Las RSF anuncian la apertura de corredores humanitarios tras la toma de El Fasher

Tras la conquista de la capital de Darfur Norte, las fuerzas paramilitares informan la habilitación de rutas para facilitar el traslado de civiles, junto con la reanudación de servicios vitales y el compromiso de salvaguardar la integridad de la población

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La retirada de minas terrestres se presenta como uno de los compromisos asumidos por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) tras la ocupación de El Fasher, según reportó Europa Press tras la difusión de un comunicado a través del canal de Telegram de la milicia. El anuncio contempla una serie de medidas vinculadas a la reapertura de servicios esenciales y al establecimiento de rutas humanitarias, en un contexto marcado por graves dificultades para la población civil.

De acuerdo con Europa Press, las RSF informaron la apertura de corredores humanitarios, permitiendo a quienes buscan desplazarse hacia otras zonas el acceso a vías seguras. Al mismo tiempo, informaron el restablecimiento de mercados, centros de salud, acceso a agua y otros servicios fundamentales para la vida cotidiana en la capital de Darfur Norte. A través de su declaración, las fuerzas paramilitares subrayaron su intención de proteger a quienes permanecen en la ciudad y facilitar la labor de los organismos humanitarios mediante la seguridad de los convoyes y del personal asociado a la entrega de ayuda.

Europa Press detalló que la conquista de El Fasher representa un hito para las RSF tras aproximadamente catorce meses de sitio. En ese periodo, unas 250.000 personas quedaron atrapadas al interior de la ciudad. El entorno inmediato también se ha visto afectado, especialmente el campamento de desplazados de Zamzam, donde se produjo un brote de hambruna que forzó a cientos de miles de personas a abandonar la zona para buscar condiciones más seguras.

El comunicado remitido por las RSF expone que la operación militar sobre El Fasher se dirige a “eliminar las amenazas y los peligros de terroristas”, haciendo referencia directa al Movimiento Islámico Sudanés (SIM), grupo aliado al depuesto presidente Omar Hasán al Bashir y calificado por la RSF como “ejército terrorista y sus milicias mercenarias”. Según consignó Europa Press, la milicia reiteró su “plena dedicación a la protección de la población civil” en la ciudad tras haber quedado bajo su control.

En el mismo texto, se indica que las RSF prometen respetar los derechos de los prisioneros alineándose con el Derecho Internacional Humanitario y la Convención de Ginebra. La milicia declaró que, una vez alcanzada la estabilización total de la ciudad, transferirá la responsabilidad de la seguridad a la denominada “Policía Federal,” una fuerza policial creada por las RSF a finales de 2023 con el fin de administrar el orden en áreas controladas por el grupo.

El movimiento paramilitar también afirmó que su intervención en El Fasher responde a un “esfuerzo por consolidar la seguridad y la estabilidad, y construir un Sudán basado en los principios de paz, justicia e igualdad para todos.” El comunicado indica que su propósito fundamental radica en resguardar a la población y erradicar riesgos relacionados con grupos a los que consideran como terroristas.

Por otro lado, Europa Press señaló que, mientras las RSF comunican el dominio sobre la ciudad y anuncian la liberación de El Fasher, tanto el Ejército regular como milicias locales –en particular los Comités de Resistencia de El Fasher– han contrariado la versión paramilitar. En un mensaje reciente, el Ejército aseguraba mantener el control sobre la base principal en la ciudad, aunque reconocía la intensidad de los ataques oponentes, difíciles de repeler desde el jueves previo a la emisión del comunicado. A su vez, los comités de resistencia insistieron en que la totalidad de la ciudad no se encuentra bajo control exclusivo de las RSF.

El Fasher, identificada por Europa Press como la capital histórica de Darfur, constituye el principal núcleo urbano de la región y la última gran ciudad pendiente para las RSF. Esta área ha sido escenario de combates reiterados en el contexto de un conflicto que se ha prolongado a lo largo de más de un año, generando efectos de gran magnitud en la situación humanitaria regional. Conforme señaló el medio, el sitio prolongado impuso condiciones extremas a la población y provocó desplazamientos masivos hacia el exterior y a campos improvisados.

En el mismo comunicado, las RSF subrayaron la importancia de la reapertura inmediata de hospitales, centros de abastecimiento y fuentes de agua tras el asedio, para intentar aliviar la crisis entre los residentes. La promesa de garantizar el acceso y la seguridad de los equipos humanitarios incluye la vigilancia directa sobre las operaciones de entrega de asistencia en todo el territorio urbano y zonas aledañas.

Europa Press recoge que los desplazamientos están siendo canalizados mediante los recién habilitados corredores humanitarios, que buscan ofrecer protección a quienes deciden abandonar El Fasher en busca de zonas menos expuestas a los combates, a la vez que aseguran la continuidad en la prestación de servicios esenciales para la población que permanece.

La reiteración del compromiso con los derechos humanos y con las fases posteriores de estabilización aparece asociada a la voluntad de la RSF de proyectar una imagen de control institucionalizado tras la conquista militar, según las publicaciones en su canal oficial citadas por Europa Press. La retirada progresiva de minas terrestres forma parte del plan de normalización de la vida urbana que buscan aplicar en la ciudad, en paralelo a los procesos de entrega y distribución de ayuda.

Conforme a lo consignado por Europa Press, las afirmaciones de las RSF persisten en la línea de legitimar su autoridad sobre El Fasher y la asumen como “liberación” ante una situación previa caracterizada como dominio de fuerzas terroristas y milicias mercenarias vinculadas al antiguo régimen de Sudán. Las divergencias entre las distintas partes en conflicto respecto al control territorial subrayan la compleja dinámica operativa y política en la región.