La aseguradora británica Aviva ha llegado a un acuerdo para adquirir Direct Line por unos 3.700 millones de libras (4.457 millones de euros) en efectivo y acciones y contempla el recorte de entre el 5% y el 7% de la plantilla del grupo combinado, lo que supondría la salida de unos 2.300 trabajadores.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, los consejos de administración de Aviva y Direct Line han informado del acuerdo alcanzado sobre los términos de la oferta, que valora cada acción de Direct Line en 275 peniques y al conjunto de la empresa en 3.700 millones de libras.
En concreto, la propuesta aceptada contempla el pago en efectivo de 129,7 peniques y la entrega de 0,2867 acciones de Aviva por cada título de Direct Line, así como el pago de hasta 5 peniques en forma de dividendos que se abonarán antes del cierre de la transacción y sujeto a la aprobación de la junta de Direct Line.
La propuesta de compra aceptada por Direct Line representa una mejora del 12% respecto del precio planteado por Aviva en la oferta que su competidor doméstico rechazó en noviembre. Asimismo, en marzo de este año, Direct Line ya había rechazado una oferta de compra de 3.150 millones de libras (3.794 millones de euros) por parte de la belga Ageas.
Una vez completada la operación, se espera que los accionistas de Aviva posean aproximadamente el 87,5% y que los accionistas de Direct Line controlen aproximadamente el 12,5% del capital social emitido y por emitir de Aviva.
"Este acuerdo es una excelente noticia para los clientes y accionistas de Aviva y Direct Line", ha señalado Amanda Blanc, consejera delegada de Aviva, quien destacó la solidez financiera y la escala del grupo combinado, añadiendo que la adquisición de Direct Line por parte de Aviva "reunirá a varias de las marcas líderes del Reino Unido en un negocio más eficiente".
De su lado, Danuta Gray, presidenta de Direct Line, considera que la propuesta de Aviva "ofrece un valor significativo para los accionistas de Direct Line" y representa una prima sustancial.
SINERGIAS
Aviva planea lograr sinergias de costes antes de impuestos a tasa anual de al menos 125 millones de libras (150 millones de euros) para el final del tercer año completo posterior al cierre, "lo que impulsaría la creación de valor convincente para todos los accionistas del grupo combinado".
Para obtener estos beneficios de sinergia de costes, se espera incurrir en gastos de integración únicos de unos 250 millones de libras (301 millones de euros), de los cuales aproximadamente el 75% se espera dentro de los primeros dos años posteriores a la finalización.
En este sentido, Aviva apunta que estas sinergias serían adicionales al programa de ahorro de costes previamente anunciado por Direct Line de 100 millones de libras (120 millones de euros) a tasa anual para finales de 2025.
Se espera que las sinergias de costes de la adquisición se logren a través de una reducción en roles superpuestos en las operaciones de seguros combinadas, economías de escala y mayor eficiencia, la integración de plataformas de TI duplicadas de 'back office' y 'middle office', así como la racionalización de los equipos de soporte y la reducción de roles superpuestos en una serie de funciones de servicios compartidos, oficina central y alta gerencia.
Además, el consejo de administración de Aviva considera que se puede crear un valor adicional significativo mediante la realización de sinergias incrementales de capital, reaseguro, reclamaciones e ingresos.
AJUSTE DE PLANTILLA
El consejo de administración de Aviva prevé que, para lograr los beneficios esperados de la adquisición, habrá una reducción en la fuerza laboral como resultado de la superposición de funciones, incluidas las funciones operativas, de servicios compartidos, de grupo/sede central y de alta dirección.
En conjunto, la aseguradora calcula que esto afectará a entre el 5% y el 7% de la base de empleados del grupo combinado, que superaría los 30.000 trabajadores, lo que se traduciría en la salida de unos 2.300 empleados.
En este sentido, Aviva espera mitigar el ajuste previsto con una reducción gradual a lo largo de tres años tras el cierre de la operación, así como mediante la reducción natural de la plantilla y buscando la reubicación de los empleados cuando sea posible.
"Todo cambio en la fuerza laboral estaría sujeto a una planificación integral y a toda la información y consulta necesarias con los empleados afectados y/o sus representantes de conformidad con la legislación aplicable", ha explicado la entidad, que no prevé llevar a cabo otros ajustes materiales de personal más allá de lo indicado.
En noviembre, Direct Line anunció una serie de iniciativas destinadas a simplificar su organización y ahorrar costes en 2025, incluyendo una reducción de alrededor de 550 puestos de trabajo de una plantilla de alrededor de 10.131 personas.
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