Trungelliti rebate a los tenistas que lo critican: "Robar está mal, el que piense distinto, allá él"

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Marco Trungelliti, el tenista que denunció la mafia de las apuestas (Foto: Reuters)
Marco Trungelliti, el tenista que denunció la mafia de las apuestas (Foto: Reuters)

* Desde San Pablo

¿Volver a ganar? No, eso no era lo importante para Marco Trungelliti, el hombre en pleno huracán tras denunciar a la mafia de las apuestas en el tenis. Lo que el santiagueño necesitaba urgentemente era volver a dormir bien. Una vez alcanzada esa meta, la siguiente era jugar un partido en buen nivel sin hundirse apenas comenzado.

Durmió bien y jugó bien, pero además Trungelliti ganó en la noche del lunes, y lo hizo en un escenario que haría feliz a cualquier integrante de una mafia de apostadores: un estadio enorme, anticuado y caduco como escenario de un partido interminable que se resolvió con lo justo ante tribunas vacías. No había más de 200 espectadores cuando el argentino selló el 6-4, 3-6 y 7-6 (7-5) ante el japonés Taro Daniel en dos horas y 47 minutos de juego por la primera ronda del Abierto de Brasil en Sao Paulo.

¿Buen tenis? No, buen sueño. Lo primero que destacó el santiagueño tras el triunfo fue eso, su reconciliación con la almohada tras una presentación desteñida en Buenos Aires y saltearse el torneo de Río de Janeiro para descansar en Andorra, donde tiene fijada su residencia.

“Estoy durmiendo mejor, hoy pude mantener algo estable durante casi tres horas”, explicó (Foto: @CroatiaOpenUmag)
“Estoy durmiendo mejor, hoy pude mantener algo estable durante casi tres horas”, explicó (Foto: @CroatiaOpenUmag)

"Estoy durmiendo mejor, hoy pude mantener algo estable durante casi tres horas, algo que en los torneos anteriores no hubo ninguna posibilidad. No llegaba ni a los 15 minutos…".

Tringelliti, que durante el partido lanzó sonoros gritos de desahogo, dice sentir que está de regreso. "Estoy muy contento porque pude competir. Las últimas veces había estado bastante fuera con la cabeza. Competir era el objetivo, eso era lo más importante. Si ganaba o no era un poco secundario. Sé que estoy de vuelta y puedo volver a competir".

Un puñado de periodistas escuchaba a Trungelliti mientras una tormenta bíblica sacudía la noche paulista. La denuncia que hizo en La Nación acerca de las ofertas que tuvo para manipular partidos era el tema monopólico, y el jugador no lo eludió. En Argentina fue crucificado por algunos colegas, le dijeron tras el partido, a lo que se sumó que Leonardo Mayer, en una entrevista con Lance, destacó un "factor cultural" argentino que no deja de asombrarlo: "Los culpables son los que se victimizan".

“Si robar está mal, arreglar partidos también está mal”, advirtió (Foto: Getty Images)
“Si robar está mal, arreglar partidos también está mal”, advirtió (Foto: Getty Images)

El santiagueño asintió y fue a fondo. "Es una costumbre muy nuestra… Para mí es muy simple, si robar está mal, arreglar partidos también está mal. El que quiera pensar de una manera distinta, allá él. O robás o no robás, es bastante simple la cosa. Para hacer las cosas bien hay que trabajar un poco más y es un poco más pesado al principio. Me gusta pensar que la verdad termina ganando".

Pero el tenis es especialmente vulnerable, admitió. "En tenis es bastante más fácil, es solo uno contra uno. Es naturalmente más fácil convencer a uno que a todo un equipo, aunque me cuesta creer que estas cosas no pasen en otro deporte".

La conversación que tuvo con Agustín Calleri, presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), fue positiva, dijo, y apoyó un eventual programa educativo para los tenistas jóvenes. "Muchas de estas cosas pasan por no saber, por no saber si están tan mal. Si llevan a cabo este programa me parece excelente".

“Argentina siempre está complicado por la seguridad y no quiero criar a mis hijos en un ambiente que no es seguro”, reconoció (Foto: Reuters)
“Argentina siempre está complicado por la seguridad y no quiero criar a mis hijos en un ambiente que no es seguro”, reconoció (Foto: Reuters)

Trungelliti no tiene la menor intención de volver a vivir en el país. "Argentina siempre está complicado por la seguridad y no quiero criar a mis hijos en un ambiente que no es seguro. Hace un par de años que vivo en Europa, y vivo mucho más tranquilo".

¿Se siente mal por la frialdad o, directamente, hostilidad de muchos de sus colegas en el tenis? "Los grupos siguen estando un poco marcados, pero básicamente me centro en estar bien yo y en sacarme un peso muy grande que me estaba haciendo muy mal desde hace mucho tiempo. Cada uno decide su futuro, y yo decidí el mío hace un par de años".

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