas inflamatorias liberadas por células muertas, la AIM se separa de la IgM y se une a todos estos desechos, funcionando como un “marcador” para que anticuerpos “limpien” todo el desecho, evitando así la proliferación de futuras enfermedades.

Cuando el AIM no funciona de manera adecuada, el cuerpo comienza a acumular desechos, lo que a su vez lleva a la aparición y progresión de diversas enfermedades. Una cantidad adecuada de esta proteína puede eliminar adecuadamente los residuos y por consiguiente evitar enfermedades renales, accidentes cerebrovasculares, peritonitis, cáncer de hígado, obesidad e hígado graso.

Los gatos son animales propensos a fallecer víctimas de enfermedades renales. Pero la investigación de Miyazaki reveló que uno de los principales factores detrás de esta afección es la incapacidad de la AIM de los mininos para separarse de la IgM y hacer una “limpieza” de desechos en los riñones, lo que provoca una acumulación persistente e inflamación crónica.

Con base en los descubrimientos de sus investigaciones, la organización se enfocó en desarrollar un medicamento especial para gatos, con el que buscan prevenir el desarrollo de enfermedades renales e incluso frenar su avance en caso de que la afección haya progresado.

Las redes sociales mantuvieron el proyecto con vida

Los gato podrían vivir hasta 30 años (Imagen ilustrativa Infobae)
Los gato podrían vivir hasta 30 años (Imagen ilustrativa Infobae)

En julio de 2021, el medio japonés Jiji Press, publicó una entrevista con Miyazaki en la que explicaba que su investigación sobre el desarrollo de la vacuna AIM para gatos se había interrumpido por falta de fondos. Al enterarse de la noticia, las redes sociales pronto se unieron para ayudar al profesor a continuar con su misión de salvar a los gatos domésticos.

“La página de donaciones de la Universidad de Tokio recibió decenas de millones de yenes en una sola noche. El departamento de administración tuvo que apresurarse a crear un servicio de atención especial para atender las donaciones”, relata Miyazaki.

Cerca de 200 millones de yenes (alrededor de 1.390.390 millones de dólares estadounidenses) fueron reunidos en pocas semanas, lo que le permitió al profesor y a su equipo continuar con las investigaciones de la vacuna.

“El fenómeno social le dio un empujón a las empresas farmacéuticas, gracias a lo cual recibimos varias solicitudes de colaboración en el desarrollo de fármacos [...] es un alivio saber que aprovecharemos ese apoyo que nos han brindado los amantes de los gatos”, declaró Miyazaki.