Un reciente estudio reveló pruebas de dos oleadas de inmigración prehistóricas chinas en América

El hallazgo se basa en el análisis de decenas de miles de muestras de ADN y sus mutaciones, que expusieron un denominador común en el linaje

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Un reciente estudio reveló pruebas de dos oleadas de inmigración prehistóricas chinas en América (Eric S. Carlson en colaboración con Ben Potter)
Un reciente estudio reveló pruebas de dos oleadas de inmigración prehistóricas chinas en América (Eric S. Carlson en colaboración con Ben Potter)

Un reciente estudio genético mostró un dato inesperado para los científicos que, desde hace años, se dedican al estudio del continente americano, el último en ser poblado por los humanos.

El documento publicado este martes en la revista científica Cell Reports les brindó más pistas sobre estas primeras poblaciones que llegaron al territorio y reveló que se trató de migrantes provenientes de China. Los dos viajes que se identificaron se dieron durante la Edad de Hielo y poco después.

“Nuestros hallazgos indican que, además de lo que se ha señalado sobre los orígenes siberianos ancestrales de los amerindios, la costa norte de China también sirvió como un reservorio genético” para las poblaciones de las Américas, comentó en diálogo con la agencia AFP Yu-Chun Li, uno de los autores del informe.

Este descubrimiento rompió con la creencia que durante años los científicos tuvieron, que sostenía que los habitantes de Siberia habían cruzado hacia el continente a través de una franja de tierra en el Estrecho de Bering -actualmente un brazo de mar que separa a Rusia de Alaska-. Esto les sugería , entonces, que habían sido los únicos antepasados de los amerindios.

Sin embargo, desde finales de la década de 2000, los expertos han estado dando con pueblos de Asia que podrían estar vinculados a las primeras poblaciones de la región, en países como Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México y el estado de California.

Este nuevo estudio estuvo encabezado por el equipo de Zoología de Kunming, en la provincia china de Yunnan, y estudió decenas de miles de muestras de ADN y sus mutaciones. Entre ellas, 216 ejemplares recientes expusieron un linaje común con 39 antiguos descendientes, distribuidos en lo que se concluyó, fueron dos oleadas migratorias.

216 ejemplares de ADN reciente expusieron un linaje común con 39 antiguos descendientes (Getty Images)
216 ejemplares de ADN reciente expusieron un linaje común con 39 antiguos descendientes (Getty Images)

Sumado a esto, la evidencia complementaria del ADN cromosómico Y apuntó a que los ancestros masculinos de los amerindios vivieron en el norte de China al mismo tiempo que los ancestros femeninos.

No obstante, “no sabemos en qué lugares específicos de la costa norte de China ocurrieron estas migraciones y qué eventos específicos las promovieron. Se necesitan más evidencias, especialmente genomas antiguos, para responder a estas preguntas”, agregó Li.

La primera oleada comenzó hace 26.000 años y finalizó hace 19.500 años, durante la última glaciación. En aquel momento, la capa de hielo se encontraba en su punto más alto, por lo que el clima al norte del gigante asiático probablemente hacía la región inhóspita.

En tanto, la segunda inició en el período de fusión del hielo -hace unos 19.000 años- y se prolongó hasta hace 11.500 años. Los expertos creen que, en este caso, pudo haber sido impulsada por un aumento en la población humana.

Un subgrupo chino se ramificó desde la costa norte hasta Japón, contribuyendo a los indígenas ainus (EFE)
Un subgrupo chino se ramificó desde la costa norte hasta Japón, contribuyendo a los indígenas ainus (EFE)

De todas formas, en esta oportunidad, no toda la población se dirigió al continente americano ya que hay evidencias de que algunas personas se instalaron en Japón. Un subgrupo se ramificó desde la costa norte de China hasta el país nipón, contribuyendo a su pueblo y a los indígenas ainus, continúa el estudio.

Li sumó que esto explica las similitudes observadas entre las flechas y lanzas prehistóricas encontradas en los tres lugares.

Un aspecto que sí tuvieron en común ambas oleadas fue que se trató de viajeros marinos que atracaron en América luego de haber navegado por la costa del Pacífico, dado que -entonces- no existía un pasaje cubierto de hierba entre dos capas en la zona de Canadá -hoy conocido como el “Corredor interior libre de hielo”.

(Con información de AFP)

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