
Katsuhiro Harada, figura destacada y productor ejecutivo de la serie Tekken, anunció que dejará Bandai Namco al finalizar el 2025, dando cierre a una trayectoria de 30 años dedicada a una de las franquicias de juegos de lucha más influyentes. El anuncio fue realizado mediante un extenso comunicado en redes sociales y confirmado por la compañía, lo que ha tenido un fuerte impacto tanto en el sector como en la comunidad de jugadores.
Harada indicó que su último compromiso oficial será en el Tekken World Tour 2025, que se celebrará en Suecia, a inicios de 2026. Por su parte, Bandai Namco asegura que Tekken 8 mantendrá su planificación y que la saga continuará bajo una nueva dirección.
Un legado construido desde los salones recreativos y eventos comunitarios
Katsuhiro Harada inició su camino en Bandai Namco a principios de los años noventa, poco después de incorporarse a la empresa, cuando fue asignado a trabajar en el equilibrio de las mecánicas y los cuadros de datos del primer Tekken. Desde ese momento, su presencia estuvo siempre vinculada a la identidad de la franquicia. Según relatos del propio Harada, sus inicios están ligados a la promoción directa de Tekken en torneos locales de arcades en Japón y en pequeños centros comunitarios en el extranjero, en los que él mismo transportaba las máquinas de juego y animaba a los participantes a probar el título.
Este enfoque directo y personal no solo ayudó a consolidar una comunidad global alrededor de la saga, sino que también permitió el desarrollo de un entorno competitivo sólido que acompañó la evolución de los siguientes juegos. Harada señala estas experiencias como el eje central de su identidad como desarrollador. Con el crecimiento de los torneos y la expansión internacional de la serie, su relación con los seguidores mantuvo siempre un carácter cercano, interactuando con jugadores en eventos, bares y reuniones, y conservando el trato de “viejos amigos” con una base leal de aficionados.

Contrastes, pérdidas personales y el paso del tiempo
La decisión de Harada de concluir su etapa en Bandai Namco está marcada por una profunda reflexión personal. En sus últimas declaraciones, mencionó el impacto emocional de la pérdida de amigos cercanos y el retiro o fallecimiento de colegas de la industria a quienes admiraba. Estas circunstancias, junto a sus propias inquietudes sobre el tiempo que le queda en su carrera creativa, lo llevaron a buscar el consejo de figuras como Ken Kutaragi, ex presidente de Sony Computer Entertainment, cuyas palabras de aliento resultaron determinantes en su decisión.
En los años recientes, Harada ha ido delegando gradualmente todas sus responsabilidades y el proceso de diseño y construcción del universo de Tekken. De este modo, la transferencia de conocimientos a las nuevas generaciones de creativos dentro del estudio se consolidó durante un periodo de transición cuidadosamente planificado. El productor expresa agradecimiento a sus colaboradores, amistades y a la comunidad internacional que ha acompañado y apoyado la evolución de la saga, resaltando la relevancia del legado colectivo en el éxito del proyecto.
Cambios, polémicas recientes y el porvenir de Tekken
El último título en el que Harada participó, Tekken 8, estuvo rodeado de controversias en el momento de su lanzamiento. Las críticas de la comunidad motivaron la implementación de parches de emergencia y generaron intensos debates sobre la política de contenido descargable, que influía en la experiencia de los jugadores. Harada, conocido por su comunicación directa, no dudó en expresar su perspectiva sobre estos temas, lo que mantuvo la atención sobre el juego y sobre la dirección que la franquicia asumiría tras la posible partida de su productor más representativo.
Además, recientes afirmaciones de Michael Murray, otro productor importante de la franquicia, sugieren que también él podría retirarse próximamente, lo que prepararía el terreno para una etapa de cambios significativos. No obstante, Bandai Namco ha afirmado públicamente que Tekken 8 recibirá soporte continuo con nuevos contenidos y que escuchará el feedback de la comunidad internacional, con el objetivo de preservar la visión y el espíritu que Harada aportó.
El caso de Tekken, más allá de la figura de Harada, ejemplifica un relevo generacional dentro del género de juegos de lucha japoneses. Un ejemplo reciente es Street Fighter 6, que alcanzó el éxito a pesar de la retirada de Yoshinori Ono después de tres décadas dirigiendo la saga rival. Esta referencia resalta que las franquicias icónicas pueden sobrevivir y avanzar incluso cuando sus personalidades más reconocidas dejan el desarrollo activo.
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