Este martes llega al Congreso el debate de la regulación de los derivados de la hoja de coca

El senador del Partido Alianza Verde Iván Marulanda y el senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social Feliciano Valencia lideran este nuevo proyecto de ley.

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Imagen de referencia de los cultivos de coca.- Agencia AFP.
Imagen de referencia de los cultivos de coca.- Agencia AFP.

Desde el año pasado el senador del Partido Alianza Verde, Iván Marulanda, y el senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social, Feliciano Valencia, quien es líder indígena de la comunidad Nasa son los que encabezan el proyecto de ley que pretende la regulación de los derivados de la hoja de coca. La Comisión Primera del Senado tiene agendada la discusión y votación, en primero de cuatro debates, de la iniciativa.

Hoy, martes 6 de abril, este debate vuelve al Congreso de la República luego de haber sido aplazado por causa de la pandemia del COVID-19 en junio del año pasado. Estos dos senadores han trabajado durante un año con organizaciones campesinas, personas cultivadoras de coca, académicos, personas consumidoras, organizaciones de la sociedad civil, comunidades indígenas, políticos y expertos internacionales para presentar la nueva iniciativa.

Este proyecto de ley espera que se implemente la venta de cocaína bajo criterios de salud pública y reducción de riesgos, de modo que se limitaría la venta de cocaína a un gramo por persona y semana, sin posibilidad de acumularlos. Para esto, los consumidores de cocaína estarían sometidos a un monitoreo médico constante, y sería el médico quien daría el permiso para la compra. Y, por el lado de la venta al exterior se realizaría por medio del Gobierno nacional por solicitud de los gobiernos interesados.

Además, para que esta iniciativa acoja a todos, se propondría la creación de cooperativas campesinas para el cultivo de la hoja, que quedarían en manos de víctimas del conflicto armado y del narcotráfico, como con las comunidades indígenas, mujeres madres de familia u otros colectivos desfavorecidos del país. Y quienes cultivan la coca le venderían la hoja al Estado, y este se encargaría de derivar una parte para la extracción de cocaína, que se vendería en farmacias únicamente a personas registradas.

Para la transformación en “derivados psicoactivos” se propone que el Ministerio de Salud contrate a “establecimientos farmacéuticos, universidades y centros de investigación. Con el fin de reducir los riesgos y mitigar los daños asociados al uso de derivados psicoactivos de la hoja de coca, las personas naturales mayores de edad interesadas en adquirir dicha sustancia para el uso adulto deberán registrarse en una base de datos confidencias”, propone el proyecto.

Este proyecto de ley no solo habla del uso de los derivados psicoactivos de la hoja de coca, sino también de los no psicoactivos y sus usos derivados, que, de acuerdo a una investigación científica y el respeto por las tradiciones y los derechos obtenidos por las comunidades indígenas sobre la planta, espera elevar del debate y sentar las bases hacia el futuro de lo que será la regulación de la hoja de coca y la cocaína.

Debemos recordar que Colombia está comprometida en la lucha contra las sustancias psicoactivas, la cual es uno de los temas principales de la agenda con Estados Unidos. Este acuerdo con la agenda del presidente americano Joe Biden es el mayor obstáculo para la propuesta de Marulanda y Valencia.

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