Comienza el deshielo entre Francia y Marruecos tras meses de estancamiento

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Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 20 feb (EFE).- Francia y Marruecos avanzan en el deshielo de sus relaciones diplomáticas, que sufrieron un estancamiento en los últimos meses, en un acercamiento que quedó sellado ayer lunes con el almuerzo de las tres hermanas del rey Mohamed VI con la primera dama francesa, Brigitte Macron, en el Palacio del Eliseo en París.

Las princesas Lalla Meryem, Lalla Asmae y Lalla Hasnaa acudieron a la cita "bajo instrucciones del rey Mohamed VI", según informó la agencia de noticias oficial marroquí MAP, que añadió que el encuentro se enmarca en la "continuidad de las relaciones de amistad histórica entre el Reino de Marruecos y la República de Francia".

Para Ismael Hammoudi, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Fez, la foto publicada del encuentro encierra "gran simbolismo" ya que supone un mensaje de Rabat al presidente francés, Emmanuel Macron, de que "las relaciones entre ambos países son estratégicas y familiares, y van más allá de la lógica de ganancia y pérdida".

El acercamiento con Argel molesta a Rabat

Marruecos y Francia -antigua potencia colonial del país- siempre se han considerado como aliados estratégicos, ya que hay una importante comunidad de emigrantes y estudiantes marroquíes residente en Francia, país que se erige entre los principales inversores en el país magrebí.

Pero estas relaciones afrontaron un enfriamiento en los últimos meses, debido -según el universitario marroquí- a un cúmulo de factores, entre los cuales destaca el acercamiento de Macron -en su segundo mandato- a Argelia, país que rompió en 2021 sus relaciones bilaterales con Marruecos y que acoge y finanza al Frente Polisario saharauí, que reclama la independencia del Sáhara Occidental.

Las relaciones se degradaron aún más tras una resolución aprobada en enero de 2023 -cuando el actual ministro francés de Exteriores Stéphane Séjourné, presidía el grupo político Renovar Europa- que urgía al país magrebí respetar la libertad de expresión y liberar a periodistas críticos encarcelados. Aquella resolución enfadó a Marruecos a tal punto que el Parlamento del país decidió revisar entonces sus relaciones con la Eurocámara.

Varios medios marroquíes denunciaron entonces que la resolución fue producto de una campaña orquestada por Francia, país al que culparon también de estar detrás de las acusaciones de espionaje a Marruecos con el programa Pegasus.

A estos factores se añadieron las restricciones de París a los visados otorgados a marroquíes y las aspiraciones de Rabat de tener mayor apoyo por parte de Francia en la disputa sobre el Sáhara Occidental, ante el creciente apoyo internacional (sobre todo de España y EE.UU) al plan de autonomía marroquí para la excolonia española.

El malestar de Marruecos quedó patente cuando no dio seguimiento a la propuesta de ayuda ofrecida por Macron tras el seísmo de las montañas del Atlas (que causó más de 3.000 muertos) el pasado septiembre, mientras aceptó la ayuda ofrecida por España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes.

Nueva postura sobre el Sáhara Occidental

Tras estos episodios, Francia ha multiplicado iniciativas para intentar normalizar sus relaciones Marruecos, que se plasmaron en la recepción en octubre pasado del nuevo embajador francés, Christophe Lecourtier, por Mohamed VI, y el nombramiento en el mismo mes de una nueva embajadora en París, la antigua periodista Samira Sitail, en un puesto que quedó vacante durante un año.

La semana pasada, el nuevo ministro de Exteriores francés subrayó su compromiso de "instaurar una nueva agenda política" con Marruecos, y afirmó "haber retomado contacto" con el país magrebí.

En el mismo sentido, el embajador francés en Rabat indicó recientemente en un encuentro universitario que "sería totalmente ilusorio, irrespetuoso y estúpido" aspirar normalizar las relaciones con Marruecos sin "aclarar" la postura del país respecto al conflicto del Sáhara Occidental. Una declaración que fue ampliamente recogida por la prensa del país magrebí.

Francia siempre ha apoyado a Marruecos ante Naciones Unidas en el conflicto del Sáhara Occidental, pero el experto marroquí Ismael Hammoudi cree que Rabat espera ahora una postura más de París más cercana a sus aspiraciones, sobre todo tras las posturas manifestadas por Estados Unidos y España que apoyaban el plan de autonomía marroquí como solución del conflicto.

"Lo que está claro es que hay una evolución y unas negociaciones entre bastidores entre ambas partes, y lo que Marruecos espera ahora es un paso de Francia más avanzado hacia el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara", subraya. EFE

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