Objetivo antiinflacionario: el stock de deuda del BCRA vuelve a superar a la Base Monetaria

La entidad absorbe a través de Leliq y Pases casi $1,8 billón, un monto que supera la cantidad de dinero con la que funciona la economía, en $1,7 billón

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El BCRA apela a una devaluación gradual y la absorción de pesos para frenar la inflación.  (AFP)
El BCRA apela a una devaluación gradual y la absorción de pesos para frenar la inflación. (AFP)

El Banco Central tiene en claro el objetivo de reducir la tasa de inflación, que en febrero habría rondado el 2 por ciento. Para conseguirlo, una condición ineludible es la de absorber el excedente de liquidez en el sistema financiero.

Los pesos remanentes de la enorme expansión monetaria del tramo final de 2019, emitidos ante la mayor demanda estacional de dinero de diciembre y enero, debieron ser aspirado en febrero, dado que en el segundo mes del año esta demanda de pesos tiende a decrecer.

La entidad que preside Miguel Ángel Pesce supo advertir lo ocurrido en años anteriores, siempre durante el complicado mes de febrero. Tanto en 2016 como en 2018 y 2019, el apuro por bajar las tasas de interés, ante una caída de la demanda de dinero, potenció la inflación y la devaluación.

Este año el BCRA cuenta con la ventaja del control de cambios que bloquea el traspaso a dólares de los pesos excedentes. El “cepo” permitió una baja sustancial de las tasas de referencia y, a la vez, absorber liquidez.

Desde el 10 de diciembre a esta parte, el BCRA efectuó siete recortes de la tasa de Política Monetaria, por un total de 13 puntos porcentuales, desde el 63% anual al 40 por ciento.

“El BCRA planea continuar bajando las tasas para ‘evitar demorar la recuperación económica’ mejorando el acceso al crédito. Recordemos que el BCRA de Pesce asumió con una tasa del 63% y ya acumula una baja de 23 puntos porcentuales”, indicaron desde Portfolio Personal Inversiones. “Al mismo tiempo, el directorio del BCRA decidió fijar un tope de 55% a las tasas que cobran los bancos por los saldos impagos de tarjetas de crédito, y por otro lado, determinó congelar por 180 días las comisiones los bancos por diferentes servicios”, añadieron.

Sin embargo, el stock de las Letras de Liquidez (Leliq), el instrumento exclusivo para ser suscripto por bancos y través del cual el Central absorbe pesos, más el stock de Pases pasivos (a un día de plazo) creció un 48% desde el fin de 2019, por casi 600.000 millones de pesos.

El férreo control de cambios le permitió al BCRA bajar la tasa, absorber pesos y mantener contenido al dólar al mismo tiempo

El 30 de diciembre pasado las Leliq alcanzaban los $760.785 millones y los Pases pasivos (incluidos Fondos Comunes de Inversión) llegaban a $431.248 millones. Así, el total de pasivos remunerados del BCRA sumaba al finalizar el año pasado unos $1.192.133 millones ($1,2 billón).

En tanto, la Base Monetaria, que contabiliza el dinero en circulación, cheques cancelatorios en pesos y depósitos de los bancos en cuentas del BCRA, llegaba el 30 de diciembre a $1.895.381 millones ($1,9 billón).

El stock de deuda del Banco Central acumula un alza de 48% en poco más de dos meses transcurridos de 2020

Mientras que la Base Monetaria se redujo a $1.716.359 millones ($1,7 billón) el 27 de febrero, los pasivos remunerados treparon por encima de ese monto, a $1.764.407 millones, al sumar Leliq ($1.697.205 millones el 3 de marzo) y Pases ($67.202 millones al 28 de febrero).

No es un fenómeno habitual que la deuda por la que el BCRA paga tasa de interés supere a la Base Monetaria.

Ocurrió cuando el stock de las Lebac, que podían ser suscriptas también por inversores individuales, se transformó en una “bomba” difícil de desactivar hacia abril y mayo de 2018, cuando se desató la crisis recesiva y devaluatoria que llega a nuestros días. El stock de Lebac rozó los $1.300.000 millones ($1,3 billón) en mayo de 2018, frente a una Base Monetaria que entonces se acercaba al billón de pesos.

El stock de pasivos remunerados volvió a superar a la Base Monetaria en forma muy puntual en agosto de 2019, después del salto cambiario del 30% posterior a las elecciones primarias, que terminó en nuevas restricciones cambiarias a partir del 30 de agosto pasado.

“Creemos que en el primer trimestre se puede observar una menor inflación, debido a los efectos de las anclas del Gobierno -tipo de cambio y precios regulados-”, subrayó un reporte de Balanz Capital. “Sin embargo, esperamos que la misma se acelere en la segunda mitad del año, dependiendo de la potencial expansión monetaria resultante de las negociaciones de la deuda pesos y del éxito que derive el pacto social”, agregaron los expertos de Balanz.

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