Los consejos de Pepita Bernat para llegar a los 106 años: “No hago gimnasia ni cosas raras. Bailo, que es mover todo el cuerpo”

La mujer centenaria sobrevivió a la Primera y la Segunda Guerra Mundial y a la guerra civil española. Todas estas experiencias moldearon una vida marcada por la resiliencia y el esfuerzo constante

Pepita Bernat en 'Y ahora Sonsoles'.

Alguien que llega a la edad de 106 años tiene la autoridad suficiente, más que muchos expertos, como para dar consejos sobre la longevidad. Y Pepita Bernat, una anciana de Barcelona con esta edad, asegura que el único consejo que puede dar a quien quiera vivir más años es bailar.

Esta mujer, caracterizada por su actitud positiva, cuenta que baila mientras cocina, mientras friega y sobre todo cuando sale con amigos. “No hago gimnasia ni cosas raras. Bailo, que es mover todo el cuerpo, y cuando lo hago no me duele nada”, ha declarado en diversas entrevistas, según ha recogido El Español.

Pepita vive con mucha alegría, gran vitalidad, se encuentra en plenas facultades mentales y con una memoria envidiable. En otras entrevistas con doctores, la señora ha compartido otras formas para llegar a una edad tan avanzada. Una de ellas consiste en seguir una dieta sana.

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Quién es Pepita Bernat

Pepita Bernat es una vecina de Barcelona de 106 años cuya historia personal atraviesa algunos de los episodios más duros del siglo XX. A lo largo de su vida ha sido emprendedora, ha trabajado en distintos oficios (desde la hostelería hasta el comercio y la peluquería) y ha sacado adelante su día a día en un contexto marcado por la escasez, la guerra y profundas desigualdades sociales.

Además, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y a la guerra civil española. Todas estas experiencias moldearon una vida marcada por la resiliencia y el esfuerzo constante.

Este señor mayor que encarna el disfrute y la vitalidad. (Imagen ilustrativa Infobae)

Su testimonio cobró una gran repercusión tras la publicación de un vídeo junto al doctor Manuel de la Peña, en el que compartía algunos de sus consejos para mantenerse activa y “joven”. El contenido se viralizó rápidamente en redes sociales y superó el millón y medio de visualizaciones en apenas tres días. Desde entonces, Pepita Bernat ha concedido numerosas entrevistas y se ha convertido en un referente inesperado de envejecimiento activo.

Movimiento y longevidad

La idea del movimiento no debe estar circunscrita a la manera clásica de ir al gimnasio y ejercitar al máximo los músculos. Caminar, ponerse de pie, estirar, jugar... Se trata de micro decisiones que deben ser repetidas a diario si así queremos un impacto directo sobre nuestra longevidad.

Esto se debe a diversas razones. Entre ellas, podemos hallar que la actividad física estimula la función de las mitocondrias (estructuras celulares encargadas de producir energía). Su deterioro está directamente relacionado con el envejecimiento.

Dos personas mayores salen a andar juntos (iStock)

Por otro lado, el ejercicio ayuda a reducir la inflamación crónica de bajo grado (un proceso silencioso vinculado a enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neurodegenerativas). Además, mejora la salud metabólica y la sensibilidad a la insulina. Todo esto reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (especialmente prevalente en edades avanzadas).

Sin embargo, los beneficios del movimiento no se limitan al cuerpo. La actividad física genera un efecto neuroprotector al estimular la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro. Esto es una proteína que resulta clave para la salud neuronal, el estado de ánimo y la preservación de las funciones cognitivas.

Al mismo tiempo, mantenerse activo ayuda a conservar la masa muscular, el equilibrio y la movilidad. De este modo, se contrarresta la sarcopenia propia del envejecimiento y se preserva la autonomía funcional. En este sentido, moverse no solo contribuye a vivir más años, sino a vivirlos con mayor calidad e independencia.

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