El aumento de los impuestos para gastar con tarjeta tuvo una respuesta inmediata: la suba del dólar libre

Un nuevo dólar se sumó al “team” de los tipos de cambio que rigen en la Argentina y hubo tensión en todos los segmentos del mercado

Compartir
Compartir articulo
(Foto: Franco Fafasuli)
(Foto: Franco Fafasuli)

“Parece un Gobierno adicto a la adrenalina”, señaló un operador ante el cambio de escenario en el mercado cambiario. Y es que las expectativas de devaluación renacieron. Los bonos dollar linked (atados a la cotización del dólar oficial) subieron casi 2%. La demanda de estos títulos estuvo destinada a hacer lo que se llama dólar sintético que asegura una tasa de interés comprando estos bonos y vendiéndose en el mercado de futuros.

De hecho, el Banco Central salió a vender dólar futuro ante el aumento de la divisa en todos los fines de mes. El dólar ahora tiene una tasa implícita de casi 80% anual, contra 70% que tenía hace 24 horas. A fin de año cotizó a $177 (+1,31%) y esto le encarece el tipo de cambio a importadores, a quienes los dólares el Banco Central se los entregará dentro de 6 meses.

Pero más caro será para los que importen y estén en el nuevo régimen que les asegura divisas a 60 días porque por ese lapso deberán pagar un dólar de $150,24 que es 15% más caro que el de fin de este mes.

Todo el mercado se despertó tras la decisión oficial de aumentar en $11 el dólar tarjeta. Miguel Pesce había prometido no tocar este dólar. La comunicación del Banco Central con la AFIP, entonces, no parece ser la mejor, porque la medida nació de allí con la excusa de que este año habrá que pagar impuestos mayores porque en ese recargo se incluye el anticipo a Ganancias y a Bienes Personales. Lo cierto es que un nuevo dólar se sumó al “team” de tipos de cambio.

El dólar solidario se mantendrá en el mismo precio, pero el cupo de estas divisas está considerablemente reducido porque al cliente del banco se le descuentan los pagos por el pago de servicios de streaming u otras aplicaciones digitales, que son cotidianas en este público. “Hoy un cliente ve reducido su cupo en alrededor de USD 50 mensuales por el pago de servicios al exterior”. Por cierto, esos servicios ahora se cursarán por el dólar tarjeta, aunque en algunos casos tengan débito automático en el banco y significarán una merma en el ingreso del cliente porque reclamar la deducción de impuestos a fin de año es un trámite que tarda demasiado tiempo y la diferencia se licúa con la inflación.

De esta manera, el dólar tarjeta cerró $11 más caro que el solidario en $236,25. Y la respuesta inmediata fue una suba del “blue” de $6, hasta $ 289. El día anterior había subido $11 a $283 en esta plaza, porque alguien se enteró de la medida y avisó. Al instante el mercado libre se ajustó.

La medida coincidió con la renuncia de Adrián Cosentino en la Comisión de Valores, un hombre que tenía buena llegada con los operadores, y sumó argumentos para que suban los dólares financieros.

“La suba del contado con liquidación se explica por el crecimiento de los agregados monetarios (emisión) y porque el valor está aumentando en el mundo. Históricamente el contado con liquidación aumentó junto con la moneda de Brasil. El real brasileño que venía de niveles de 4,5 reales contra el dólar, ahora está en 5,5 reales. Creo que todavía no hay un overshooting (sobrerreacción) como vimos en octubre de 2020 que equivaldría a $400 por dólar de hoy. Pero atención en los próximos meses deberemos estar pendientes del mercado de deuda en pesos, que ya muestra signos de estabilidad, con menor intervención del Central. Pero en la medida que el Tesoro siga viendo flaquear la demanda de sus títulos y el Central deba salir a contener precios en el mercado secundario podremos volver a ver exceso de pesos en la calle y eso puede volver a poner presión sobre el dólar. Si, por el contrario, vemos a un Central esterilizando pesos emitidos, como lo hizo en las dos últimas licitaciones de Leliqs, creo que puede mantenerse en este nivel por algún tiempo”, señaló Javier Casabal, estratega senior de AdCap grupo Financiero.

Los bonos con los que se operan en el dólar financiero y ante los rumores de que se podrían poner obstáculos de más parking en estas operaciones, tuvieron caídas en sus versiones en dólares. El AL30 perdió 0,77% y el GD30, 1,25%. De esta manera, el dólar MEP aumentó $4,22 (+1,5%) a $284,28, mientras el contado con liquidación subió $4,87 (+1,6%) a $294,93.

La inflación de junio de 5,3%, que se difundió unas horas antes del cierre de los mercados, fue la esperada y no tuvo impacto en los bonos. El T2X3 subió 0,22% y el TX23, 0,43%. Pero el TX24, ante la ausencia del Banco Central en el mercado, se derrumbó 2,39% y rinde 11% sobre la inflación. Los bonos de la deuda siguen en baja ante la fortaleza del dólar en el mundo. El riesgo país sumó 28 unidades (+0,8%) y cerró en 2.756 puntos básicos.

La Bolsa con menos negocios de los habituales -$1.071 millones- tuvo una baja de 1,71% en pesos y de 3,3% en dólares en el S&P Merval, el índice de las acciones líderes.

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron $5.064 millones, pero tuvieron una mala rueda donde los más afectados fueron Ternium (-9,1%), Banco Macro (-5,7%) y Telecom (-5,2%). Los certificados de los bancos tuvieron caídas generalizadas y profundas.

A todo esto, el Banco Central pudo comprar apenas USD 10 millones en el mercado mayorista, donde el dólar subió 18 centavos a $128,01. Las importaciones de gasoil le restaron USD 100 millones, además debió pagar los cupones de interés de Bonos Globales para los residentes locales. Todo esto le significó una pérdida de reservas de USD 273 millones a 40.131 millones.

Para hoy habrá que seguir con atención la evolución del dólar que amenaza con volver a quebrar la barrera de los $300 como lo demostró en las operaciones de contado con liquidación que se hicieron contra acciones de YPF (-3%). Esta transacción se hizo con un dólar contado con liquidación a $303.

SEGUIR LEYENDO: