Cecilia Bartoli, la italiana que dirige ópera sin dejar de cantar

Esta mezzosoprano, una de las cantantes más respetadas y queridas del mundo lírico internacional, protagoniza una ópera de Gluck en el Festival de Salzburgo

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La mezzosoprano Cecilia Bartoli como Orfeo en un ensayo de la producción de Christof Loy de "Orfeo ed Eurydice" de Gluck en el Festival de Salzburgo (Foto: Monika Rittershaus/Salzburg Festival via AP)
La mezzosoprano Cecilia Bartoli como Orfeo en un ensayo de la producción de Christof Loy de "Orfeo ed Eurydice" de Gluck en el Festival de Salzburgo (Foto: Monika Rittershaus/Salzburg Festival via AP)

La mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli tiene un papel favorito que desearía poder cantar. “Hay un personaje del que siempre estuve enamorada desde que empecé mi carrera mozartiana, y es Don Giovanni”, contó en una entrevista.

Ella se ríe al pensar en un papel de barítono. A sus 57 años, la cantante ha hecho hincapié en la música de los siglos XVII y XVIII, y es la protagonista de Orfeo ed Eurydice, de Gluck, que se estrenó el viernes en el Festival de Salzburgo en una producción de Cristof Loy con trajes modernos, en cinco funciones hasta el 14 de agosto.

Bartoli ha ampliado su carrera administrativa, sucediendo a Riccardo Muti como director artístico del Festival de Pentecostés de Salzburgo en 2012 y en enero se convirtió en director de la Ópera de Monte-Carlo.

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“Después de 35 años cantando, creo que es un gran reto. Cuando eres la intérprete, estás concentrada en tu música”, contó y agregó: “No conoces exactamente a los otros artistas, cuáles son sus necesidades. Cada uno es diferente, tiene un cuerpo diferente, tiene una forma diferente de reaccionar ante el estrés. Cada artista tiene una forma distinta de verlo”.

Bartoli debutó en la ópera en 1987 y obtuvo reconocimiento por su trabajo en Rossini y Mozart. Ha destacado en papeles barrocos que se apartan del mainstream, publicando grabaciones dedicadas a la soprano del siglo XIX Maria Malibran, a los castrati y a los compositores Antonio Salieri y Agostino Steffani.

“No sólo es una cantante fantástica, una música fantástica, es una de las pocas artistas de esta región, donde el aire es bastante enrarecido”, afirmó el director artístico del Festival de Salzburgo, Markus Hinterhäuser. “Sus conocimientos y su interés por las cuestiones musicales son absolutamente asombrosos, y además es muy, muy valiente”.

Bartoli selecciona las óperas que protagoniza para un par de representaciones en el Festival de Pentecostés cada año, a finales de mayo y principios de junio, una producción que regresa para el festival principal de verano en el hemisferio norte. En los últimos años, ha trabajado con el director de orquesta Gianluca Capuano, y para “Orfeo” eligió a Loy, que se asoció con el escenógrafo Johannes Leiacker para una puesta en escena minimalista dominada por escaleras que parecían el vestíbulo de un museo o un juzgado. Loy también dirigió a Bartoli en un montaje de 2017 de Ariodante de Haendel en Salzburgo.

“Es fascinante hacer un personaje masculino porque durante mucho tiempo en mi carrera hice siempre papeles femeninos”, comentó.

Ursula Renzenbrink vistió a Bartoli con un traje oscuro y cuello alto para el papel de Orfeo, a quien Amore (Madison Nonoa) permite recuperar a su esposa Euridice (Mélissa Petit) del inframundo con la condición de que no la mire hasta que regresen a la Tierra. La ópera, repleta de danzas, se representa a lo largo de 90 minutos sin intermedio y Bartoli está en escena durante casi toda la representación.

Bartoli sigue su propio camino. Odia volar y no actúa en el Metropolitan Opera desde 1998 ni en el Carnegie Hall desde 2009. “El hecho de que no me guste volar ha preservado mi voz”, explicó. “Porque cuando vuelas, vas de un sitio a otro, ping-pong, y entonces te cansas, tu cuerpo se cansa”.

El director Peter Sellars aclamado durante su presentación en el Festival de Salzburgo (Foto: Marco Borrelli)
El director Peter Sellars aclamado durante su presentación en el Festival de Salzburgo (Foto: Marco Borrelli)

El próximo enero, Bartoli cantará Cleopatra en Giulio Cesare in Egitto (Julio César en Egipto), de Haendel, en Montecarlo, en un montaje de Davide Livermore que viajará en julio a la Ópera Estatal de Viena, donde se representará por primera vez desde 1960. Su temporada incluye L’Italiana in Algeri (La italiana en Argel) de Rossini en la Ópera de Zúrich en diciembre y enero, además de conciertos por toda Europa que incluyen actuaciones conjuntas con el actor John Malkovich en Montecarlo, Versalles y Viena.

Ha programado 20 representaciones de El fantasma de la ópera, de Andrew Lloyd Webber, del 16 al 31 de diciembre en Montecarlo, en un edificio diseñado por Charles Garnier, arquitecto del famoso teatro de la ópera de París. Y está trabajando en la programación de futuras temporadas en Montecarlo.

“Es un gran reto. Me gusta la idea de continuar con esto para otros artistas”, contó. Cuando está en casa, Bartoli se adentra en terrenos insospechados. “En la ducha, puedo cantar música pop. Realmente depende del día y del estado de ánimo”, confesó.

Fuente: AP

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