30 fotos dramáticas de los animales salvajes de los Esteros del Iberá amenazados por la sequía y los incendios

La falta de lluvias y el fuego que arrasaron más de 500 mil hectáreas en la provincia de Corrientes acechan a la fauna silvestre del Parque Nacional Esteros del Iberá. Las terribles imágenes de un desastre que pone en jaque el ecosistema de la región

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Un carpincho se arriesga a beber agua de un pequeño estanque atestado de yacarés en la reserva privada Don Luis, ubicada en el Portal Cambyretá, la zona norte de los Esteros del Iberá cerca de la localidad correntina de Ituzaingó (Foto: @white.emilio)
Un carpincho se arriesga a beber agua de un pequeño estanque atestado de yacarés en la reserva privada Don Luis, ubicada en el Portal Cambyretá, la zona norte de los Esteros del Iberá cerca de la localidad correntina de Ituzaingó (Foto: @white.emilio)
Las llamas arrasaron con más de 500 mil hectáreas en la provincia de Corrientes y obligaron a cerrar el Parque, que sufre una sequía inusitada. Habitualmente, en esa zona está anegada en forma permanente, el fuego encuentra agua y se detiene. Pero ahora se esparce sin control (Foto: @white.emilio)
Las llamas arrasaron con más de 500 mil hectáreas en la provincia de Corrientes y obligaron a cerrar el Parque, que sufre una sequía inusitada. Habitualmente, en esa zona está anegada en forma permanente, el fuego encuentra agua y se detiene. Pero ahora se esparce sin control (Foto: @white.emilio)
El cráneo de un yacaré que no pudo escapar de las llamas en . La zona de los esteros, habitualmente cubierta de agua, está seca. Un ecosistema frágil que está en una situación crítica. La media de lluvias en Corrientes para esta época es de 200 milímetros y sólo llovieron entre 10 y 15. Y la humedad es del 15% cuando lo habitual es que se registre un 70% (Foto: @white.emilio)
El cráneo de un yacaré que no pudo escapar de las llamas en . La zona de los esteros, habitualmente cubierta de agua, está seca. Un ecosistema frágil que está en una situación crítica. La media de lluvias en Corrientes para esta época es de 200 milímetros y sólo llovieron entre 10 y 15. Y la humedad es del 15% cuando lo habitual es que se registre un 70% (Foto: @white.emilio)
Una boa curiyú, la anaconda amarilla que vive desde Misiones hasta el norte de Santa Fé, puede medir hasta 4 metros y pesar 30 kg. y está en peligro de extinción, huye de las llamas (Foto: @white.emilio)
Una boa curiyú, la anaconda amarilla que vive desde Misiones hasta el norte de Santa Fé, puede medir hasta 4 metros y pesar 30 kg. y está en peligro de extinción, huye de las llamas (Foto: @white.emilio)
Una imagen poco habitual en la zona de los Esteros que en estos días es parte del paisaje correntino: tornados de humo que se elevan sobre los Esteros. Se estima que la provincia perdió el 60% de sus humedales (Foto: @white.emilio)
Una imagen poco habitual en la zona de los Esteros que en estos días es parte del paisaje correntino: tornados de humo que se elevan sobre los Esteros. Se estima que la provincia perdió el 60% de sus humedales (Foto: @white.emilio)
Un yacaré logra cruzar un camino para huir de las llamas en la Reserva Privada Don Luis de los Esteros del Iberá. Estaba en un sector pequeño que no se había prendido fuego aún, pero que finalmente sucumbió al incendio (Foto: @white.emilio)
Un yacaré logra cruzar un camino para huir de las llamas en la Reserva Privada Don Luis de los Esteros del Iberá. Estaba en un sector pequeño que no se había prendido fuego aún, pero que finalmente sucumbió al incendio (Foto: @white.emilio)
