“Viví en la negación”: después de 36 años confesó haber asesinado a una niña de 14 años cuando él tenía 16

Steven Carlson reconoció ser culpable del homicidio de Tina Faelz, tras cuatro años de haber sido declarado responsable del delito que sucedió en 1984

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Tina Faelz. (Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)
Tina Faelz. (Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)

El 5 de abril de 1984, el asesinato de TIna Faelz, en Pleasanton, California, conmocionó a la comunidad, debido a la brutalidad del acto: mientras caminaba hacia su casa fue atacada en un campo, apuñalada 44 veces y abandonada cerca de una alcantarilla. Aunque no hubo testigos y pocas pistas, en 2014, la policía halló culpable a Steven Carlson, quien tras seis años de aquella sentencia confesó su delito.

Después de este suceso y varios años sin encontrar pistas, el caso se enfrió por un largo tiempo, pero las autoridades de Pleasanton no lo abandonaron y en 2011, cuando la ciencia del ADN revolucionó el trabajo de los policías, detectaron sangre en el bolso de Tina, la cual compararon con la información genética de un preso en la cárcel; se trataba de Steven Carlson.

Según información reportada por el diario San Francisco Chronicle, Carlson había pasado cerca de la mitad de su vida preso por los delitos de violación de menores, cargos de drogas y violaciones a la libertad condicional. En 1984, cuando ocurrió el asesinato de Tina, él tenía 16 años y vivía en Lemonwood Way, una comunidad muy cercana a la escena del crimen.

Tras determinar la relación de la sangre con el individuo, las autoridades lo llamaron a juicio en 2014 y aunque lo condenaron a la prisión estatal de California, en Tehachapi, intentó apelar el veredicto. Su abogado argumentó que la fiscalía no podía probar cómo su sangre llegó hasta el bolso durante el apuñalamiento. Incluso Carlson escribió una carta desde la cárcel en la que se podía leer: “Soy inocente”.

En ese entonces, el jurado condenó a Carlson por asesinato en primer grado y le impuso un castigo de 26 años en prisión. Cabe mencionar que por la gravedad del crimen que cometió cuando aún era menor de edad, las autoridades decidieron juzgarlo como adulto. No obstante, la Corte de Apelaciones de San Francisco redujo la condena 10 años en 2017, citando la falta de evidencia de premeditación.

Steven Carlson. (Foto: Especial)
Steven Carlson. (Foto: Especial)

Sin embargo, tras años de procesos judiciales por este caso y con un proceso de libertad condicional cerca, Carlson decidió confesar sus actos por medio de tres cartas escritas a mano, las cuales hizo públicas el medio local.

En ellas dio a conocer los escabrosos detalles del día en que sucedió todo. Relató que tomó un cuchillo de cocina con el cual cometió el delito: “No recuerdo los movimientos de apuñalamiento, sólo recuerdo estar parado sobre su cuerpo sosteniendo el cuchillo ensangrentado”.

La primera misiva es una declaración de información que el individuo redactó para los comisionados estatales de libertad condicional. La segunda está dirigida a los seres queridos de Tina y la tercera es para la propia víctima.

En los documentos —los cuales pueden ser interpretados como una forma de arrepentimiento, que es un elemento para obtener la libertad condicional en California—, mencionó detalles sobre el asesinato, pero también resaltó los abusos que padeció en su casa, mismos que contribuyeron a su vida de adicción y crimen.

Esta carta de mis más profundas disculpas está muy atrasada. Viví en la negación durante muchos años; no podía creer ni asumir la responsabilidad de haberla asesinando brutalmente ese 5 de abril de 1984. Quiero que usted y su familia sepan que no hicieron absolutamente nada para merecer lo que yo les hice. Eso es lo que hace que este asesinato sea tan cruel y horrible
(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)
(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)

En las cartas, Carlson describió que tuvo una infancia dura, pues fue azotado con un cinturón desde los cuatro años, mojó la cama después de los 11 y a los 13 probó por primera vez las drogas, además de que desde entonces sintió una “excitación enfermiza” por la pornografía.

