El año de la turbulencia extrema: cuáles son las acciones argentinas que cotizan en Wall Street que ganaron y las más golpeadas

ADRs en verde, en rojos y cómo le fue al market cap conjunto de estas compañías locales que cotizan en EEUU. Dólar, bonos CER y depósitos a plazo fijo lograron superar a la inflación

La contienda electoral tuvo impacto en las valuaciones de acciones y bnos.

Fue un año mixto, con ganadores y perdedores, entre las empresas argentinas que cotizan en Wall Street.

La volatilidad impacto fuerte luego de un 2024 en el que fue todo para arriba para estos papeles, unos 20, muchos de los cuales cotizan en formato de ADR (American Depositary Receipts). Por eso, algunas pérdidas también reflejaron tomas de ganancias después de un año anterior en el que los ADR de los bancos saltaron hasta 270%, con empresas energéticas que también celebraron.

En este año que se va, las acciones de empresas argentinas cuyo modelo de negocios tiene bases en operaciones en el exterior ofrecieron los mejores rendimientos, tal el caso de Corporación América (+41,1%), Ternium (+31,2%), Central Puerto (+19,7%) y Mercado Libre (+18,5%), pelotón positivo en el que también se encuentran IRSA, Loma Negra, TGS y Tenaris.

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Entre los valores más representativos, el balance anual fue negativo, con posición destacada para Grupo Galicia (-12,2%), YPF (-14,3%), Supervielle (-20,2%) y Edenor (-28,2%).

A su vez, destacó la fuerte caída en dólares de Globant (-68,5%). El unicornio tech pasa por un momento de reconfiguración de su modelo de negocios y algunos cuestionamientos que lo hicieron cambiar sus perspectivas de crecimiento, movimientos todos que se vieron reflejados en el derrumbe de la acción.

En 2025, el market cap, o valor de mercado de este grupo de compañías que cotizan en Wall Street, sumó de forma conjunta unos USD 19.500 millones. La cifra representa unos USD 7.000 millones más que la registrada el año anterior (+3,7%).

Como fue un período mixto para los ADR locales, conviene hacer alguna aclaración. La más importante es que Mercado Libre, por su peso propio y valor, representa alrededor de la mitad de esa cifra total. Como, además, la empresa que fundó Marcos Galperin está entre las ocho que terminan el año “verdes”, cuando se la saca de la ecuación, el contexto cambia.

Así, sin MELI –tal la sigla con la que la empresa cotiza en Nasdaq– el total verde pasa a ser rojo. En efecto, la cuenta total de estas empresas locales pasa a tener en el año una pérdida de poco más de USD 8.700 millones (-8,5%).

Cabe destacar que estas cifras abarcan hasta el 29 de diciembre, por lo que resta conocer la evolución de las variables durante el martes 30, antes del cierre definitivo de 2025.

Otras inversiones

El año evidenció que la elección del activo de cobertura fue clave para los inversores. Con la inflación todavía alta y el dólar más estable, las diferencias de rendimiento entre estrategias conservadoras, financieras y de riesgo resultaron notorias.

Como fiel de la balanza se puede considerar una inflación estimada en el 31% para todo 2025. Por lo tanto, la selección de activos financieros debió competirle a dicha tasa para proteger la tenencia.

El dólar, por ejemplo, avanzó un 41% en el año, desde los $1.032 a los $1.457 según la referencia del tipo de cambio mayorista, con cierto impulso dada la eliminación parcial del “cepo” el 11 de abril y una intensa demanda preelectoral. Así, el billete verde le ganó por 10 puntos porcentuales a la inflación.

En ese contexto, los plazos fijos y los bonos CER superaron ampliamente la dinámica inflacionaria, mientras que las acciones argentinas y el petróleo -cuya evolución impacta en varios títulos de renta variable-registraron pérdidas. En el plano internacional, el oro y el uranio se destacaron, y los principales índices de Wall Street alcanzaron máximos históricos.

El año 2025 marcó un cambio en la dinámica de las inversiones en Argentina, para dejar en evidencia que la correcta elección de coberturas resultó determinante para preservar el poder adquisitivo, incluso en un escenario con menor volatilidad cambiaria. Mientras la inflación continuó en niveles altos, el dólar mantuvo una estabilidad poco frecuente, y las diferencias entre estrategias conservadoras, financieras y de mayor riesgo se hicieron notorias.

Durante meses, la disyuntiva se centró en optar por tasa en pesos o dolarización de carteras. El resultado fue mucho más parejo respecto a años anteriores. Las estrategias de carry trade empataron a la inflación, pero no consiguieron superar al dólar en términos reales. De acuerdo con un reporte del GMA Capital, quienes apostaron exclusivamente a instrumentos en pesos sin cobertura obtuvieron un saldo neutro o levemente negativo.

En contraste, los plazos fijos tradicionales y los bonos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) superaron la inflación por más de diez puntos porcentuales, consolidándose como las alternativas más efectivas para mantener el valor real en moneda local. Estos instrumentos se posicionaron como refugios financieros en un contexto de menor sobresalto cambiario.

Las estrategias de “carry trade” empataron a la inflación, pero no consiguieron superar al dólar en términos reales

El comportamiento del mercado accionario argentino presentó altibajos y cierra el año con pérdidas en dólares. La volatilidad quedó reflejada en los precios récord históricos en dólares obtenidos en el comienzo de enero de este año. Con el correr de los meses, el mercado deambuló en un ciclo predominantemente bajista hasta acumular una caída de 40% en dólares después de las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, que representaron un fracaso político para La Libertad Avanza.

