Los españoles serán los europeos que tendrán una cena de Navidad más cara este año, y también les costará más que a los ciudadanos de Estados Unidos y de Australia. El precio de una cena navideña típica basada en pavo con guarnición ascenderá en nuestro país a 81,95 euros para una familia de cuatro miembros. Esto supone un incremento del 22% respecto al año pasado, situando a España entre los países donde más se encarece el menú festivo, según un análisis realizado por la plataforma de inversión y trading eToro.
Aunque el pavo no sea el plato clásico en todos los hogares españoles, eToro lo utiliza como referencia estándar para comparar el impacto del encarecimiento de los alimentos. Y el resultado es que la inflación alimentaria persiste con fuerza en nuestro país, afectando directamente al coste de la cesta navideña.
“España vuelve a encabezar el ranking porque soporta una inflación alimentaria especialmente persistente frente a otros países de su entorno. El incremento del 22% en el coste del menú navideño refleja presiones de precios que no se han corregido y que continúan trasladándose al consumidor final”, señala Javier Molina, analista de Mercados de eToro.
A su juicio, “el encarecimiento del pavo con guarnición, aunque no sea el menú tradicional en todas las casas de España, es una referencia útil para entender la presión sobre la cesta de la compra. Los costes de producción, los piensos, la energía y el transporte mantienen un nivel elevado y actúan como factores estructurales que siguen impulsando la inflación alimentaria”.
Francia y Alemania, donde más sube la cena
Los resultados del estudio de este año revelan una importante reorganización de la clasificación por países, con algunos mercados afrontando subidas abruptas y otros beneficiándose de bajadas notables. Así, tras fuertes caídas en 2024, se espera que los hogares franceses experimenten un repunte significativo de precios, con el coste de una cena tradicional de pavo relleno subiendo a 73,68 euros, un 26% más que el año pasado.
En cuanto a los hogares alemanes, experimentan el aumento más pronunciado, con el precio aumentando un 28% interanual hasta 70,75 euros, lo que coloca a Alemania entre los tres países más caros para la cena de Navidad.
Las familias rumanas pagarán el menú más barato
En los puestos de la parte baja del ranking se sitúa Polonia, donde el tradicional pierogi navideño de chucrut y champiñones es un 8% más barato, hasta pagarse a 35,18 euros. Una caída que contrasta con las tensiones inflacionistas que aún persisten en el oeste de Europa. También sorprende la bajada de precios en Australia, donde la popular barbacoa navideña cuesta un 6% menos, situándose en 43,14 euros, una de las más baratas.
En cuanto a las familias de Reino Unido, siguen viendo aumentos de precios incluso después la abultada escalada de 2024. Para este año, se prevé una remontada del 5% en el pavo y sus guarniciones, hasta los 44,12 euros, lo que sitúa los precios considerablemente por encima de los 24,80 euros de hace dos años.
El menú más barato lo pagarán los ciudadanos de Rumanía, donde el sarmale con guarnición costará 17,65 euros para una familia de cuatro miembros. Una cifra llamativamente baja en comparación con España, Francia o Alemania, donde los precios navideños multiplican por cuatro o incluso por cinco esa cantidad.
La inflación alimentaria, lejos de remitir
Como demuestran las cifras recogidas en el informe, la inflación de los alimentos sigue siendo un factor clave en la evolución de los precios de las cenas de Navidad, ya que las cadenas de suministro globales aún se están adaptando a las pérdidas de cosechas causadas por el clima, el aumento de los precios de los piensos y la continua volatilidad de los costes de la energía y el transporte.
Los autores del estudio reconocen que si bien algunos mercados han experimentado una disminución de las presiones en los precios este año, otros se enfrentan a nuevos aumentos a medida que los desafíos de producción y las perturbaciones regionales siguen afectando a los supermercados.
“Este año, las familias de todo el mundo vuelven a experimentar índices de inflación alimentaria muy dispares mientras se preparan para la Navidad. Algunos países, como Alemania, Francia y España, están experimentando aumentos drásticos, mientras que otros, como Australia y Polonia, se benefician de importantes reducciones de precios”, señala Sam North, analista de eToro. El experto incide en que “estos resultados subrayan la persistencia de la inflación alimentaria localizada, con incluso países vecinos experimentando marcadas diferencias en los precios de los supermercados esta Navidad”.
La incidencia del precio de los alimentos en los tipos de interés
La subida del precio de los alimentos puede repercutir en la macroeconomía de la zona euro, ya que es un elemento que tiene muy en cuenta el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de llevar a cabo su política monetaria, al igual que ocurre con otros bancos centrales.
“Si la tendencia de subida de los alimentos no se modera, podría interferir en cualquier expectativa de recortes de tipos de interés y reforzar un escenario en el que los tipos permanezcan estables o pudieran subir”, advierte Javier Molina. Y todo apunta a que la normalización de la cesta de la compra será más lenta de lo anticipado: “Con tensiones aún presentes en materias primas agrícolas y costes energéticos, las economías de renta alta podrían afrontar nuevas Navidades con niveles de precios elevados, a menos que se produzca una corrección clara en estos factores”.