Donald Trump reemplazó al arquitecto encargado del salón de baile de la Casa Blanca por discrepancias

Shalom Baranes, especialista en obras federales, fue designado para liderar el proyecto, que prevé un espacio cuatro veces mayor que la sala del club Mar-a-Lago

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El nuevo salón de baile
El nuevo salón de baile de la Casa Blanca tendrá capacidad para cerca de 1.000 personas (Reuters)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió modificar el rumbo de su ambicioso proyecto para la residencia presidencial y contrató a un nuevo arquitecto para el salón de baile que planea construir en la Casa Blanca, según confirmaron voceros gubernamentales el jueves.

El plan, uno de los más discutidos de la actual administración, tomó otra dimensión cuando Trump reemplazó al arquitecto James McCrery, tras discrepancias sobre el tamaño y alcance del proyecto.

McCrery y su firma dirigieron los trabajos durante más de tres meses, pero el vínculo terminó en octubre por desacuerdos con el presidente, según una investigación publicada por The Guardian.

James McCrery fue el arquitecto
James McCrery fue el arquitecto original a cargo del salón de baile (Reuters)

La administración sumó a Shalom Baranes, fundador de Shalom Baranes Associates, para liderar una nueva etapa.

Baranes es reconocido por su trabajo en proyectos federales de Washington DC, incluida la modernización del edificio del Tesoro de Estados Unidos y la restauración del Pentágono tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Esta selección se concretó cuando Trump exigió ampliar el tamaño del salón, que ahora, de acuerdo con los últimos planos, sería incluso cuatro veces mayor que el de su club Mar-a-Lago, modelo de referencia para el mandatario al concebir este nuevo espacio.

Mar-a-Lago fue usado como referencia
Mar-a-Lago fue usado como referencia por Trump para concebir el nuevo salón de baile (Reuters)

El portavoz de la Casa Blanca, Davis Ingle, sostuvo a la cadena CNN que Baranes “ha dado forma a la identidad arquitectónica de la capital de nuestra nación durante décadas” y consideró su designación como clave para alcanzar la visión presidencial.

Además, el primer diseño contemplaba una sala de 8.361 metros cuadrados (90.000 pies cuadrados) con capacidad para 650 personas sentadas. Las versiones recientes aumentan la cifra a cerca de 1.000 asistentes y estiman el costo final en USD 300 millones, monto superior a la previsión inicial de USD 200 millones.

La Casa Blanca aseguró que el financiamiento provendrá de donaciones privadas, incluyendo fondos propios del presidente, por lo que no implicaría costos para el erario público.

El proyecto del salón de
El proyecto del salón de baile marca la mayor expansión de la Casa Blanca en décadas (Reuters)

El reemplazo de McCrery también se debió a dificultades para cumplir plazos y a la escasa disponibilidad de personal en su firma. De todas formas, funcionarios del entorno presidencial indican que McCrery seguirá como consultor en la siguiente fase, lo que contradice versiones sobre una ruptura definitiva con la empresa autora de los planes originales.

Las diferencias con Trump sobre
Las diferencias con Trump sobre el tamaño y dirección del salón causaron su salida (Reuters)

La magnitud del proyecto despertó dudas en organismos de conservación patrimonial. La demolición completa del Ala Este de la Casa Blanca durante el verano, una medida que Trump había descartado anteriormente, generó cuestionamientos luego de que se avanzara sin revisión de las comisiones de obras federales en Washington.

La completa demolición del Ala
La completa demolición del Ala Este generó cuestionamientos de expertos en conservación (AP foto/Jacquelyn Martin)

Las imágenes satelitales del ala demolida circularon en la prensa a inicios de octubre, intensificando la preocupación de expertos en arquitectura y preservación histórica.

(Con información de AFP)