Análisis de Flat Eye: un ensayo sobre la humanidad y la tecnología con jugabilidad repetitiva

La narrativa es el fuerte en este título que nos invita a explorar un futuro distópico demasiado familiar

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Raw Fury lanzó un nuevo título de gestión con una particular historia situada en un futuro apocalíptico marcado por la tecnología y las grandes corporaciones

La compañía Raw Fury (Sable, Townscaper, Norco) continúa creando su reputación en el mundo del gaming como una de las distribuidoras más relevantes del terreno indie y esta semana lanzó otro título que vale la pena revisar. El estudio francés Monkey Moon imaginó un futuro no muy lejano marcado por la tecnología, el capitalismo y valores ambiguos que se siente demasiado familiar para ser considerado ficción. ¿Vale la pena la experiencia que ofrece Flat Eye?

En el título, los jugadores asumen el rol de gerente de Flat Eye, una estación de servicio diseñada por la compañía Eye Life, una especie de análogo a corporaciones como Amazon o Google. Esta estación es un oasis en el medio del apocalipsis, mientras nos cuentan de catástrofes y derrumbes que ocurren alrededor del mundo. Como gerentes de la estación de Islandia, debemos controlar al empleado del lugar de manera remota, utilizando apps diseñadas por Eye Life y con una cámara que nos permite estar ahí en todo momento.

Al principio, las prioridades son mantener a los clientes felices estando presentes en las cajas y reponiendo objetos en las góndolas, pero rápidamente la estación empieza a expandirse para sumar todo tipo de módulos futuristas que nos van a marcar el camino de la historia de manera mucho más clara. Cuando incorporamos cajas automáticas, las funciones del empleado pasan a ser principalmente de mantenimiento porque la estación puede expandirse mucho y contar con todo tipo de aparatos llamativos.

Estos módulos incluyen máquinas de bebidas calientes y frías, pero también experiencias de realidad virtual altamente inmersivas, máquinas que hacen cirugías en el acto, aparatos que modifican recuerdos, máquinas expendedoras de órganos y otras interesantes tecnologías futuristas. El lema de Eye Life es que sabe lo que sus clientes quieren antes que ellos mismos, por supuesto gracias a su mágico algoritmo, pero la realidad es bastante más oscura.

La estación de servicio FlatEye será el centro de operaciones del futuro (Foto: captura)
La estación de servicio FlatEye será el centro de operaciones del futuro (Foto: captura)

Muy temprano en el juego, la inteligencia artificial (IA) de la compañía nos contacta para hacernos saber que su misión es llevar a la humanidad hacia su mejor futuro posible. Para ello, recopila información de todos sus clientes, sus gustos, sus hábitos y sus necesidades, y los procesa a través de su maravilloso algoritmo. Nosotros seremos solamente peones en la gran mayoría de esta historia, pero hacia el final se nos dará la oportunidad de elegir ese futuro para la humanidad, basado en lo que aprendimos en el camino.

Las mecánicas de gestión en Flat Eye son bastante simples e intuitivas y no generan grandes desafíos. Al comenzar cada nueva jornada de 12 horas, deben seleccionarse cartas de tarot que determinan objetivos particulares que se deben cumplir, como instalar una cantidad de módulos nuevos, evitar que el empleado se tome descansos o alcanzar cierta cuota de satisfacción en los clientes, entre muchas otras. A medida que avanzamos en la escala de gerencia, se van sumando cada vez más objetivos a cumplir, pero no es un apartado que parezca importar demasiado. Es algo que ayuda a progresar y desbloquear nuevas tecnologías, pero no tiene el peso que aparenta.

Cuando las tareas de gestión se reducen a mantener los numerosos módulos de la estación en funcionamiento, la experiencia se torna altamente repetitiva y monótona. Tenemos la posibilidad de explorar otras apps de Eye Life, como documentos confidenciales que nos cuentan mucho más sobre la compañía, su IA y el contexto mundial, pero el progreso es bastante limitado y lento.

Cada encuentro con un cliente VIP dispara una escena de diálogo que puede ser extremadamente fugaz o una larga conversación con importantes reflexiones (Foto: captura)
Cada encuentro con un cliente VIP dispara una escena de diálogo que puede ser extremadamente fugaz o una larga conversación con importantes reflexiones (Foto: captura)

Está claro, sin embargo, que el fuerte de Flat Eye está en la narrativa. En casi todas las jornadas aparece un cliente VIP con el que deberemos hablar para hacer avanzar la trama. Estos clientes, a diferencia de los cientos de personas grises sin facciones que pasan por la estación, tienen diseños llamativos, así como también descripciones elaboradas e ideas muy interesantes. Las conversaciones con estos clientes exponen conceptos más que atractivos sobre la tecnología, la naturaleza humana, la justicia, la moral, las corporaciones, el capitalismo y muchísimo más.

