La belleza del día: “Las Indias”, de Raúl Guerrero

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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"Portrait of Raymond Chandler at the Whaling Bar", una exploración personal de La Jolla. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"Portrait of Raymond Chandler at the Whaling Bar", una exploración personal de La Jolla. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

Raul Guerrero nació en una de las ciudades satelitales de San Diego, California, lo que equivale a decir que creció en la frontera de México. Sus padres habían emigrado a National City, ubicada a unos 20 kilómetros de Tijuana, pero cada vez que viajaba al otro lado de la frontera el auto y los dólares de la familia resultaban llamativos, por no hablar del acento del niño. Desde pequeño, entonces, vivió en la experiencia de la dualidad cultural, y su obra habla de eso.

La belleza de este día, Las Indias, parte de La Venus del Espejo, de Diego Velázquez: sobre su cuerpo están inscriptos, además del nombre del Nuevo Mundo, los lugares, las fechas y los hombres de la conquista: “Perú - 1524 - Francisco Pizarro -1538″, por ejemplo, o “La Florida - 1525 - Alvar Núñez Cabeza de Vaca - 1536″. Debajo de la cintura de la Venus, un retrato de Hernán Cortez junto a otro de Malinche; a sus pies, un hombre se asombra: “¡Son seres blancos!”. Aves, frutas, gente y arte de la tierra que encontraron los europeos interviene las imágenes de la Venus y su hijo, Cupido, que sostiene el espejo.

"Las Indias" parte de "La Venus del Espejo", de Diego Velázquez. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"Las Indias" parte de "La Venus del Espejo", de Diego Velázquez. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

“Técnicamente soy estadounidense, biológicamente soy mexicano y culturalmente soy las dos cosas, o ninguna”, dijo en una entrevista de 1994. Esa hibridación también se nota en las distintas formas de expresión que este artista ha empleado, porque este gran óleo es de 2006 pero hasta mediados de los ochentas su trabajo era completamente distinto.

Al terminar la escuela secundaria Guerrero sabía que el arte le interesaba, pero de una manera vaga. No lo ayudo siquiera tener a John Baldessari de profesor en el Southwestern College de Chula Vista: al cabo de un breve tiempo de malas notas y con 19 años marchó a México en busca de sus raíces. “Se podría decir que me buscaba a mí mismo”, dijo hace poco a ARTnews. “Como mexicano-estadounidense sentía que no pertenecía, pensé que quizá México sería el lugar”.

"Exile: The Untold Story of Francisco Madero". (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"Exile: The Untold Story of Francisco Madero". (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

Pero no lo sintió mientras cruzaba el país a dedo, desde Tijuana a la península de Yucatán. “Con los años comprendí que México no es mi país. Mi país son los Estados Unidos; al mismo tiempo, mi afinidad con él estaba bloqueada por el ambiente cultural eurocéntrico y anglocéntrico”. Mientras regresaba a San Diego, hizo una larga escala en la ciudad de México y estudió cerámica en el Instituto Nacional de Bellas Artes.

En su casa, sus padres lo recibieron con una mala noticia: le había llegado una carta de reclutamiento para luchar en la guerra de Vietnam, excepto que estuviera estudiando en la universidad. Su primo, que cursaba en el famoso Instituto de Arte Chouinard de Los Angeles, le dijo que nunca se arrepentiría de hacer su carrera allí. Y tuvo razón.

"The Wreck of Nuestra Señora de Atocha". (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"The Wreck of Nuestra Señora de Atocha". (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

Egresó en 1969 muy influido por la obra de Marcel Duchamp y durante una década trabajó a partir de objetos hechos. Pero en los ochentas se sintió constreñido por lo que sintió como límites del arte conceptual: “Necesitaba algo que me permitiera introducir el color, la forma, el movimiento y la narrativa”, explicó a ARTnews. Viajó a Oaxaca, rentó un estudio para artistas y comenzó a estudiar pintura de manera autodidacta: se compró libros, le preguntó a los otros artistas que trabajaban allí. No podían creer que en Chouinard hubiera aprendido tanto de ideas artísticas y nada de técnica.

Así comenzó a pintar unos grandes óleos que combinan tradiciones tan distintas como el muralismo mexicano y los clichés estéticos de Disney, en diálogo siempre alrededor de los temas de la identidad. Por ejemplo Exile: The Untold Story of Francisco Madero, muestra al revolucionario asesinado en 1913, en cuya hacienda trabajó el abuelo materno de Guerrero, y Portrait of Raymond Chandler at the Whaling Bar, es una exploración personal de La Jolla, en California. El artista ha recreado obras de Diego Rivera, como un retrato de su segunda esposa, Guadalupe Marin, y de artistas estadounidenses que retrataron las grandes llanuras y a los nativos americanos.

"The Black Hills c. 1880s: Gunfight", parte de la serie sobre las Grandes Llanuras. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"The Black Hills c. 1880s: Gunfight", parte de la serie sobre las Grandes Llanuras. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

Por ejemplo, trabajó a partir de una pintura de George Catlin, que representa la caza del búfalo: “Muestra el intento descarado de crear un genocidio indígena, al eliminar su fuente de alimentación”, contó. “¿Qué sabemos realmente de nuestra historia?”.

En The Pool of Palenque, la mezcla de elementos entre fantásticos e históricos muestra la cabeza del rey maya K’inich Janaab Pakal flotando frente a una cascada de película, con todo y sus mariposas; en Desire, el cuerpo cálido y oscuro de una mujer indígena se yuxtapone al blanco y marmóleo de la Venus de Milo. Sus antepasados yaqui y tarahumara, escenas como sacadas de westerns, el naufragio del galeón español Nuestra Señora de Atocha en 1622: de una tradición a otra transita el artista que creía que no pertenecía a ninguna.

"Desire": el cuerpo de una mujer indígena se yuxtapone al de la Venus de Milo. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)
"Desire": el cuerpo de una mujer indígena se yuxtapone al de la Venus de Milo. (Raul Guerrero/davidkordanskygallery.com)

Desde su primera muestra individual en Cirrus Gallery, Los Angeles, en 1974, Guerrero no ha dejado de exponer: en el Instituto de Arte de San Francisco, en el Museo de Arte de Long Beach, en el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego, en la CUE Art Foundation de Nueva York, entre otros lugares. En julio de 2021, luego de la pandemia, regresó con una gran cantidad de obra nueva a la Galería David Kordansky: “No sólo ha cartografiado la invención de California, en particular del sur, sino que crea puentes allí donde lo nativo y lo mexicano chocan”, dijo el curador.

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