Un pequeño pijuí en medio de ramas secas del caraguatá. Esas hojas deberían estar verdes. Iberá vive una situación inédita. El Parque tiene 12.000 kilómetros cuadrados de pantanos y lagunas y lo habitan yacarés, anfibios, ofidios, iguanas y alrededor de 350 especies de aves (Foto: @white.emilio)
Un pequeño pijuí en medio de ramas secas del caraguatá. Esas hojas deberían estar verdes. Iberá vive una situación inédita. El Parque tiene 12.000 kilómetros cuadrados de pantanos y lagunas y lo habitan yacarés, anfibios, ofidios, iguanas y alrededor de 350 especies de aves (Foto: @white.emilio)
Los mogotes de selva nunca se habían prendido fuego. La zona de los Esteros posee una selva húmeda, verde. Hoy está amarilla, seca, quemada. En Corrientes, según Coninagro, se incendian 20 mil hectáreas por día. La situación es desesperante (Foto: @white.emilio)
Los mogotes de selva nunca se habían prendido fuego. La zona de los Esteros posee una selva húmeda, verde. Hoy está amarilla, seca, quemada. En Corrientes, según Coninagro, se incendian 20 mil hectáreas por día. La situación es desesperante (Foto: @white.emilio)
Los inéditos incendios de los Esteros del Iberá hicieron que los portales de ingreso de Cambyretá, Loreto, San Miguel y Concepción fueran cerrados. Permanecen abiertos en el sur, como el de la Colonia Carlos Pellegrini (Foto: @white.emilio)
Los inéditos incendios de los Esteros del Iberá hicieron que los portales de ingreso de Cambyretá, Loreto, San Miguel y Concepción fueran cerrados. Permanecen abiertos en el sur, como el de la Colonia Carlos Pellegrini (Foto: @white.emilio)
Un carpincho busca sombra en una zona arrasada y totalmente seca. En condiciones normales, la región es un humedal y el paisaje es verde. El único agua que queda está en las lagunas y algún arroyo (Foto: @white.emilio)
Un carpincho busca sombra en una zona arrasada y totalmente seca. En condiciones normales, la región es un humedal y el paisaje es verde. El único agua que queda está en las lagunas y algún arroyo (Foto: @white.emilio)
Una paloma yerutí o montaraz es una de las más grandes que existen. Alcanza una longitud de 30 cm. Hoy su hábitat está amenazado por el fuego (Foto: @white.emilio)
Una paloma yerutí o montaraz es una de las más grandes que existen. Alcanza una longitud de 30 cm. Hoy su hábitat está amenazado por el fuego (Foto: @white.emilio)
Desde hace un mes, la provincia de Corrientes lucha contra los incendios. Ahora llegaron a los Esteros del Iberá. La sequía comenzó a manifestarse hace tres años, pero se agudizó hacia fin del año pasado e hizo eclosión en enero de 2021 (Foto: @white.emilio)
Desde hace un mes, la provincia de Corrientes lucha contra los incendios. Ahora llegaron a los Esteros del Iberá. La sequía comenzó a manifestarse hace tres años, pero se agudizó hacia fin del año pasado e hizo eclosión en enero de 2021 (Foto: @white.emilio)
La impresionante columna de humo indica la ferocidad del fuego, que penetró en los Esteros del Iberá como nunca en la historia. El cambio climático ya no es una amenaza, sucede ahora y pone en riesgo a un ecosistema único en nuestro país (Foto: @white.emilio)
La impresionante columna de humo indica la ferocidad del fuego, que penetró en los Esteros del Iberá como nunca en la historia. El cambio climático ya no es una amenaza, sucede ahora y pone en riesgo a un ecosistema único en nuestro país (Foto: @white.emilio)
Al carecer de depredadores naturales (recién el año pasado se reintrodujeron ejemplares de yaguareté), el carpincho es el animal más común en los Esteros del Iberá. No es una especie amenazada, pero este herbívoro necesita un ambiente acuático para desarrollar su vida, su reproducción y su protección (Foto: @white.emilio)
Al carecer de depredadores naturales (recién el año pasado se reintrodujeron ejemplares de yaguareté), el carpincho es el animal más común en los Esteros del Iberá. No es una especie amenazada, pero este herbívoro necesita un ambiente acuático para desarrollar su vida, su reproducción y su protección (Foto: @white.emilio)
