La redención de Esequiel Barco en River tras el escándalo de los penales: de la ovación de los hinchas a su gran jugada en el gol del empate

El mediocampista ofensivo asistió a Pablo Solari en el 1-1 ante Banfield, por la Copa de la Liga

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Después del tirón de orejas por el escándalo de los penales en el 0-0 ante Atlético Tucumán, Martín Demichelis respaldó a Esequiel Barco. Y no sólo con palabras; con hechos. El DT eligió al N° 21 como titular ante Banfield y en el Monumental, donde el público de River Plate iba a dar su veredicto. Pues bien, el ex Independiente, de 24 años, fue apoyado con aplausos por los fanáticos del Millonario. Y devolvió esa reacción con una jugada con su sello que decantó en el gol de Pablo Solari que significó el 1-1 contra el Taladro, por la sexta fecha de la Copa de la Liga.

El suceso en el estadio del Decano tucumano marcó a la Banda la fecha pasada. Fue en el primer tiempo cuando, tras una infracción de Néstor Breitenbruch a Nacho Fernández dentro del área, cuando se desarrolló la novela del penal.

Allí, Barco y Borja se pelearon por la ejecución. A pesar del fastidio del colombiano, que terminó revoleando una pelota, la responsabilidad quedó en los botines de Esequiel, pero su disparo lo atajó José Devecchi. Ante la invasión del futbolista que rechazó el rebote de la atajada, el juez Nazareno Arasa hizo repetir el penal. Fue allí que Demichelis no legó la decisión en sus pupilos y dio la orden para que pateara el artillero, pero Barco la desoyó. Volvió a shotear y su intento voló un par de metros por encima del travesaño, haciendo más notorio su error, por el que fue reemplazado por el coach en el entretiempo (tomó su lugar Franco Mastantuono).

En el descanso, el ex Bayern Múnich le remarcó la falla adelante de sus compañeros. Y el futbolista debió ver el complemento sentado en el banco de suplentes. Para el orientador, el reto fue castigo suficiente. “Es un gran chico, a veces las emociones de los jugadores... Venimos ganando y quiere participar porque todavía no había convertido en esta temporada. Ya pidió disculpas porque no es egocéntrico”, lo justificó entonces.

También incidió que Miguel Borja, víctima de su rabieta, lo respaldara públicamente en su cuenta de Instagram. “¡Todo mi apoyo para Esequiel Barco! Sabemos y reconocemos el talento que Dios le dio y lo importante que eres para nosotros. Esto es fútbol y estas cosas nos hacen más fuertes”, escribió el ex Olimpo y Palmeiras, junto a una imagen de ambos abrazados en el festejo de un gol del Millonario.

En consecuencia, importante por desequilibrio individual y jerarquía, y en el umbral del Superclásico (el próximo domingo en Núñez), Micho lo tiró a la cancha. Y, en un duelo cerrado, que tuvo a Marcelo Barovero como gran figura, el fantasista respondió.

A los 25 minutos, probó la resistencia de Trapito desde el borde del área, el arquero respondió, y Nacho Fernández no pudo convertir de rebote. A los 40, otra vez intentó con un disparo, que pasó cerca de la valla.

Y cuando su equipo se hallaba en desventaja, a los 90′, regateó sobre la banda izquierda, hizo un rodeo, buscó el hueco y sacó un centro preciso, que pudo cabecear Agustín Ruberto, pero el que conectó fue Solari, en su primer duelo tras asistir a la selección argentina a que consiguiera su pasaje a los Juegos Olímpicos de París.

Así, si bien Independiente le arrebató la cima de la Zona A del certamen (13 puntos, uno más que River), el Millonario sostuvo el invicto antes del gran choque ante Boca Juniors. Y logró dar vuelta la página de aquel conflicto.

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