Investigan misteriosa muerte de un reconocido delincuente, en la cárcel de Cartagena

Según la familia, el cuerpo de Eduardo Luiz Castro Vallejo fue recuperado sin ojos, ni lengua, ni dientes. El papá de ‘el rastry’ asegura que su hijo fue asesinado

Compartir
Compartir articulo
Investigan muerte de preso en Cartagena
Investigan muerte de preso en Cartagena

Eduardo Luis Castro Vallejo, reconocido como ‘el Rastry’, se encontraba recluido en la cárcel de Ternera, en Cartagena. En horas recientes, se reportó la muerte del hombre y, en medio de la noticia, surgen diferentes versiones respecto a las razones de su deceso. Mientras que la familia dice que el preso fue torturado y asesinado, las autoridades sostienen que, presuntamente, la causa del fallecimiento recae en una sobredosis.

“Cuando llegué no me dieron reporte, sólo que había fallecido por una sobredosis, no me lo dejaron ver y cuándo lo llevaron a la morgue tampoco me lo dejaron ver, sólo lo reconocimos cuando lo estaban preparando que no tenía ni ojos, ni lengua, ni dientes, es lo único que sé hasta el momento”, comentó una familiar del recluso muerto, ante medios de comunicación locales. El INPEC asegura que las circunstancias de la muerte son materia de investigación. Además de la falta de sus órganos, Eduardo tenía su rostro desfigurado, pues tenía señales de un ‘desprendimiento facial’.

La familia, así como reveló los detalles sobre el cuerpo del recluso, manifestó que desde la funeraria, donde se hicieron cargo de la preparación del cuerpo, les informaron que Medicina Legal certificó la muerte de Eduardo Luis como violenta.

En diálogo con RCN Radio Eduardo Castro, padre de la víctima, detalló el momento en el que recibió la noticia de la muerte de su hijo, y recalcó que no se trató de una muerte por sobredosis. “Me dijeron tú hijo que murió, yo le dije: ¿cómo así?, hasta donde yo sé él estaba bien, llegué a la Clínica donde lo tenían y nadie me dio razón alguna (...) ni la Clínica, ni tampoco el Inpec me lo dejaron ver, ahora entiendo por qué. Cuando lo están preparando yo voy a ver el cuerpo y mi hijo está todo golpeado, no tiene ojos, no tiene dientes, tampoco lengua; su cuerpo está como si lo hubieran torturado. Ese era el motivo por el cual no aceptaron que yo lo viera antes”, dijo.

De acuerdo con lo que quedó plasmado en los reportes de los informativos, el hombre se encontraba enfermo, por lo que tuvo que ser trasladado a un centro asistencial. Tiempo después, internado allí, falleció. El preso tenía 30 años de edad, y empezó a delinquir desde muy joven. A finales del 2011, en diciembre, cuando tenía 21 años, fue capturado por ser, señalaron las autoridades, un “sanguinario sicario al servicio de la banda delincuencial ‘los Paisas’. Los investigadores de Cartagena detallaron, por aquellos días, que Castro Vallejo era el supuesto responsable de al menos tres homicidios.

“El recluso fue llevado a la Clínica Madre Bernarda, al parecer con una sobre dosis, él salió de aquí del establecimiento vivo y lo llevamos a la urgencia y falleció. A él lo sacamos y de acuerdo al reporte que me dan los médicos es una posible sobre dosis, él muchacho recibió los primeros auxilios y la decisión del comandante que estaba en ese momento es inmediatamente remitirlo a urgencias”, dijo el director de la cárcel San Sebastián de Ternera, coronel Fernando Villamizar.

El expediente en su contra destaca que los asesinatos se habrían perpetrado entre el 2009 y el 2010, en la capital de Bolívar. Aunque la Policía tenía las pruebas necesarias para judicializar a Castro Vallejo, alias ‘el Rastry’ se fugó con rumbo a Bogotá. En noviembre de 2011, el hombre regresó a Cartagena para pasar Navidad y Año Nuevo con su familia, sin embargo, fue recapturado mientras se encontraba jugando billar en el barrio Los Alpes.

El presunto sicario pensó que las autoridades habían detenido la búsqueda en su contra. En esa nueva detención, el hombre fue sorprendido con un arma de fuego, por lo que las autoridades lo acusaron de haber cometido el delito de fabricación, porte y tráfico de armas de fuego. Castro Vallejo tenía en su poder un changón, calibre 12 milímetros, y dos cartuchos.

“Yo sé que lo me lo mataron, pero de los ojos, los dientes y lo demás no sé si fue acá en Medicina Legal. En el acta que me entregaron dice que su deceso fue por muerte violenta y a mí me había dicho que el murió por un paro, que había sido supuestamente sobre dosis”, comentó el padre del ahora fallecido, ante los micrófonos de la emisora.

Seguir leyendo: