Un importante banco de Estados Unidos pronosticó una suba de 48% del dólar oficial para el final de marzo

El Bank of América proyectó el tipo de cambio en $1.196 para fin del primer trimestre, un ajuste que compensaría sólo en parte la inflación acumulada desde la devaluación para esa fecha

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EFE/ANDREW GOMBERT
EFE/ANDREW GOMBERT

Con las dudas del mercado sobre la sostenibilidad del lento ajuste del tipo de cambio oficial hasta fin del verano que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, uno de los principales bancos de Estados Unidos se sumó a la expectativa de una nueva devaluación del tipo de cambio en marzo.

Es lo que se desprende de la proyección del dólar oficial que publicó el Bank of America en su último informe que, si bien mejora levemente respecto su pronóstico, sigue indicando que prevé un nuevo salto discreto de la divisa a fin del primer trimestre. Esa suba, sin embargo, sería menor a la inflación acumulada desde la corrección cambiaria de mediados de diciembre, que se proyecta hacia fin de marzo en torno a 100%. Para la entidad, el dólar oficial subirá para ese momento hasta los $1198, lo que representa 48% de incremento.

La estimación del BOFA se conoce cuando arrecian la inquietud entre los analistas y operadores respecto a las chances del Gobierno de cumplir con la promesa de evitar un nuevo salto cambiario abrupto. El temor es que una nueva devaluación induzca al círculo vicioso interminable de suba del dólar y suba de precios, retroalimentandose. En ese cuadro, sin embargo, también queda la incógnita de la tasa de interés, hoy en terreno ampliamente negativo como estrategia de licuación de los pesos excedentes en la economía.

Es de esperar que ese proceso se dé por terminado en el verano, por lo cual el ajuste de la tasa de interés seguramente será también un factor a considerar en la estrategia de tipo de cambio. En cualquier caso, la proyección del banco está lejos de ser tremendista: tras la suba de marzo, A partir ahí, lo que proyecta es un acompañamiento del tipo de cambio oficial de la inflación. En ese sentido, presume una trayectoria de ajustes graduales del dólar: para junio, por ejemplo, la suba adicional que prevé en el trimestre es de 30%, de 22% en el tercer trimestre para finalizar el año con una suba de 20%, lo que terminaría llevando la cotización de la divisa a unos $2.330 hacia dicembre.

En rigor, se trata no sólo de proyecciones conservadoras sino incluso optimistas. Sin embargo, no se deduce de esa trayectoria planteada cuál es la expectativa respecto de la unificación cambiaria. Las miradas del mercado están divididas en ese sentido. Una gran parte de los operadores y analistas ven altamente improbable una unificación y liberalización del tipo de cambio antes de fin de año mientras que algunos otros apuestas a que ello podría ocurrir hacia el segundo trimestre del año, tras “una última devaluación”.

Es el caso de la consultora financiera PPI, que advirtió que a partir de la segunda quincena de este mes, la brecha cambiaria tendería a ensancharse -algo que en rigor ya comenzó a ocurrir esta semana- tanto por que la suba del tipo de cambio oficial se mantiene muy por debajo de la inflación como por la mayor presión sobre el contado con liquidación, que sí acompañaría algo más de cerca al resto de los precios. “Este escenario sería riesgoso para un BCRA que siga enfocado en licuar. Más allá de la particularidad de febrero, creemos que va conformándose el escenario para una ‘última devaluación’ para salir del cepo cambiario en algún momento del primer semestre (tal vez en abril, en consonancia con la entrada de la cosecha gruesa”, vaticinó la consultora.

Esa perspectiva está discutida entre muchos otros analistas, más convencidos de que las condiciones no estarán dadas para la eliminación total de los controles de cambios antes de fin de año. Entre ellos, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien consideró recientemente que, por el momento, no se aplicó aún un plan de estabilización y que, para hacerlo, se debería esperar hasta el próximo año si es que para ese momento se eliminaron “todos los vestigios” de las restricciones cambiarias