Los once viajes en avión a eliminar en España para reducir la emisión de dióxido de carbono

Una propuesta de Ecologistas en Acción plantea emular la ley francesa e incluso ser más ambiciosos, un plan que podría llevarse durante la próxima legislatura de coalición entre PSOE y Sumar

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Los once viajes en avión a eliminar en España para reducir la emisión de dióxido de carbono.

En mayo de 2023, Francia reaccionaba ante la emergencia climática y anunciaba la eliminación de los vuelos cortos si el Estado tenía la capacidad ferroviaria para asumir esos trayectos en viajes de, máximo, dos horas y media en tren. La medida, más escasa de lo deseado por organizaciones ecologistas, eliminaba tres rutas aéreas del interior del país y sentaba un precedente de reacción ante la crisis climática.

A expensas de lo que pueda ocurrir durante la próxima legislatura, si el presumible gobierno de coalición entre PSOE y Sumar se cristaliza, se recuperarán los trámites para crear una ley de movilidad ambiciosa que lleve a cabo limitaciones en el transporte aéreo, uno de los grandes contaminantes de nuestro tiempo.

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Por ello, la organización Ecologistas en Acción ha elaborado una propuesta para elevar al Gobierno en la que apunta a la eliminación de once rutas aéreas que podrían sustituirse por viajes en trenes ya existentes. Once trayectos que, de extinguirse, traerían consigo la reducción de 300.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono y no supondrían un gasto añadido al Estado, puesto que las vías ya están operativas. El tren es uno de los medios de transporte menos contaminantes y es la gran alternativa verde para un futuro descarbonizado.

Las rutas a eliminar serían las siguientes: Alicante-Madrid; Barcelona-Madrid; Barcelona-Valencia; Madrid-Málaga; Madrid-Pamplona; Madrid-Santiago de Compostela; Madrid-Sevilla; Madrid-Valencia; A Coruña-Madrid; Granada-Madrid; y Logroño-Madrid. Todas ellas, rutas aéreas, tienen alternativa ferroviaria con viajes de menos de cuatro horas y, en casi todos los casos, viajes por la mañana y por la tarde que no hacen necesario trasnochar fuera de la ciudad de origen, en caso de preferir ir y volver durante la misma jornada.

Las diferencias entre el tren y el avión son gigantescas y el coste medioambiental se reduciría drásticamente. Eliminar todos estos viajes, casi 50.000 al año, conllevaría la suspensión del 12,37% de todas las emisiones generadas por el tráfico aéreo doméstico.

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Estas rutas representan en torno al 36% del total de las operaciones peninsulares. En su mayoría, la mayoría sirven a la ruta Madrid-Barcelona, con 15.773 viajes en 2019, el último año prepandemia válido para una medición. Más de 2,5 millones de pasajeros usaron el avión para estos 480 kilómetros, una ruta que en tren se puede realizar en dos horas y media.

La ruta Madrid-Sevilla, uno de los más contaminantes

Otro de los viajes más contaminantes y prescindible es el de Madrid-Sevilla. Casi medio millón de personas usaron esta ruta de avión en 2019, cuando hay aves y trenes disponibles que conectan ambas capitales en medios de tres horas. La diferencia de precios entre trenes y aviones es uno de los motivos por los que los vuelos suelen ser la forma de transporte, debido a las subvenciones que aún sostienen el mercado del transporte aéreo. “Los precios de los billetes de avión son irreales, si no estuvieran subvencionados serían mucho más caros y el tren sería la opción predilecta”, sostenía Pablo Muñoz, coordinador de Aviación en Ecologistas en Acción, durante la presentación del estudio.

Esta medida conllevaría aumentar la frecuencia de los trenes entre A Coruña-Madrid, Granada-Madrid y Logroño-Madrid, para que los desplazamientos pudieran hacerse ida y vuelta en el mismo día. Estos tres, además, son los desplazamientos más largos para hacer en tren, porque no hay disponible línea de alta velocidad. Los viajes más rápidos se prolongan aproximadamente tres horas y media.

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