También contó que horas antes del asesinato, había hecho una fiesta en su casa que fracasó. Después de eso fue a la escuela, donde alguien lo arrojó a un contenedor de basura, mientras otros estudiantes se reían de él, lo cual provocó que se sintiera humillado. Tras esos hechos, regresó a su casa, en donde se puso a beber alcohol y miró por la ventana a alguien caminando en el campo que estaba al otro lado de la calle.

Recuerdo estar lleno de rabia por la forma en que todos mis compañeros de clase se reían de mí, el daño en la habitación de mis padres y cómo mi padre me iba a azotar después de que se enterar de la fiesta que hice. Todo sucedió tan rápido. Recuerdo que fui a la cocina y tomé un cuchillo de carnicero. Crucé la calle hacia el campo en el barranco, que es donde en ese momento estaba Tina Faelz

Los hechos que Carlson relató sobre la fiesta y la escuela son similares a un testimonio que dio Todd Smith, un compañero de clase, durante una audiencia preliminar que sucedió en 2012, en la cual también participaron algunos integrantes de aquella generación de estudiantes.

Después del ataque, Carlson dijo haber arrojado el arma al campo, pero esta nunca fue hallada por las autoridades. También escribió que durante su regreso a casa se encontró con el propio Smith, quien lo invitó a andar en monopatín por el vecindario. No obstante, se alarmaron después de que un par de jóvenes saliera corriendo del campo después de haber visto el cuerpo de Tina.

(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)
(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)

“Todd Smith y yo corrimos hacia la cerca del ciclón y miramos hacia el barranco, donde yacía el cuerpo ensangrentado que acababa de dejar hace unos minutos”, describió Carlson. “Estaba en estado de shock, miedo y negación, pensando para mí mismo que no podría haber hecho eso”.

En los primeros días y semanas de la investigación, la policía habló con los adultos que formaban parte del circulo de Tina, pero también llegaron a sospechar de Steven Carlson, por lo que decidieron entrevistarlo. Incluso las autoridades lo llevaron a él y a Smith por el vecindario para rastrear los movimientos que hicieron el día del asesinato. Durante la pesquisa, él parecía ansioso, pero cooperativo.

Colaboré con los detectives de homicidios. Les conté todo, menos el asesinato. Incluso comencé a convencer de que yo realmente no maté a Tina Faelz. Empecé a consumir metanfetamina y otras drogas. Cada uso ayudó a reprimir el horrible asesinato que cometí

Durante las tres décadas que duró el caso, los investigadores lo reabrieron en varias ocasiones, debido a que sospechaban de varias personas que habían cometido homicidios en esa época, pero debido a la falta de pruebas, ninguna resultó vinculada hasta el 2011. Además, los detectives tenían un video de una entrevista a Carlson en donde mencionaban el caso de Pleasanton, por el cual se mostró muy nervioso.

A pesar de las confesiones, los detalles y la certidumbre de cómo sucedieron las cosas, el tiempo ha pasado y a pesar de los procedimientos legales, la familia de Tina no ha encontrado paz. Su madre, Shriley, falleció de un ataque cardíaco el 13 de febrero de 2014, fecha en que estaba programado el inicio del juicio de Carlson.

(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)
(Foto: Facebook@RememberingTinaFaelz)

Stacie Pettigrew, fiscal adjunta de distrito del condado de Alameda que procesó el caso, se mostró escéptica respecto a la confesión y mencionó que debe sopesarse en relación a los años en que no habló. “En mi humilde opinión, parece demasiado poco y demasiado tarde”, dijo al diario estadounidense.

Drew Faelz, hermano menor de la víctima, resumió en una frase el sentir de los seres queridos de Tina durante una entrevista con el medio de comunicación: “Es bueno saber que lo está admitiendo, es 100% él. Esta parte me hace sentir mejor para obtener la confirmación, pero no resuelve nada”.

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