El corazón de Flat Eye está en estos diálogos que nos invitan a pensar – y en muchas ocasiones a tomar importantes decisiones – sobre el futuro, el presente y todos esos temas antes mencionados. Algunos encuentros están marcados por un humor particular, otros simplemente están hechos para reflexionar, mientras que algunos directamente prefieren escupir conceptos en nuestra cara, sin darnos la posibilidad de replicar. En más de una ocasión, la IA de Eye Life intentará guiar nuestras respuestas o nos hará pedidos específicos desde la curiosidad, para tener más herramientas para formar ese futuro ideal. Sin dudas es el apartado más interesante del juego, no solo porque nos hace reflexionar, sino porque también nos hace dudar de nuestra función en la propia experiencia, algo que puede tener peso en las decisiones que tomemos.

Estos diálogos son el elemento central de Flat Eye y son los que le van a dar forma a uno de los cuatro futuros posibles que deberemos elegir por nuestra cuenta en la recta final del título. Monkey Moon hizo un trabajo excepcional en términos de narrativa para instalar debates a través de un elenco de personajes extremadamente diverso y usando el humor de maneras muy inteligentes.

El árbol de tecnologías abre nuevas capaz a medida que ganamos la confianza de la IA con nuevos encuentros con clientes VIP (Foto: Raw Fury)
El árbol de tecnologías abre nuevas capaz a medida que ganamos la confianza de la IA con nuevos encuentros con clientes VIP (Foto: Raw Fury)

A pesar de que la jugabilidad se estanca bastante temprano y que debemos jugar más de diez horas llenas de tareas repetitivas para acercarnos al final, la narrativa hace que todo valga la pena. En otras palabras, la jugabilidad de Flat Eye es eso que pasa mientras esperamos que llegue un nuevo cliente VIP, algo que puede ocurrir una sola vez al día.

La aparición de estos personajes está atada a la instalación de un nuevo módulo porque las distintas conversaciones suelen dispararse por una de estas revolucionarias tecnologías: una criminóloga que quiere saber qué se siente matar a alguien, un joven que quiere vivir para siempre, una heredera que quiere matar a su padre criogenizado, etc. Esto suele funcionar sin demasiados inconvenientes, pero también puede producir algunos errores, como encuentros que se repiten o personajes que aparecen más tarde de lo que deberían, dependiendo del orden en el que desbloqueamos cada nuevo módulo.

Vale destacar que, a pesar de que Flat Eye toca temas sensibles de diferentes naturalezas, se pueden configurar advertencias de contenido que permiten a los jugadores tener una experiencia en sus propios términos.

La cámara del juego permite ver en más detalle lo que ocurre en la estación, pero no brinda grandes beneficios (Foto: Raw Fury)
La cámara del juego permite ver en más detalle lo que ocurre en la estación, pero no brinda grandes beneficios (Foto: Raw Fury)

El equipo de Monkey Moon decidió mezclar mecánicas de gestión con una experiencia narrativa y el resultado no termina siendo tan bueno como prometía. A diferencia de lo que ocurre con, por ejemplo, Cult of the Lamb, en esta ocasión está claro que una mitad del juego es mucho más relevante que la otra. No sería un gran problema si no fuera porque el sistema de progreso se torna muy lento y obliga a los jugadores a pasar muchas horas ejerciendo tareas altamente repetitivas. Al mismo tiempo, puede que sea exactamente la idea que tuvo el estudio para hablar de explotación, trabajos insalubres y otros debates alrededor del mundo laboral, pero es difícil saberlo o incluso aceptarlo, si fuera el caso.

De cualquier manera, Flat Eye es una experiencia más que recomendable para los aficionados de la tecnología, las corporaciones y los debates éticos que se generan a sus alrededores. Podría charlar horas sobre lo inteligente de sus acercamientos o cómo se usa el humor para hacer todavía más comentarios críticos, pero estaría arruinando la esencia del título. Es un juego en la línea de historias vistas en Black Mirror, pero con mucho más detalle gracias a la cantidad de horas que lleva absorber todo lo que hay para leer y experimentar. Su gran falla es haber combinado una narrativa llamativa con una jugabilidad que más que repetitiva, se torna tediosa muy rápidamente, pero no por eso deja de ser un videojuego a tener en cuenta.

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