COVID-19: una tercera dosis de la vacuna reduce 90% la mortalidad en mayores de 50 años

Así lo confirma un reciente estudio científico israelí. La investigación examinó datos de 843.000 personas que recibieron la vacuna de Pfizer

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Un nuevo estudio de la vacuna Pfizer afirma la necesidad de la aplicación de una tercera dosis para evitar casos graves de COVID-19 (REUTERS/Sumaya Hisham/File Photo)
Un nuevo estudio de la vacuna Pfizer afirma la necesidad de la aplicación de una tercera dosis para evitar casos graves de COVID-19 (REUTERS/Sumaya Hisham/File Photo)

Una tercera inyección de la vacuna contra el coronavirus reduce el riesgo de mortalidad relacionada con COVID-19 en un 90%, según una nueva investigación realizada en Israel.

El estudio, encabezado por Clalit Health Services en colaboración con la Universidad Ben-Gurion del Negev y el Sapir Academic College, fue publicado esta semana en la prestigiosa revista científica New England Journal of Medicine.

La investigación se llevó a cabo entre el 6 de agosto y el 29 de septiembre, cuando los refuerzos de la vacuna se habían aprobado para la población mayor de Israel desde el 31 de julio.

Unos 843.208 pacientes de Clalit mayores de 50 años que recibieron la segunda dosis de la vacuna se dividieron dinámicamente en dos grupos en función de si habían recibido la tercera inyección o no. Un total de 758.118 personas recibieron la tercera dosis durante los 54 días que duró la investigación. Los datos se compararon por edad, sexo, nivel socioeconómico y comorbilidades. La edad media de los participantes fue de 68,5 años. Al final del período de estudio, el 90% de esta población ya había recibido la dosis de refuerzo.

Israel decidió aplicar una tercera dosis a cualquier persona que hubiera recibido su segunda dosis al menos cinco meses antes (EFE)
Israel decidió aplicar una tercera dosis a cualquier persona que hubiera recibido su segunda dosis al menos cinco meses antes (EFE)

Los investigadores señalaron que el método del estudio contempló diversas variables respecto de un abanico de factores de riesgo de mortalidad, “con el fin de neutralizar los posibles sesgos que podrían resultar de la edad, el género, el nivel socioeconómico o la morbilidad concomitante entre las poblaciones”.

Entre quienes recibieron la tercera dosis de la vacuna a lo largo de la investigación, pudo verse una disminución del 90% en las tasas de mortalidad por coronavirus (88% entre los hombres y 94% entre las mujeres) en comparación con los que recibieron solo dos dosis.

“Los resultados de nuestro estudio muestran inequívocamente que la vacuna de refuerzo está significativamente asociada con la reducción del riesgo de mortalidad por coronavirus, incluso de la cepa Delta”, explicó el doctor Doron Netzer, jefe de medicina comunitaria de Clalit, quien dirigió el estudio.

“Hay muy pocas intervenciones en el mundo médico a las que pueda atribuirse una reducción de diez veces en el riesgo de mortalidad como encontramos para la tercera dosis. Los hallazgos brindan información importante y basada en la investigación para la población de Israel y otros países que aún no están decididos sobre el suministro de una tercera dosis a la población, tanto más a la luz del brote de la cepa Ómicron y el temor de otra ola de contagios”, agregó el experto.

Entre quienes recibieron la tercera dosis de la vacuna a lo largo de la investigación, disminuyó 90% la tasa de mortalidad por coronavirus (88% entre los hombres y 94% entre las mujeres) (Pfizer/Handout via REUTERS)
Entre quienes recibieron la tercera dosis de la vacuna a lo largo de la investigación, disminuyó 90% la tasa de mortalidad por coronavirus (88% entre los hombres y 94% entre las mujeres) (Pfizer/Handout via REUTERS)

El Instituto de Investigación Clalit, que ha estado a la vanguardia de los estudios en torno a la pandemia de COVID-19, señaló en octubre que los adolescentes vacunados con la vacuna de Pfizer están un 90% más protegidos contra la infección que otros jóvenes no vacunados y un 93% menos propensos a desarrollar un cuadro sintomático de la enfermedad. Un estudio anterior de Clalit sobre la dosis de refuerzo había concluido que reduce las hospitalizaciones en un 93%, las enfermedades graves en un 92% y la mortalidad en un 81%. Esta es la investigación más grande del mundo al respecto.

Durante la cuarta ola de Israel, que estuvo dominada por la variante Delta, la morbilidad fue causada principalmente por la disminución de la protección de la vacuna entre la población que ya había sido inoculada al menos seis meses antes. Como tal, el Ministerio de Salud, a instancias del primer ministro Naftali Bennett, decidió administrar una tercera dosis a cualquier persona que hubiera recibido su segunda dosis al menos cinco meses antes.

Esta decisión se tomó incluso antes de la implementada por la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU (FDA), que semanas después aprobó la tercera vacuna solo para ciudadanos mayores de 65 años y personas que tenían un alto riesgo de contraer coronavirus o desarrollar una enfermedad grave. Desde entonces, ha recomendado una tercera vacuna para todos los adultos, y ahora el país está trabajando duro para cerrar las brechas.

Un estudio anterior de Clalit sobre la dosis de refuerzo había concluido que reduce las hospitalizaciones en un 93%, las enfermedades graves en un 92% y la mortalidad en un 81%. (EFE/Bienvenido Velasco)
Un estudio anterior de Clalit sobre la dosis de refuerzo había concluido que reduce las hospitalizaciones en un 93%, las enfermedades graves en un 92% y la mortalidad en un 81%. (EFE/Bienvenido Velasco)

La cuestión de una tercera inyección está ganando aún más impulso en todo el mundo con el descubrimiento de la variante Ómicron. El miércoles, Pfizer anunció que tres inyecciones de su vacuna son efectivas contra la variante, basándose en estudios de anticuerpos neutralizantes. Sin embargo, se necesita más investigación, incluidos datos del mundo real.

Unos 4,1 millones de israelíes han recibido una vacuna de refuerzo. Pero todavía hay alrededor de un millón de ciudadanos elegibles que no lo han hecho. “Estos hallazgos brindan información importante basada en investigaciones para la población de Israel y otros países que aún están indecisos sobre la administración de la tercera dosis de la vacuna”, concluyó Netzer.

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