Un ejemplar hembra de mono carayá aullador, con su característico pelaje dorado sobre un árbol que perdió el verdor. Los carayá del Iberá poseen una condición única en su especie, el dismorfismo sexual entre macho y hembra (Foto: @white.emilio)
Un ejemplar hembra de mono carayá aullador, con su característico pelaje dorado sobre un árbol que perdió el verdor. Los carayá del Iberá poseen una condición única en su especie, el dismorfismo sexual entre macho y hembra (Foto: @white.emilio)
En muchos casos, los carpinchos que murieron no lo hicieron por el efecto directo de las llamas, sino que la temperatura que tomó el suelo hizo que las patas se les quemaran y no pudieron seguir marchando hacia un lugar seguro (Foto: @white.emilio)
En muchos casos, los carpinchos que murieron no lo hicieron por el efecto directo de las llamas, sino que la temperatura que tomó el suelo hizo que las patas se les quemaran y no pudieron seguir marchando hacia un lugar seguro (Foto: @white.emilio)
Cinco palmeras alcanzadas por las llamas se recortan en el cielo azul de los esteros correntinos. La esperanza es la lluvia, pero según el Servicio Meteorológico Nacional recién llegarían, en forma aislada, el próximo domingo 20 de febrero por la tarde (Foto: @white.emilio)
Cinco palmeras alcanzadas por las llamas se recortan en el cielo azul de los esteros correntinos. La esperanza es la lluvia, pero según el Servicio Meteorológico Nacional recién llegarían, en forma aislada, el próximo domingo 20 de febrero por la tarde (Foto: @white.emilio)
El panorama desolador de los esteros: zonas que siempre están anegadas y hoy se encuentran totalmente secas hicieron posible el avance de las llamas (Foto: @white.emilio)
El panorama desolador de los esteros: zonas que siempre están anegadas y hoy se encuentran totalmente secas hicieron posible el avance de las llamas (Foto: @white.emilio)
El cadáver de una cría de yacaré overo de aproximadamente un año de edad sobre un colchón de hojas secas. Animales eminentemente acuáticos, la sequía que se registra en la zona hace que se deshidraten y mueran (Foto: @white.emilio)
El cadáver de una cría de yacaré overo de aproximadamente un año de edad sobre un colchón de hojas secas. Animales eminentemente acuáticos, la sequía que se registra en la zona hace que se deshidraten y mueran (Foto: @white.emilio)
Mientras a la izquierda las llamas toman un sector de pastos de los esteros, a la derecha asoma la cabeza de una boa curiyú que comienza a salir de su escondite para buscar un lugar seguro (Foto: @white.emilio)
Mientras a la izquierda las llamas toman un sector de pastos de los esteros, a la derecha asoma la cabeza de una boa curiyú que comienza a salir de su escondite para buscar un lugar seguro (Foto: @white.emilio)
La boa curiyú posee unos poderosos dientes, pero no mata con ellos. Le alcanzan para sujetar a su presa, que envuelve y asfixia. También conocida como anaconda amarilla, es la serpiente más grande de nuestro país y alcanza los 4 metros de largo y 30 kg. de peso (Foto: @white.emilio)
La boa curiyú posee unos poderosos dientes, pero no mata con ellos. Le alcanzan para sujetar a su presa, que envuelve y asfixia. También conocida como anaconda amarilla, es la serpiente más grande de nuestro país y alcanza los 4 metros de largo y 30 kg. de peso (Foto: @white.emilio)
Yacarés abigarrados en un pequeño espejo de agua. Y detrás, la ominoso escenario que dejan las llamas a su paso. La lucha contra el fuego se hace con aviones fumigadores pero no alcanza. El reclamo es también por la Ley de Humedales (Foto: @white.emilio)
