El Caribe es el destino imbatible de los cruceros. Así lo refleja el informe 2017 de CLIA, la asociación internacional de líneas de cruceros, que señala que el 35,4% de los barcos de lujo navegan por esas aguas y el 15,8% lo hace a través del Mar Mediterráneo.
Pero eso no evita que los fanáticos del frío, o quienes deseen vivir aventuras y experiencias fuera de lo común al navegar entre témpanos, icebergs y fiordos, también tengan opciones a la hora de embarcarse hacia la era del hielo sin perder el lujo y el confort de los grandes barcos que navegan el Caribe.
Según el mismo informe de CLIA "se espera ver un incremento en los próximos años de los destinos de frío".
Fiordos nórdicos
Los fiordos son una tendencia que no para de crecer entre los pasajeros de cruceros. Uno de los viajes más populares de este tipo es un recorrido de varios días que pasa por las capitales nórdicas: Oslo, Estocolmo, Copenhague y Helsinki.
Ahí es posible ver esos paisajes de ensueño y leyenda, parques nacionales y algunos de los sitios más emblemáticos como el fiordo de Oslo. En esta zona histórica se encontraron asentamientos que datan de la Edad de Bronce, y en sus costas aparecieron tres de los barcos vikingos mejor preservados del mundo.
Islandia y Mar del Norte
Fenómenos como la aurora boreal y el solsticio de verano hacen de Islandia uno de los destinos más fantásticos para visitar. Allí, los volcanes, géiseres y paisajes surrealistas de esa isla de grandes espacios vírgenes se combinan para crear un atractivo único.
Las auroras boreales suceden durante todo el año, pero es necesario un cielo despejado para poder verlas. En ese país, es posible encontrarlas constantemente por prácticamente ocho meses durante el año. Además no hace falta alejarse de la capital Reikiavic para ser testigos de este espectáculo único de la naturaleza.
Incluso es posible consultar al servicio meteorológico islandés, que tiene su propio "pronóstico"de auroras boreales. El Parque Nacional de Thingvellir, situado en la región suroeste de la isla y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004 es otra de las visitas obligadas.
Excursión en rompehielos
El rompehielos "Sampo" sirvió 30 años al gobierno de Finlandia con el objetivo de mantener abiertas las comunicaciones en invierno a través del Mar Báltico. Hoy, ya retirado del servicio oficial, es una opción única en ese país para conocer la aventura máxima en los mares helados.
Tiene capacidad para 150 turistas y, claro, no cuenta con el confort y los servicios de las compañías de cruceros, pero quienes se embarquen en esta excursión pueden ser testigos de una travesía inolvidable por la zona helada de Laponia.
Otra de las curiosidades de este viaje es su menú, basado exclusivamente en productos locales. Los dos platos principales son guiso de salmón y guiso de reno. También se pueden hacer actividades únicas como flotar en el agua helada con trajes térmicos especiales.
De Ushuaia a la Antártida
Una opción cercana y accesible para los viajeros argentinos, que invita a conocer una de las zonas más increíbles del planeta. Cruceros como el Costa Luminosa pasan por el puerto de Ushuaia en una travesía de 38 días que comienza en Venecia y culmina en Santiago de Chile.
También es posible realizar excursiones a distintos puntos de la Antártida o bien emular la famosa "Ruta de Darwin" y conocer algunos de los lugares que visitó el famoso científico e investigador, como el Cabo de Hornos, el punto más austral del continente americano y su particular fauna de pingüinos papua y albatros real.