Análisis de Silt: arte surreal y una atmósfera opresiva para una experiencia subacuática

El primer videojuego del estudio Spiral Circus tiene un apartado artístico impecable, pero también varias limitaciones

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La aventura surrealista de un estudio debutante lleva a los jugadores a las profundidades del mar con una atmósfera opresiva

Al igual que Souldiers, Silt fue uno de esos videojuegos que sorprendieron en 2021 con una demo que anticipaba sus intenciones con pequeños niveles y un vistazo a lo que vendría más adelante. Finalmente, esta semana el título desembarcó en consolas y PC con una propuesta bastante única, aunque limitada.

En Silt, los jugadores son recibidos con una especie de poema que habla de tomar un poder para despertar una máquina y así sellar su destino. Después de esa críptica introducción, que tendrá sentido más adelante, una figura que parece un buzo, pero que claramente no es humano, aparece encadenado en la pantalla, esperando a ser liberado. Aquí se hace presente la mecánica principal del juego y uno de los pocos comandos que permite a los jugadores interactuar con su entorno: la posesión.

De la máscara de este misterioso buzo emana una intensa luz que puede interpretarse como su alma y se usa para poseer a todo tipo de criaturas que se crucen en el camino. La primera de todas es una piraña que puede romper las cadenas que mantienen preso a este buzo, pero a medida que se avanza por las profundidades de este particular escenario, se irán descubriendo muchas más.

Silt no tiene HUD ni indicadores en pantalla, sino que deja que los jugadores hagan su camino y disfruten al 100% del arte del título (Foto: captura PS5)
Silt no tiene HUD ni indicadores en pantalla, sino que deja que los jugadores hagan su camino y disfruten al 100% del arte del título (Foto: captura PS5)

Algunas criaturas pueden romper paredes que bloquean caminos, mientras que otras pueden servir como carnada para depredadores que eliminan al protagonista de un solo toque. Anguilas eléctricas y mantarrayas que se teletransportan también son parte del repertorio, lo que aporta a una interesante variedad a lo largo de la aventura. De todas maneras, esta variedad se siente un poco limitada porque cada escenario cuenta con lo que parece ser una sola solución posible, muchas veces siendo bastante tediosa de efectuar.

En ese sentido, la fórmula se agota medianamente rápido. Cada escenario cuenta con una cantidad y variedad específica de criaturas pensadas para cumplir el objetivo, lo que no da mucho lugar a la creatividad o a soluciones alternativas que, de haber sido tenidas en cuenta en un principio, también serían efectivas. Silt es un juego que demanda unas pocas horas para ser terminado, por lo que tampoco tiene tiempo para volverse una experiencia demasiado tediosa, pero podría haber hecho algunas cosas mejor.

Lo cierto es que, tal y como sucede con Trek to Yomi, la jugabilidad no es el elemento central de Silt. Más allá de ese sabor insulso que dejan los controles, el videojuego desarrollado por Spiral Circus logra generar una atmósfera opresiva desde el primer momento a través de su arte y su diseño de sonido. Apretar “Start” en Silt es sumergirse en las profundidades de un mar cargado de misterios y el título se lo hace sentir al jugador con una inmersión muy bien lograda.

La aventura presenta algunos imponentes jefes que se derrotan de la misma manera que se superan algunos de los acertijos (Foto: captura PS5)
La aventura presenta algunos imponentes jefes que se derrotan de la misma manera que se superan algunos de los acertijos (Foto: captura PS5)

El arte hecho a mano deslumbra desde el primer momento, mostrando lo diminuto que es el protagonista en los vastos escenarios en los que se encuentra y exhibiendo templos subacuáticos de civilizaciones que dejaron muchas más preguntas que respuestas. Con elementos que parecen salidos de las películas de Tim Burton y paisajes que no necesitan colores para ser psicodélicos, Silt invita a los jugadores a maravillarse con sus escenarios, merecedores de decenas de capturas de pantalla.

La estética de Silt mezcla seres vivos, que parecen más alienígenas que criaturas marinas, con maquinarias complejas para crear una simbiosis más que interesante desde lo visual, narrativo y jugable. Sin embargo, al priorizar su arte y sus impactantes escenarios, la falta de información en pantalla y la falta de dirección pueden ser perjudiciales para el jugador, que en más de una ocasión puede perderse sin saber muy bien que hacer. De la misma manera pueden descubrirse algunos pasajes secretos, pero lo cierto es que puede generar algunos momentos bastante frustrantes.

Los distintos acertijos a resolver a lo largo de Silt son bastante sencillos de entender y, por supuesto, todos requieren la posesión de una o más criaturas de las profundidades. Es una fórmula que, como mencionaba antes, se agota cuando se agota la variedad de personajes, pero también vale aclarar que los distintos jefes del juego invitan a utilizar estas diversas criaturas de maneras diferentes para refrescar un poco la experiencia.

Silt también presenta escenarios y piezas visuales que no esperamos ver en una aventura situada en el fondo del océano (Foto: captura PS5)
Silt también presenta escenarios y piezas visuales que no esperamos ver en una aventura situada en el fondo del océano (Foto: captura PS5)

Silt es una experiencia que deja una marca en el jugador, creo que inevitablemente. No se puede encarar el título como se encara cualquier otro videojuego, sino que instantáneamente genera un tipo de atención diferente. Una vez terminada la historia, seguramente deje muchas más preguntas que respuestas y un extraño sabor a “¿qué acabo de jugar?”, pero es difícil mantenerse indiferente frente a la inmensidad de los escenarios y la potencia del arte y la música.

Al mismo tiempo, se trata de un videojuego en el que solo se utiliza la palanca del control para moverse, un botón para nadar más rápido y otro para poseer enemigos. Esa es toda la jugabilidad, que en ocasiones también permite mover la cámara para descubrir el camino indicado o simplemente admirar los intrincados fondos. Ese tipo de control y la corta duración de Silt hacen pensar que sería una excelente experiencia mobile, aunque se sacrificaría mucho de lo que lo hace imponente visualmente.

Derrotar jefes da paso a los segmentos más impactantes y psicodélicos del título, que nuevamente dejan todo a interpretación del usuario (Foto: captura PS5)
Derrotar jefes da paso a los segmentos más impactantes y psicodélicos del título, que nuevamente dejan todo a interpretación del usuario (Foto: captura PS5)

Al analizar este tipo de juegos creo que es importante tener en cuenta que se trata de un estudio debutante. Spiral Circus fue fundado por Tom Mead y Dom Clarke y cuenta con Antonenko Anton en animación y Nick Dymond en todo lo relacionado al audio. Si bien la experiencia que crearon tiene altibajos y podría mejorar algunos aspectos, sin dudas es un título más que digno y logra sobresalir con sus elementos surrealistas y visualmente únicos. Sin dudas espero con muchas ansias lo que sea que venga después para este grupo de mentes retorcidas.

Estamos en la mitad de 2022 y se puede decir que muy pocos títulos lograron generar una atmósfera opresiva y misteriosa de la misma manera que lo hizo Silt. Sin embargo, por su corta duración, su limitado control o sus puzles monótonos, tal vez no sea una experiencia para cualquiera.

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