Dos miembros de la célula del grupo yihadista Estado Islámico apodada "Los Beatles” se declararon no culpables este viernes en una corte de Estados Unidos de los cargos de conspiración para asesinar a cuatro rehenes estadounidenses.
El Shafee Elsheikh, de 32 años, y Alexanda Kotey, de 36, fueron trasladados en avión a Estados Unidos desde Irak el miércoles para ser enjuiciados por su participación en los asesinatos de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller.
Elsheikh y Kotey comparecieron de manera virtual en una audiencia en un tribunal federal en Alexandria, en las afueras de Washington. Ambos se encuentran presos en un lugar no revelado en el estado de Virginia.
El juez T.S. Ellis describió el caso como “complejo e inusual” y fijó la próxima audiencia para el 15 de enero. “Se requiere tiempo para lograr los fines de la justicia en este caso”, dijo el magistrado.
Además de la muerte de los cuatro estadounidenses, Elsheikh y Kotey también son sospechosos de estar involucrados en el asesinato de dos británicos, Alan Henning y David Haines, así como de varios otros rehenes, incluidos dos ciudadanos japoneses.
Los dos ex ciudadanos británicos habían estado bajo custodia de las fuerzas estadounidenses en Irak desde octubre de 2019, después de ser capturados en enero de 2018 por las fuerzas kurdas sirias.
La célula de cuatro miembros del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) que integraban Kotey y Elsheikh fue apodada “Beatles” por sus cautivos debido a su acento británico.
Presuntamente torturaron y mataron a sus víctimas, incluso decapitándolas, y el ISIS publicó videos de los asesinatos con fines propagandísticos.
“Métodos sádicos”
Elsheikh y Kotey, que crecieron y se radicalizaron en el Reino Unido antes de unirse al ISIS en Siria en 2012, han sido despojados desde entonces de su nacionalidad británica. Según varios centros de investigación estadounidenses, formaron parte de un cuarteto que secuestró y decapitó a 27 rehenes, entre ellos civiles sirios.
“Sus métodos sádicos no tenían límites, incluyendo la crucifixión, el ahogamiento, las ejecuciones simuladas”, relatan los investigadores Anne Speckhard y Ardian Shajkovci -quienes se reunieron con Kotey en su celda en Siria- en un artículo para el Centro Internacional para el Estudio del Extremismo Violento (ICSVE, por su sigla en inglés).
La figura más prominente del grupo, Mohammed Emwazi, apodado “Jihadi John”, se distinguía por aparecer vestido todo de negro con un cuchillo de carnicero en los videos de propaganda del ISIS. Murió en un bombardeo estadounidense en Siria en noviembre de 2015.
El cuarto integrante, Aine Davis, está encarcelado en Turquía.
Sin pena de muerte
En 2015, Estados Unidos presentó una solicitud de asistencia jurídica a las autoridades británicas para obtener pruebas en vista de un juicio en suelo estadounidense.
Londres interrumpió su cooperación en 2018, después de haber sido criticado por no garantizar que los yihadistas no fueran sometidos a la pena de muerte. La situación se desbloqueó en agosto cuando Washington se comprometió a no pedir la pena capital contra los dos hombres.
Así, la justicia británica entregó las pruebas solicitadas, allanando el camino para la acusación y el traslado.
Las familias de sus víctimas estadounidenses saludaron a través de un comunicado “el primer paso en la búsqueda de la justicia”.
“Espero que puedan incriminar a otros que podrían estar todavía escondidos en otras partes de Europa o en algunos campos de refugiados”, dijo la madre de James, Diane Foley, a la agencia AFP.
Con información de AFP
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