José Luis Górriz, nefrólogo: “A mis pacientes les prohíbo dos cosas: el tabaco y la sal”

El organismo humano no está preparado para una sobrecarga de estos contenidos y el ámbito médico está preocupado por sus consecuencias

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Un doctor recomida no consumir
Un doctor recomida no consumir tabaco y sal / Infobae España

La relación entre el consumo de sal y la salud renal, así como su impacto en la tensión arterial, ha sido objeto de atención constante en la consulta de nefrología. Según ha explicado Dr. Górriz, especialista en la materia, la recomendación a los pacientes es clara: prohibición imprescindible de la sal y el tabaco.

En palabras del propio nefrólogo, en una entrevista con la doctora y divulgadora Isabel Vina: “A mis pacientes solo les, entre comillas, prohibo dos cosas: una, el tabaco y otra la sal”. De este modo, el especialista subraya la importancia de limitar de forma estricta el consumo de sal, a la vez que lo equipara en relevancia a la eliminación del tabaco.

El motivo de esta recomendación, según el doctor, radica en que el organismo humano no está preparado para la sobrecarga de sal. Esta afirmación pone de manifiesto la preocupación existente en el ámbito médico por los efectos adversos que puede tener un exceso de sodio en la dieta, especialmente en lo que respecta al funcionamiento del riñón y al control de la presión arterial.

Los efectos perjudiciales del tabaco sobre la salud

Conocer los efectos perjudiciales del tabaco sobre la salud es un factor determinante tanto para las personas que fuman como las que no. El consumo prolongado de tabaco, ya sea fumado, masticado o aspirado, aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar múltiples enfermedades, según Medline Plus.

El tabaco está asociado a una amplia variedad de problemas médicos. Tanto el tabaco para fumar como el que no se fuma presentan riesgos significativos para la salud. Entre los más graves destacan los trastornos cardiovasculares, que incluyen enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, así como otros problemas de salud que afectan a distintos órganos y sistemas del cuerpo.

Medline Plus ha subrayado que cambiar el tabaco fumado por el que no se fuma no elimina los riesgos para la salud. Las personas que optan por esta alternativa continúan expuestas a efectos nocivos, por lo que la única forma de reducir el peligro es abandonar por completo el consumo de tabaco.

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La exposición al humo de tabaco ajeno, conocida como tabaquismo pasivo, también implica un aumento del riesgo de padecer enfermedades. Aquellas personas que permanecen habitualmente cerca de fumadores pueden desarrollar problemas similares a los de quienes consumen tabaco de forma activa. Los bebés y los niños expuestos con frecuencia al humo indirecto del cigarrillo presentan una mayor vulnerabilidad a diversas afecciones, lo que pone de manifiesto la gravedad de este tipo de exposición.

Limitar la ingesta de sal para controlar la presión arterial

Según recoge la Junta de Castilla y León, la reducción del consumo de sal y azúcar en la dieta diaria ha sido señalada como una medida fundamental para preservar la salud, especialmente en la infancia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado limitar la ingesta de sal para controlar la presión arterial.

El máximo de sal aconsejado para adultos se sitúa en cinco gramos al día, mientras que en la población infantil esta cantidad debe ser aún menor, ajustándose a las necesidades energéticas propias de cada edad. Para alcanzar una ingesta adecuada de sal en la infancia, se recomienda adaptar las cantidades en función de los requerimientos energéticos de los niños y niñas en comparación con los adultos.

En España, el consumo medio diario alcanza los 9,8 gramos, casi el doble de lo recomendado. Para adaptar el paladar a una dieta menos salada, la Dra. Susana del Prado Díaz, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid propone en Fundación Española del Corazón varias alternativas.

Dentro de estos consejos se encuentran emplear zumo de limón o vinagre en lugar de sal, utilizar hierbas aromáticas y condimentos, o potenciar el sabor con verduras y hortalizas como la cebolla, el puerro o el ajo. Además, ha recomendado optar por platos asados o hervidos en vez de fritos y prestar atención a la cantidad de comida, especialmente cuando se eligen productos menos cardiosaludables.