Pekín, 11 sep (EFECOM).- La Cámara de Comercio de la Unión Europea (UE) en China instó este miércoles al gigante asiático a que "cumpla sus promesas de reforma" al tiempo que denunció "una disminución de las retribuciones" a la hora de hacer negocios en el país.
La Cámara publicó hoy su documento de posición 2024/2025 en el que manifestó que si bien antes las empresas comunitarias padecían "ciertas molestias" al invertir en un mercado nuevo y emergente como el chino", ahora creen que muchos de los problemas "son ya características permanentes".
"Muchos inversores se enfrentan a la realidad de que su enfoque sobre el mercado chino requiere un replanteamiento estratégico", explicó el presidente de la Cámara, Jens Eskelund, en una rueda de prensa al presentar el informe.
Según Eskelund, "para un número de empresas cada vez mayor se ha llegado a un punto de inflexión porque los desafíos que implica hacer negocios aquí están empezando a superar los beneficios".
En el documento, la institución señala que su principal preocupación es la propia ralentización económica del país o las dudas de que el Gobierno chino tenga un plan creíble para impulsar la demanda doméstica o llevar a cabo las reformas prometidas, "lo que está disminuyendo su apetito por invertir en el país".
Así, la Cámara denuncia que las empresas europeas deben "lidiar con competidores chinos que reciben subsidios injustos, con un entorno empresarial altamente politizado, enfocado en la seguridad nacional y en la autosuficiencia, y con barreras perpetuas en el acceso al mercado".
Al responder a una pregunta sobre las recientes tensiones comerciales entre China y la UE, Ekselud afirmó que hay "una percepción clara de que la globalización no está beneficiando de la misma manera a Europa y a China como debería" y que "hay que asegurarse de que los mercados funcionan con equidad".
"Hay situaciones en el que, según los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), hay razones para introducir aranceles", argumentó, en referencia a los aranceles a la importación de vehículos eléctricos para contrarrestar las subvenciones de Pekín a sus fabricantes.
De acuerdo con Ekselud, hay que tener en cuenta que en todos estos años "China tampoco ha sido ajena a la introducción de tarifas".
Sobre la inversión extranjera directa en el país asiático, indicó que "hay señales positivas de que China tiene la intención de abordar algunos de los problemas que enfrentan las empresas extranjeras".
También comentó que China aún tiene "un potencial significativo", si bien la situación urge "más acciones por parte del Gobierno chino, no más planes de acción".
"Hasta ahora se han logrado avances limitados y algunos miembros de la Cámara han empezado ya a trasladar inversiones previamente planificadas para China a otros mercados para aumentar la resiliencia de la cadena de suministro, aprovechar costos laborales comparativamente más bajos y protegerse contra futuros choques geopolíticos", según el informe la Cámara.
China prometió el pasado domingo una nueva versión del listado de áreas en las que no permite la inversión extranjera que reduce de 31 a 29 las áreas vedadas, eliminando todas las restricciones en el sector de la manufactura.
Medios especializados consideran que las compañías extranjeras están sacando su dinero del país ante las crecientes tensiones geopolíticas y los tipos de interés más altos en otros Estados que han ido elevándolos para combatir la inflación mientras China los rebajaba para tratar de estimular la recuperación económica tras tres años de cerrojazo por la pandemia. EFECOM
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