Yacarés abigarrados en un pequeño espejo de agua. Y detrás, la ominoso escenario que dejan las llamas a su paso. La lucha contra el fuego se hace con aviones fumigadores pero no alcanza. El reclamo es también por la Ley de Humedales (Foto: @white.emilio)
Los yacarés son una de las especies más amenazadas por el avance del fuego y la sequía, ya que necesitan de agua para sobrevivir y su desplazamiento, al contrario de los venados de los esteros, es lento (foto: @white.emilio)
Los yacarés son una de las especies más amenazadas por el avance del fuego y la sequía, ya que necesitan de agua para sobrevivir y su desplazamiento, al contrario de los venados de los esteros, es lento (foto: @white.emilio)
Un yacaré overo huye de las llamas. Entre el fuego y la sequía, su destino parece sellado por la deshidratación. Aunque no hay un número oficial, la mortandad de los reptiles es alta (Foto: @white.emilio)
Un yacaré overo huye de las llamas. Entre el fuego y la sequía, su destino parece sellado por la deshidratación. Aunque no hay un número oficial, la mortandad de los reptiles es alta (Foto: @white.emilio)
Todos los días, en la reserva Don Luis llega un tractor que distribuye 2 mil litros de agua para improvisar una pequeña laguna y que al menos algunos animales puedan sobrevivir allí. La situación de los Esteros del Iberá por estas horas es desesperante (Foto: @white.emilio)
Todos los días, en la reserva Don Luis llega un tractor que distribuye 2 mil litros de agua para improvisar una pequeña laguna y que al menos algunos animales puedan sobrevivir allí. La situación de los Esteros del Iberá por estas horas es desesperante (Foto: @white.emilio)
Más de medio millón de hectáreas de la provincia de Corrientes se perdieron por el fuego. En el Portal de Cambyretá, el fuego se encuentra a unos 30 kilómetros de la ruta 12 (Foto: @white.emilio)
Más de medio millón de hectáreas de la provincia de Corrientes se perdieron por el fuego. En el Portal de Cambyretá, el fuego se encuentra a unos 30 kilómetros de la ruta 12 (Foto: @white.emilio)
Un mono carayá aullador macho, con su característico pelaje negro. (Foto: @white.emilio)
Un mono carayá aullador macho, con su característico pelaje negro. (Foto: @white.emilio)
Alejandra Boloqui, encargada de la Reserva Don Luis. Ella y su esposo Cepriano no abandonan su puesto y continúan peleando para que la fauna de los esteros sobreviva (Foto: @white.emilio)
Alejandra Boloqui, encargada de la Reserva Don Luis. Ella y su esposo Cepriano no abandonan su puesto y continúan peleando para que la fauna de los esteros sobreviva (Foto: @white.emilio)
Alejandra Boloqui toma la mano de su marido, Cepriano Oporto, al que todos llaman Cepi. Está postrado porque el viernes, mientras combatía el fuego, fue mordido por una yarará en la pierna. Por fortuna, fue una "mordida seca", es decir, que no le inoculó veneno. No obstante, por el remanente que siempre tienen en los colmillos, le produjo una severa inflamación (Foto: @white.emilio)
Alejandra Boloqui toma la mano de su marido, Cepriano Oporto, al que todos llaman Cepi. Está postrado porque el viernes, mientras combatía el fuego, fue mordido por una yarará en la pierna. Por fortuna, fue una "mordida seca", es decir, que no le inoculó veneno. No obstante, por el remanente que siempre tienen en los colmillos, le produjo una severa inflamación (Foto: @white.emilio)
A pesar de todo, un brote sobrevive en la madera casi muerta. La naturaleza se podrá recuperar, aunque el precio a pagar en los Esteros del Iberá será muy alto (Foto: @white.emilio)
A pesar de todo, un brote sobrevive en la madera casi muerta. La naturaleza se podrá recuperar, aunque el precio a pagar en los Esteros del Iberá será muy alto (Foto: @white.emilio)

FOTOS: Gentileza Emilio White

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