Alemania propone una pensión de 10 euros al mes para los niños mayores de 6 años: los padres deberán invertir el dinero en acciones

Para 2036, se jubilarán 19,5 millones de alemanes y solo 12,5 millones de jóvenes se incorporarán al mercado de trabajo

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Frühstart Rente. Este es el nombre que recibe el plan del gobierno alemán para otorgar un subsidio de diez euros mensuales a todos los niños del país para que puedan complementar sus futuras pensiones. El objetivo de esta iniciativa es cambiar la cultura financiera y, a su vez, cerrar las grietas de un sistema de pensiones con más de un siglo de vigencia que ahora se encuentra en crisis.

La Pensión de Inicio Anticipado -la traducción del nombre al español- comenzará a otorgarse a partir del primero de enero de 2026 a todos los niños de seis años, hasta que cumplan los 18. Este dinero se invertirá en un plan de ahorro vinculado hasta la edad de jubilación, aunque al alcanzar la mayoría de edad podrán seguir ahorrando de forma privada y disponer de un extra para sus pensiones.

La ministra de Asuntos Sociales, Bärbel Bas, pretende presentar esta propuesta en otoño. Por el momento, se desconoce si los padres serán responsables directos de abrir las cuentas de ahorro de sus hijos o si las gestionará el Estado. Además, tampoco se sabe si estos ingresos deberán gravarse con algún tipo de impuesto.

“La seguridad del futuro ya no puede depender únicamente del Estado, sino también de la iniciativa ciudadana”, expresó el canciller alemán, Friedrich Merz, al respecto de la propuesta de ley. “Los niños deben aprender que la perseverancia al reservar incluso pequeñas cantidades puede marcar la diferencia”, añadió.

Estudios demuestran que esto sucede debido a que la esperanza de vida aumenta

La sociedad alemana tilda de “experimento” la iniciativa

Esta propuesta es disruptiva para una sociedad prudente como la alemana, donde el 37% de sus nueve billones de euros de riqueza financiera se encuentran en cuentas de bajo rendimiento y solo el 17% de sus habitantes posee acciones, fondos o ETS, en comparación con el 39% del Reino Unido o el 62% de Estados Unidos. En este sentido, la economista Ulrike Malmendier, profesora en Berkeley y miembro del Consejo de Expertos Económicos, animó a “romper la desconfianza” en los mercados. “Si se invierte en una cartera ampliamente diversificada y se considera un horizonte temporal de 30 años, un rendimiento satisfactorio está prácticamente garantizado”.

Por su parte, la sociedad alemana no recibió de la mejor manera esta propuesta del Ejecutivo. El sindicato alemán de trabajadores metalúrgicos calificó la idea de “promover planes de pensiones privadas basadas en acciones lejanas a la realidad y peligrosas”, según informó el Financial Times. Además, los medios locales detallaron que este subsidio, que comenzaría a otorgarse desde enero de 2026 si es aprobado, costaría alrededor de mil millones de euros al año. El sindicato propone destinar esta cuantía a fortalecer el actual sistema de pensiones que “se encamina lentamente a un déficit estructural”.

Lo cierto es que el recambio generacional dentro del mercado laboral alemán se encamina a unas situaciones críticas. El Instituto de Economía de Colonia estimó que, para 2036, se jubilarán 19,5 millones de alemanes y solo 12,5 millones de jóvenes se incorporarán al mercado de trabajo. El dato es más preocupante si se tiene en cuenta que, durante 2024 se destino cerca de una cuarta parte del presupuesto federal a cubrir las carencias del sistema de pensiones (117.000 millones de euros).

Con estas perspectivas poco alentadoras, estas pensiones por sí solas no parecen ser la solución al problema alemán. Según estimó el banco digital alemán Trade Republic, construir una pensión sólida requeriría una rentabilidad anual media del 7%. Así, los diez euros mensuales durante doce años invertidos hasta la jubilación solo podrían ascender hasta los 65.000 euros, a lo que cabría restarle cerca de un tercio si la inflación anual se mantiene cerca del 2%.