El rescate del Tesoro de los EEUU en octubre, que permitió estabilizar al dólar cerca del techo de las bandas cambiarias, coincidió con un importante respaldo de los votantes en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre. En los siguientes dos meses, el S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Ares alcanzó una recuperación de 54% en dólares, que ajustó la caída anual de las acciones a un 4% en promedio, aunque un 14% debajo del récord del Merval en dólares del 9 de enero de 2025 (2.386 puntos).

Con datos hasta el 29 de diciembre, el balance en los mercados de Estados Unidos resultó opuesto al contexto local. El S&P 500 (+18%), el Nasdaq (+22%) y el Dow Jones (+14%) alcanzaron máximos históricos, impulsados de manera predominante por las grandes compañías tecnológicas y el auge de la inteligencia artificial. El Nasdaq lideró las subas, reforzando la concentración de retornos en un grupo reducido de empresas de gran capitalización, como las Siete Magníficas: Apple (+12%), Microsoft (+16%), Alphabet (+64%), Amazon (+5%), Meta Platforms (+10%), Nvidia (+36%) y Tesla (+24%).

En el mercado internacional de commodities, el oro se consolidó como activo de refugio global. Su valorización respondió a la persistente incertidumbre geopolítica, la debilidad de la moneda estadounidense y las perspectivas de baja en las tasas de interés.

El uranio, por su parte, se destacó debido al renovado interés por la energía nuclear y la creciente demanda de electricidad asociada a las tecnologías de inteligencia artificial. El petróleo (-18,3%, a USD 58 el barril en EEUU), en cambio, fue uno de los activos más castigados del año, presionado por el exceso de oferta y la desaceleración de la economía global. El crudo se ubicó entre los grandes perdedores del segmento.

El desempeño de Bitcoin (-6,2%, a USD 87.700) fue uno de los más volátiles del año. La criptomoneda alcanzó un récord histórico durante el ciclo 2025 (USD 126.188 el 6 de octubre), pero finaliza con saldo negativo en el balance de doce meses. Analistas atribuyeron este desenlace al endurecimiento de las condiciones financieras, la reducción de liquidez y el cierre de posiciones apalancadas a nivel global. El segmento cripto mostró así su dependencia del contexto monetario internacional.

El cierre de 2025 ratificó que las estrategias defensivas y los activos ajustados por inflación ofrecieron mayor protección a la volatilidad propia de un año electoral, mientras que las apuestas en acciones, petróleo y criptomonedas requirieron una elevada tolerancia al riesgo y precisión en el momento de entrada y salida. La selección correcta del activo, el momento oportuno y el horizonte de inversión marcaron la diferencia en un año donde los factores macroeconómicos y políticos fueron elementos decisivos.

¿Cómo viene el 2026?

El triunfo del oficialismo en los comicios de medio término brindará mayor base política en el Congreso al presidente libertario Javier Milei, condición que le permitirá ahondar en 2026 en su plan de gobierno. Un dato valorado por los inversores fue que el Congreso aprobó el viernes 26 el Presupuesto 2026, que incluye el gasto de 148 billones de pesos (equivalentes a unos USD 101.800 millones), una expansión de la economía del 5% y una tasa de inflación anual del 10,1%.

Desde el primer día de 2026 comenzará a regir la nueva banda de flotación cambiaria que seguirá el ritmo de la inflación mensual, que comenzará con un 2,5% desde el 1% actual, al tiempo que el próximo 9 de enero el Tesoro nacional deberá afrontar vencimientos de deuda por unos 4.300 millones de dólares.

Lo que se aprobó en el Congreso “es el presupuesto de las cuentas nacionales, pero en definitiva se toma como parámetro también para las cuentas tanto de las empresas como de los hogares”, dijo el analista Damián Di Pace, experto de Focus Market.

“De cara al 2026, el upside (potencial de alza) es más acotado que al inicio de este año, y el desafío será sostener el riesgo país debajo de los 500 puntos”, reportó GMA Capital. “El foco estará puesto en la credibilidad del nuevo marco monetario y cambiario, el respaldo político y, en especial, la capacidad de fortalecer las reservas” señaló la ALyC.

“El Gobierno ya cuenta con cerca de la mitad de los dólares necesarios para afrontar el vencimiento del 9 de enero, por lo que estos días son efectivamente de definiciones”, dijo Emilio Botto, jefe de Estrategia de Mills Capital Group. “Existen distintas alternativas sobre la mesa, como el uso del swap con Estados Unidos o algún tipo de acuerdo financiero con bancos, incluso un repo, aunque todavía no está claro cuál será el mecanismo elegido”, indicó.

2025 dejó la conclusión de que las estrategias defensivas y los activos ajustados por inflación ofrecieron mayor protección a la volatilidad

“La poca acumulación de reservas sigue siendo el talón de Aquiles del actual programa económico. A su vez, con respecto al tipo de cambio, es importante destacar que ahora, el Gobierno no tiene grandes incentivos a abandonar el sistema de flotación con bandas”, afirmó Capital Markets Argentina.

“El objetivo a corto plazo parecería seguir focalizado en lograr profundizar la compresión del riesgo país, ya que a unos 150 puntos básicos adicionales podría empezar a reabrirse el mercado internacional de deuda para la refinanciación de vencimientos, más allá de que la intención de las autoridades sería ir desarrollando en el tiempo un mercado de capitales local más profundo”, concluyó el economista Gustavo Ber.

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