En su discurso de Navidad, el papa León exhorta a los líderes mundiales al diálogo

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El discurso de Navidad de León XIV es el primero desde su elección como pontífice, y fue objeto de escrutinio en busca de comparaciones con los de su predecesor, Francisco.

El jueves, el papa León XIV utilizó su primer mensaje de Navidad como pontífice para pedir "paz y consuelo para las víctimas de todas las guerras que se libran en el mundo", así como para quienes sufren "a causa de la injusticia, la inestabilidad política, la persecución religiosa y el terrorismo".

León hizo eco de muchas de las preocupaciones de su predecesor, el papa Francisco, e instó a proteger a los refugiados, a las víctimas de los desastres climáticos, a los desempleados y a los explotados. León pidió "diálogo" en América Latina en medio de una escalada de la campaña naval estadounidense allí y una mejor atención a los migrantes que "recorren el continente americano". E instó a dialogar de manera "respetuosa" en Europa, mientras los líderes buscan la paz en Ucrania.

León habló desde el mismo balcón central de la Basílica de San Pedro donde apareció después de ser elegido papa en mayo y animó a su audiencia a adoptar un fuerte sentido de la responsabilidad personal.

"Si cada uno de nosotros, a todos los niveles, en lugar de acusar a los demás, reconociera ante todo sus propias faltas y pidiera perdón a Dios, y al mismo tiempo se pusiera en el lugar de quienes sufren, fuera solidario con los más débiles y oprimidos, entonces el mundo cambiaría", dijo.

Como en todas sus intervenciones públicas, el uso que hizo León de su influyente púlpito fue observado atentamente en busca de comparaciones con Francisco, quien murió en abril a la edad de 88 años. Como primer pontífice procedente de Estados Unidos, León también era objeto de escrutinio por cómo se relacionaba con su país de origen y el papel de esa nación como superpotencia mundial.

Francisco era una presencia gregaria en la escena mundial, y a menudo se enfrentaba directamente a quienes creía que se habían apartado de los principios del catolicismo romano. No tuvo miedo de criticar abiertamente las políticas del presidente Donald Trump y suscitó la feroz oposición de algunos católicos estadounidenses que se identificaban como conservadores.

Por temperamento, el nuevo papa es más prudente e intencionado que Francisco, dicen los analistas, aunque León también ha desafiado algunas de las políticas y opiniones de Trump.

En su discurso de Navidad, dirigido a los miles de personas congregadas en la plaza debajo de sus pies y en medio de una llovizna, León no llamó por su nombre a ningún dirigente mundial en concreto. Pero en medio de la campaña naval del gobierno de Trump frente a las costas venezolanas, León dijo que esperaba que "quienes tienen responsabilidades políticas en América Latina" encontraran el espacio para entablar "un diálogo por el bien común" y no para "las exclusiones ideológicas y partidistas".

León también hizo eco de la preocupación de Francisco por los más afectados por los estragos del cambio climático, en particular los de Asia del Sur y Oceanía, que han sido "duramente golpeados por las recientes y devastadoras catástrofes naturales, que han afectado gravemente a poblaciones enteras".

León dijo que, mientras celebran el nacimiento de Jesús, los cristianos debían recordar que "aceptó la pobreza y el rechazo y se identificó con los que son marginados y excluidos".

Previamente el jueves, durante una Misa de Navidad en la Basílica de San Pedro, el papa instó a la multitud reunida en su interior a no apartar la mirada de "las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frío, y a las de tantos otros desplazados y refugiados en cada continente, o en los refugios improvisados de miles de personas sin hogar en nuestras ciudades".

León habló mientras continúa la guerra en Ucrania y sigue sin alcanzarse un alto al fuego. El martes, el papa había dicho a los periodistas que sentía una "gran tristeza" porque "aparentemente Rusia rechazó la petición de alto al fuego de Navidad".

