La exposición prenatal a una mezcla de sustancias aumenta el riesgo de síndrome metabólico

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Barcelona (España), 23 may (EFE).- La exposición prenatal a una combinación de disruptores endocrinos -sustancias que alteran el funcionamiento del organismo- está asociada con una peor salud metabólica en la infancia, lo que a su vez podría contribuir a un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico en la edad adulta.

El síndrome metabólico engloba un grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.

Así lo demuestra un estudio con la participación de 1.134 madres y sus hijos, de seis países europeos (España, Francia, Grecia, Lituania, Noruega y el Reino Unido) y todos ellos voluntarios de la cohorte Human Early Life Exposome (Helix).

Liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha sido publicado este jueves en la revista Jama Network Open.

Los investigadores evaluaron el impacto combinado de los disruptores endocrinos sobre la totalidad de los factores del síndrome metabólico.

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que reciben este nombre por su capacidad para interferir en el funcionamiento del sistema hormonal, el crecimiento, el equilibrio energético y el metabolismo.

A menudo es difícil evitar la exposición de estas sustancias, pues se pueden encontrar en diferentes productos, como pesticidas, pinturas, sartenes antiadherentes o envases de comida rápida.

A través de muestras de sangre y orina recogidas de las madres durante el embarazo o bien del cordón umbilical tras el parto, se analizó la exposición prenatal a un total de 45 disruptores endocrinos.

Más adelante, cuando los niños tuvieron entre 6 y 11 años, se les realizó un seguimiento, que incluyó un examen clínico, una entrevista y una recogida de muestras biológicas.

Con todo ello, se obtuvieron datos relativos a la medida de la circunferencia de la cintura, la presión sanguínea o los niveles de colesterol, triglicéridos e insulina, que se agregaron para obtener un índice de riesgo de síndrome metabólico.

El análisis estadístico reveló que las mezclas de metales, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), así como de pesticidas organoclorados y de retardantes de llama (PBDEs), se asociaban con un mayor índice de riesgo de síndrome metabólico.

En el caso de los metales, la asociación observada se dio principalmente por el efecto del mercurio, cuya fuente principal es la ingesta de pescados de gran tamaño.

Los PFAS, por su parte, son una de las familias de compuestos químicos más utilizadas, empleándose en pesticidas, pinturas, sartenes antiadherentes o envases de comida rápida, entre otros usos frecuentes, mientras que los PBDEs, que fueron prohibidos en Europa en los años 70, siguen presentes en el medioambiente.

"También observamos que las asociaciones eran más fuertes en las niñas para las mezclas de PFAS y bifenilos policlorados (PCB), mientras que los niños eran más susceptibles a la exposición a parabenos", detalló Nuria Güil, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Por su parte, Martine Vrijheid, codirectora del programa de medioambiente y salud a lo largo de la vida de ISGlobal, destacó que esto "sugiere que la exposición a mezclas generalizadas de disruptores endocrinos durante el embarazo puede estar asociada a una salud metabólica adversa en niños".

Esta asociación, de acuerdo con Vrijheid, "puede contribuir al actual aumento de la prevalencia del síndrome metabólico a lo largo de la vida", algo que actualmente afecta a una de cada cuatro adultos. EFE

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