Desde buen tiempo atrás, el fiscal de delitos complejos de Lomas de Zamora viene esperando este día. El que pueda tomarle declaración indagatoria a Pablo Moyano, a quien considera jefe de la asociación ilícita Los Diablos Rojos, tal el nombre de la barra brava de Independiente. Creyó que cuando la Cámara confirmó todo lo actuado en su nombre en la primera parte de la causa y mandó a juicio a varios dirigentes y a toda la cúpula de la barra, el trámite sería veloz. Pero no. Porque Daniel Llermanos, abogado del titular del gremio de Camioneros y vicepresidente del club, decidió resistir. Dos semanas atrás, el letrado sonrió bastante cuando la jueza Brenda Madrid anuló el llamado a indagatoria porque sostenía que el mismo debía ser realizado por los fiscales de Avellaneda, Héctor Laborde y Solange Carreras, y no por él. Pero Scalera peleó el caso, consiguió el apoyo del fiscal general de Lomas de Zamora, Carlos Baccini, y ganó la batalla: como anticipó Infobae ayer volvió a citar a Moyano Jr., ahora para este jueves a las 11 de la mañana.
Llermanos volvió a impugnar el caso en el juzgado de la doctora Madrid, pero acaba de recibir un golpe a aquella sonrisa de 14 días atrás: la magistrada, a partir de la resolución de Baccini, dio legalidad a Scalera y confirmó que este jueves Pablo Moyano deberá responder las preguntas sobre su presunta participación en la organización y sostenimiento de los barras de Independiente y la utilización de ese mismo grupo de choque para la política interna del club. Llermanos se reservó el derecho a apelar a Cámara esta decisión, pero según fuentes de la fiscalía el recurso no suspende la indagatoria, por lo que, salvo un imprevisto de último momento, el jueves se verán en un cara a cara virtual Scalera y Moyano, en lo que ya se prevé como un choque de planetas.
¿Qué cosas complican a Moyano en la causa? Para los funcionarios judiciales está probado que el club pagaba la cuota social de al menos 400 integrantes de Los Diablos Rojos y además les daba miles de entradas de protocolo que después iban al circuito de la reventa. Esta hipótesis quedó robustecida tras las declaraciones testimoniales de los dueños de la empresa Integradores SA, que manejaban la confección de carnets y tickets para el club: ambos aseguraron que el barra Damián Langaronne, mano derecha del líder de los violentos, Pablo Bebote Álvarez, iba con un pendrive hasta las oficinas frente a Plaza de Mayo y que el listado de entradas y cuotas sociales que se llevaba coincidía con los que el club enviaba. Además, en la final de la Copa Sudamericana contra el Flamengo se probó que en la cancha había 54.000 personas, pero sólo habían pagado tickets 36.000.
Las 18.000 restantes, según Héctor Yoyo Maldonado, secretario general del club y hombre fuerte en Camioneros en su indagatoria, se habrían “colado” por el aglomeramiento de gente. Sí, así como lee. Para la fiscalía, esas entradas fueron todas al circuito de reventa en un pacto espurio entre el club y la barra. Y la Cámara decidió validar la hipótesis del fiscal cerrando el caso sobre Maldonado y mandándolo a juicio oral junto al vicepresidente de entonces, Noray Nakis, y a la cúpula de la barra brava encabezada por Bebote Álvarez.
Hay además constancias que los funcionarios judiciales consideran probadas como que la barra guardaba sus pertenencias en un garaje propiedad del Sindicato de Camioneros, que los viajes a los partidos del exterior o interior para Copa Argentina los pagaba el club y que el acuerdo Bebote Álvarez-Pablo Moyano se remontaría a los tiempos en que la institución era dirigida por Javier Cantero, quien en su declaración aseguró que se reunió varias veces con los Moyano y que entendió que éstos querían voltearlo y que para eso le mandaron la barra al club y a la casa. Y también está la declaración de un ex jefe de la barra brava de All Boys, Gastón Marone, quien aseguró que participó de esas negociaciones y que en abril de 2014 Bebote cobró 400.000 pesos de Pablo Moyano por ese servicio prestado. “Lo acompañé a un club de Floresta donde se reunió con Moyano y al salir me mostró una bolsa con mucho dinero y me dijo ’ya está la plata para viajar al Mundial de Brasil”.
Lo cierto es que en la causa y en todas las escuchas judiciales Pablo Moyano no aparece nombrado como tal. Sí existe un misterioso “El Salvaje” al que se refieren los violentos y hasta algunos dirigentes. Los barras declararon que ese era el apodo del titular de Camioneros, quién niega esto rotundamente. Ahora tendrá la oportunidad de demostrarlo en la Justicia, trámite que el fiscal Scalera intenta llevar adelante desde buen tiempo atrás y recién ahora parece que podrá concretar.
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