Con un discurso conmovedor ante sus compañeros de equipo del Melbourne United, de la liga de básquet de Australia (NLB), el jugador Isaac Humphries reconoció abiertamente su homosexualidad y expresó que sintió un gran alivio tras dar el paso de “conciliar su sexualidad” con su “entorno deportivo”.
El pivote nacido en Sydney hace 24 años, que tuvo un paso por los Atlanta Hawks de la NBA en 2019, publicó en sus redes sociales oficiales el momento en el que se plantó frente a sus compañeros en el vestuario para liberarse. “Esta va a ser una de las conversaciones más difíciles que he tenido en mi vida. Pero la vida tiene situaciones duras y hay que aprender de ellas. Hay algunas cosas sobre mí y mi futuro que quiero que sepan”, comenzó a hablarles a sus colegas, que lo escuchaban con atención.
“Un par de años atrás estuve en un lugar extremadamente oscuro y solitario. No podía ser quien yo era realmente e intenté quitarme la vida. En ese momento estaba luchando duramente con mi sexualidad, con el hecho de ser gay. Estaba disgustado conmigo mismo y me odiaba. Pensé que no podía ser esta persona dentro de nuestro entorno, en el básquet. Entonces me di cuenta de que ya no quería esconder más quién soy. Decidí que si fichaba por un equipo lo diría públicamente y haría que la gente supiera que todos podemos vivir sin tener que ocultarnos sólo por ser atletas”, expresó entre lágrimas.
El basquetbolista de 2.13 metros de altura continuó su estremecedor relato que emocionó a todo el plantel del Melbourne y generó una enorme repercusión en Australia: “Mi objetivo es asegurarme de que la gente sepa que pueden ser quienes ellos quieran, da igual lo que hagan o quienes sean. Puedes ser un gran jugador de baloncesto y ser gay. Puedes hacer lo que quieras. No tiene nada que ver con tu sexualidad, con quien eres, con quien deberías ser o quien se espera que seas. Yo quería ser yo mismo, así descubrí mi propósito en esta vida”.
Isaac Humphries se convierte así en el primer jugador de la NBL australiana en reconocer su homosexualidad, en uno de los escasos ejemplos en el mundo del básquet profesional. Un acto que seguramente sentará un precedente y ayudará a tomar consciencia sobre la libertad de las personas a la hora de hablar de su orientación sexual sin ser juzgados por terceros.
Hay otros antecedentes en el deporte de alto rendimiento. En 2013, el jugador de la NBA Jason Collins se convirtió en el primer atleta profesional de una gran liga estadounidense en confesar su homosexualidad.
Por su parte, el pentacampeón olímpico e icono mundial de la natación, Ian Thorpe, también australiano, admitió en 2014 ser gay tras años desmintiendo los rumores.
El consejero delegado del Melbourne United, Nick Truelson, anunció a varios medios de comunicación australianos que “todo el club está orgulloso de él. Es un paso increíble en el viaje de Isaac”, agregó.
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