Los comentarios del papa durante la semana de Navidad reflejan un delicado acto de equilibrismo, dijeron los analistas.

"Ha estado tratando de sopesar cuidadosamente hasta qué punto insistir" sobre las decisiones tomadas por los políticos estadounidenses, dijo Nicholas Hayes-Mota, especialista en ética social y teólogo político de la Universidad de Santa Clara, en California. A pesar de los puntos de tensión entre los planes de Trump y las posturas de León sobre la migración, la protección del medio ambiente y la colaboración entre naciones, el papa "no quiere ser leído simplemente como un anti-Trump o una voz de oposición", dijo Hayes-Mota.

Aunque León comenzó su papado de forma más circunspecta, recientemente ha alzado más la voz en cuestiones que afectan la política. En octubre, durante una reunión privada con un grupo de católicos de El Paso, Texas, el papa instó a los obispos estadounidenses a apoyar firmemente a las personas migrantes mientras Trump intensificaba su campaña de deportación. Un mes después, los obispos católicos romanos de Estados Unidos emitieron una firme declaración en la que se oponían a la campaña de deportaciones masivas de forma "indiscriminada" del gobierno de Trump.

Esta semana, León opinó sobre una decisión política en su estado natal cuando expresó su decepción por el hecho de que el gobernador JB Pritzker de Illinois, demócrata, hubiera firmado una ley que permite a los enfermos terminales poner fin a su vida con la ayuda de médicos.

Entre los críticos extranjeros que ven a Trump como un actor impredecible en la escena mundial, muchos buscan en el papa una voz estadounidense alternativa.

Los europeos, cuyos líderes han observado con consternación cómo Trump ha denostado abiertamente a aliados de larga data, "tienen expectativas de que este papa de Estados Unidos diga algo sobre cuál es la postura del Vaticano en esta reestructuración radical de las relaciones transatlánticas", dijo Massimo Faggioli, profesor de teología del Trinity College de Dublín.

León ha empezado a mostrar sus cartas. Este mes, cuando el gobierno de Trump pareció excluir a Europa de las negociaciones para un plan de paz para Ucrania, el papa hizo unas declaraciones a los periodistas en las que sugería que no lo aprobaba. "Buscar un acuerdo de paz sin incluir a Europa en la conversación, digamos, no es realista", dijo. También pareció referirse a los escarnios de Trump hacia Europa y advirtió que "intentan romper lo que creo que debe ser una alianza muy importante hoy y en el futuro".

Y en su discurso de Navidad, León rezó para que "las partes implicadas, con el apoyo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa" en las negociaciones para la paz en Ucrania.

"Quizá lo esté interpretando de más", dijo Faggioli, "pero creo que es un mensaje sutil" para el gobierno de Trump "y sus enviados".

Dentro del Vaticano, León ha adoptado un enfoque más conciliador. En su primer mensaje de Navidad a los dirigentes de los distintos departamentos del Vaticano esta semana, León se mostró como un jefe menos punzante que Francisco. El papa anterior era conocido por acusar a la jerarquía vaticana de una narcisista "patología del poder" y por advertir que la gente que difunde habladurías "más bien es enemiga de la paz".

En sus declaraciones del lunes, León también reconoció que "algunas dinámicas vinculadas al ejercicio del poder, al afán de sobresalir, al cuidado de los propios intereses, les cuesta cambiar". Pero también expresó su "profundo sentido de gratitud" y dijo que "la labor de cada uno es importante para el todo".

León "cree en todos los mensajes de Francisco", dijo Bradford Hinze, teólogo de la Universidad Fordham de Nueva York. "Pero intenta decirlo de un modo más persuasivo para las personas a las que quiere persuadir".

Josephine de La Bruyère colaboró con reportería desde Roma.

Motoko Rich es la jefa de la corresponsalía del Times en Roma, desde donde cubre Italia, el Vaticano y Grecia.

Josephine de La Bruyère colaboró con reportería desde Roma.